Oct
7
Autoridades sanitarias anunciaron la inclusión de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) en el Programa Nacional de Inmunización, con la aplicación a todas las niñas de nueve años en Cuba.
Dagmar García, subdirectora del Instituto Finlay de Vacunas, explicó que la decisión respondió a la relación comprobada entre la infección persistente por VPH y el cáncer de cuello uterino, una de las principales causas de muerte por cáncer en mujeres a nivel mundial, precisó el diario Granma.
La especialista acotó que se empleará la vacuna CECOLIN, de tipo bivalente, que protege contra los serotipos 16 y 18, responsables de alrededor del 70 por ciento de los casos de esa enfermedad.
García señaló que la inmunización resulta más efectiva antes del inicio de la vida sexual, por lo cual se determinó aplicarla a niñas de nueve años, en correspondencia con las recomendaciones internacionales.
La vacuna CECOLIN, producida por la empresa china Innovax, cuenta con la precalificación de la Organización Mundial de la Salud y ha demostrado seguridad y eficacia en su uso.
El Programa Nacional de Inmunización, en funcionamiento desde 1962, administra cada año un promedio de 4 800 000 dosis de 13 tipos de vacunas, de las cuales ocho son de producción nacional.
Gracias a ese programa, Cuba eliminó seis enfermedades transmisibles, entre ellas la poliomielitis y el sarampión, y redujo complicaciones graves como el síndrome de rubéola congénita.
Con la incorporación de la vacuna contra el VPH, el país refuerza su estrategia de prevención y se adelanta en más de una década a la aparición de casos de cáncer cervicouterino en las nuevas generaciones.
01 Octubre 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud
Oct
7
Passiflora es un género de plantas de la familia Passifloraceae que está distribuido principalmente en América tropical y subtropical. Su nombre, adoptado por Carlos Linneo en 1753, proviene del latín flos passionis, que significa literalmente “flor del sufrimiento” o “flor de la pasión” y alude a la Pasión de Jesús.
Originalmente tal denominación fue otorgada por los misioneros jesuitas en 1610, debido a la similitud de algunas partes de las flores con los símbolos religiosos relativos a este particular episodio de la vida de Jesús, narrado en los Evangelios. Los jesuitas quisieron ver el látigo con el que fuera azotado en los zarcillos, los clavos de la cruz en los estilos, mientras que la corona de espinas estaría representada por los estambres y la corola radial de la flor.
Las pasifloráceas pueden ser enredaderas de varios metros de longitud o también plantas erectas, semierectas y semirrastreras, siendo en este último caso menores de un metro. Actualmente se considera que se encuentran distribuidas por todo el mundo, excepto en la Antártida, aunque el género Passiflora en particular está ausente de África.
Hay tres especies en específico cuyo interés medicinal aparece referido en el Formulario de fitoterápicos de la Farmacopea Brasileña. Estas son la Passiflora alata, la Passiflora edulis y la Passiflora incarnata, que se recomiendan en ese texto como ansiolíticas y sedantes leves.
La Passiflora alata es nativa de la región del Amazonas en Brasil, donde se le conoce como ‘ouvaca’. Esto significa estrella roja, y se le denomina así debido a la apariencia de su flor. Se trata de una planta trepadora, con frutos comestibles y muy apreciados, cuyas flagrantes flores alcanzan entre siete y diez centímetros de diámetro.
La Passiflora edulis es una planta trepadora, propia de Sudamérica y Centroamérica, que específicamente se considera nativa de Brasil. Esta especie puede alcanzar hasta nueve metros de longitud en condiciones climáticas favorables y su flor normalmente es de color blanco, con tintes rosáceos o rojizos. Su fruto comestible, conocido como fruta de la pasión o maracuyá, es de color amarillo, anaranjado o morado.
Por último, la Passiflora incarnata es una liana trepadora de rápido crecimiento, alcanza un largo de hasta nueve metros y posee unos zarcillos que le sirven para trepar. Sus flores son aromáticas, grandes y solitarias, de cinco centímetros de diámetro y de color blanco, amarillento o carnoso con tonos púrpuras. Su fruto también es comestible, pero posee muchas semillas. En algunos lugares se le conoce como flor de pasión o también maracuyá.
De estas tres especies, solo están presentes en Cuba Passiflora edulis y Passiflora incarnata. Aunque las tres tienen propiedades ansiolíticas y sedantes, es realmente Passiflora incarnata la mejor estudiada y documentada, con mejores evidencias a favor de su empleo terapéutico.
