El ensayo Ismaelillo con la vacuna Abdala en niños de tres a 18 años de edad, realizado durante casi tres meses en la ciudad de Camagüey, constituyó un éxito para la ciencia cubana, en busca del autorizo del fármaco de cara a su aplicación en la población infantil.

Así lo valoró a la prensa, Sonia Resik Aguirre, investigadora principal de los estudios con Abdala en la nación antillana, quien precisó que ya terminó la vacunación de los dos estratos, primero los voluntarios de 12 a 18 años, y luego de los de tres y hasta 11 años.

La experta comentó que las muestras clínicas de los comprendidos en el primer rango que comenzó el proceso, están en La Habana hace varios días y próximamente deben darse a conocer esos resultados.

Dijo, además, que la venidera semana corresponde hacer las extracciones de sangre de los infantes de tres a 11 años, con el objetivo de llegar a similares conclusiones.

Estamos convencidos de que los resultados de ambos grupos serán satisfactorios, aseveró la jefa del Departamento de Virología del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí.

Sonia Resik Aguirre, investigadora principal de los estudios con Abdala en Cuba. Foto: Rodolfo Blanco Cué/ACN.

Durante la indagación se probaron dos formulaciones con potencias de 25 microgramos y 50 microgramos de la vacuna Abdala, en un esquema de 0-14-28 días, el mismo empleado en adultos.

Desde el punto de vista de seguridad, la vacunación transcurrió con los eventos adversos previstos, fundamentalmente dolor en el sitio de inyección, explicó Resik Aguirre.

Tuvimos que excluir en el transcurso del estudio a 45 de los seleccionados, pues estos enfermaron de COVID-19 en sus lugares de residencia, sin embargo, se logró completar el número total para terminar el ensayo, que fue de 547 voluntarios, argumentó.

La especialista se refirió a la inspección ejecutada en la capital camagüeyana por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED), donde la autoridad reguladora comprobó las condiciones de calidad que caracterizaron al proceso.

Más de 20 años de experiencia en ensayos clínicos y un personal altamente calificado y con preparación sobre las buenas prácticas clínicas necesarias, avalan la selección de Camagüey como sede de la investigación, cuyo éxito es posible gracias al empeño de los profesionales de la salud y a la cooperación de padres y familiares.

Abdala tiene el mérito de ser el primer inmunógeno desarrollado en América Latina ante la COVID-19, luego de arrojar un 92,28 por ciento de eficacia, y que ha demostrado en los millones de vacunas administradas en el país su alta seguridad y efectividad frente a las formas graves del padecimiento infeccioso.

A partir de esas evidencias y las recogidas hasta el momento en el ensayo Ismaelillo, autoridades sanitarias y científicos de la isla esperan que pronto el preparado pueda incorporarse también al tratamiento de la población pediátrica de Cuba y otras naciones del mundo.

(Tomado de ACN)

septiembre 24/2021 (Cubadebate)

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