De acuerdo con el referido texto brasileño, las hojas secas de las tres pasifloras se pueden utilizar para elaborar una infusión, a razón de una cucharadita del material vegetal troceado en 150 mililitros de agua hirviendo. En mayores de 12 años se puede utilizar esta cantidad, los 150 mililitros, entre dos y cuatro veces en el día.
No se recomienda su uso prolongado y debe limitarse en las mujeres embarazadas o que lactan, así como por niños menores de 12 años. Tampoco se debe consumir asociado a medicamentos sedantes o depresores del sistema nervioso. Es posible que en los pacientes que utilicen esta infusión se presente un poco de somnolencia, un efecto adverso asociado a su consumo.
Así entonces, las hojas de cada una de las tres especies aquí comentadas constituyen una opción en el tratamiento de problemas de ansiedad e insomnio, a partir de sus propiedades medicinales. Las mismas poseen flavonoides, fenoles y aceites esenciales, principios activos responsables en conjunto de las acciones farmacológicas referidas, por las cuales tradicionalmente han sido utilizadas estas pasifloras. Es por ello que está respaldada su recomendación, desde el punto de vista etnomédico y sobre la base de evidencias científicas sustentadas en la investigación moderna, para el cuidado de nuestra salud mental… ¡desde lo natural!
30 Septiembre 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Desde lo natural
Oct
3
La farmacéutica cubana Dagmar García enumeró hoy las bondades de la venidera campaña de vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), que beneficiará a todas las niñas de nueve años de esta isla caribeña.
A su juicio, una de las primeras razones de las autoridades sanitarias para tomar esta decisión es enfrentar el problema: la relación existente entre la infección con el VPH y el Cáncer de Cuello Uterino, reflexionó en sus redes sociales.
Es común que casi todas las personas sexualmente activas se contagiarán con algún tipo de VPH en su vida. Si una infección con estos virus persiste por muchos años, puede generar cambios lentos en las células del cuello del útero de la mujer, que con el tiempo pueden convertirse en cáncer, explicó.
El cáncer de cuello uterino es una de las principales causas de muerte por cáncer en mujeres en muchas partes del mundo, alertó.
La otra, es la solución: la Vacuna contra el VPH, una especie de «entrenamiento» para tu sistema inmune. Le enseña a tu cuerpo a reconocer y combatir a los tipos más peligrosos del virus antes de que te expongas a ellos, señaló la subdirectora del Instituto Finlay de Vacunas, creador de uno de los inyectables administrados en Cuba contra la Covid-19, la vacuna Soberana.
En el caso de la vacuna contra el VPH que se aplicará en Cuba es la CECOLIN bivalente, que protege contra los serotipos 16 y 18, los más frecuentes, resaltó la científica.
En sus comentarios explicó, además, por qué es importante esto. Porque se calcula que estos dos tipos (16 y 18) son responsables de aproximadamente 7 de cada 10 casos de cáncer de cuello uterino en el mundo.
Al protegerte contra ellos, CECOLIN te está protegiendo contra la causa principal de esta enfermedad, subrayó. La vacuna es más efectiva cuando se aplica antes de la exposición al virus. Por eso se recomienda principalmente para niñas y adolescentes antes del inicio de la vida sexual.
CECOLIN es una vacuna segura y efectiva, y cuenta con el aval de la precalificación por la OMS. Es producida por la empresa China Innovax. Otra vez, la solución es vacunar. Es una decisión que se adelanta 15-20 años al problema, el cáncer cervicouterino, advirtió la farmacéutica.
La vacuna contra el VPH formará entonces parte del esquema de vacunación infantil, el cual administra hasta ahora como promedio anual unos cuatro millones 800 mil dosis de 13 tipos diferentes de vacunas, simples o combinadas, dirigidas a la prevención de 13 enfermedades, según cifras oficiales del Ministerio de Salud Pública.
De los inmunobiológicos, ocho son de producción nacional, el resto importados y ahora se suma la vacuna contra el VPH.
Estadísticas precisan que luego de seis décadas de puesta en marcha, el Programa nacional de inmunización, se ha logrado la eliminación de seis enfermedades (poliomielitis, difteria, sarampión, tosferina, rubéola y parotiditis); dos formas clínicas severas en menores de un año (tétanos neonatal y meningitis tuberculosa); y dos complicaciones clínicas graves (síndrome de rubéola congénita y meningitis posparotiditis).
30 Septiembre 2025 Fuente: Escambray/ Noticias/ Salud
