Cuba promueve también el llamado a la inclusión y el amor para acompañar el desarrollo de las personas con autismo, al celebrar este 2 de abril el Día Mundial de Concienciación sobre esta condición.

«Con tres mil 500 personas aproximadamente registradas en el espectro autista —el 60 por ciento del sexo masculino—, la isla avanza en un modelo comunitario que busca romper barreras y tejer redes de apoyo desde el amor y la ciencia, asegura la doctora Osmara Delgado Sánchez, especialista en programas de discapacidad del Ministerio de Salud Pública (Minsap)».

“Cada persona autista es única y su bienestar depende de escucharla, comprenderla y caminar a su lado, sabiendo que la inclusión no se mide en palabras, sino en abrazos que respetan los silencios y celebran las formas distintas de existir”, puntualizó la experta.

Detalló que aunque globalmente se estima que 1 de cada 100 personas está en el espectro; en Cuba la tasa es de 0,36 por cada mil habitantes y “en nuestro ámbito sabemos bien que detrás de cada cifra hay una familia y seres humanos que requieren nuestra mayor comprensión y empatía”.

Delgado resaltó que más de 300 profesionales sanitarios especializados en Cuba fortalecen las estrategias para la atención a las personas con autismo donde el progreso se construye con empatía y consagración.

En la Mayor de las Antillas, desde los consultorios del médico de familia hasta equipos multidisciplinarios, el sector de las batas blancas articula una red que integra salud, educación y sociedad; y no hablamos de curar, sino de potenciar habilidades con la premisa de actuar desde lo comunitario y que nadie quede atrás; aseveró Delgado.

Además, en 2018 fue la creado el Servicio Especializado para la Atención Integral a los Trastornos del Neurodesarrollo, con especial énfasis al espectro del autismo, fruto de la cooperación con las ONG MediCuba-Suiza y Solidaridad Luxemburgo Cuba.

Desde el conocimiento de siete especialidades: Psiquiatría infantil, Psicología, Logopedia y Foniatría, Neurología, Genética, Fisiatría, Medicina natural y tradicional— el servicio ha atendido a más de mil 750 niños y adolescentes, reduciendo tiempos de diagnóstico y ofreciendo terapias grupales e individuales, siempre con la participación activa de los profesionales de la salud y las familias.

«Nuestra misión es aumentar la calidad de vida, la esperanza mediante un hermoso programa, que incluye acompañamiento activo a familias, donde se ha logrado que el 70% de los pacientes aumenten su comunicación, su autonomía y que sus familias cuenten con información y conocimiento para entender y manejar la conducta y aprendizaje de sus hijos”, explicó psicóloga y coordinadora del proyecto, que tiene su sede principal en el Hospital Pediátrico Borrás-Marfán, Yoysy Rondón».

Actualmente existen otros siete equipos interdisciplinarios en cinco provincias del país: La Habana, Matanzas, Villa Clara, Holguín y Santiago de Cuba.

El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta el funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso y se presenta en las primeras etapas de la infancia; caracterizándose por limitar la interacción con el mundo exterior, el contacto con las personas del entorno, así como por causar problemas de comunicación verbal.

Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud

La sociedad Cubana de Medicina Física y Rehabilitación es una organización de carácter científico que agrupa a más de 2 000 profesionales de diversos perfiles asociados a la rehabilitación, la terapia física, la defectología, logopedia, foniatría, entre otros.

En consonancia con el principio de accesibilidad de los servicios de salud, nuestros profesionales están en distantes montañas a las que acuden cientos de pacientes, en centros de los diferentes niveles de atención de todos los municipios cubanos, incluido el Hospital de Rehabilitación “Julio Díaz González”, institución de Referencia Nacional en el tratamiento a niños y adultos.

Nuestra disciplina destaca asimismo por la formación de especialistas para Cuba y más de una veintena de países y los resultados en la atención de las discapacidades más complejas son reconocidos en no pocas naciones.

En medio de nuestro intenso bregar cotidiano, donde prima el sacrificio y entrega de los profesionales que se sobreponen a carencias y a dificultades, hemos observado con indignación la actitud ajena a los principios en los que fuimos formados, de un cubano, graduado de Medicina, especialista en Medicina Física y Rehabilitación, que en la actualidad reside en Colombia.

Este antiguo colega ha violado de forma sistemática y pública los principios más elementales del comportamiento de un verdadero profesional de la salud. Desde su perfil en redes sociales digitales ha mentido, coaccionado, amenazado, difamado a médicos y a instituciones cubanas vinculadas al diagnóstico y tratamiento del niño de 10 años de edad que fue trasladado el pasado 12 de marzo a un hospital en el sur de la Florida. Sus reiteradas publicaciones han mantenido como línea la agresividad y la mentira, unidas a la descalificación de quienes, en su momento, fuéramos sus compañeros de profesión.

Nuestra sociedad científica rechaza firmemente dicha actitud y toma distancia de posturas de esa naturaleza ofensiva y vergonzosa. La actitud de este ex profesional de la Salud, aunque nos indigna, no nos sorprende. Entre los meses de agosto y septiembre de 2008 participó en un evento de Neurodesarrollo en Cali, Colombia. A pesar de haber sido invitado y sus gastos asumidos por los organizadores, una vez allí amenazó y coaccionó tanto verbal como físicamente a las organizadoras, a las que exigió una remuneración no acordada por su participación. A ello se sumó la falsificación de un currículum para acreditarse el reconocimiento a una trayectoria que no poseía.

Entre otras mentiras, incluyó cursos de preparación en Corea del Sur, Inglaterra y Estados Unidos, países que jamás visitó y conocimientos que tampoco adquirió. Se trataba de logros de otros profesionales de nuestra sociedad que se adjudicó de forma engañosa y que acreditó con documentos falsos. Su vergonzosa conducta fue denunciada por los organizadores del evento, quienes aportaron las pruebas documentales, así como grabaciones de su actitud y comportamiento. Estas graves violaciones lo llevaron a ser inhabilitado del ejercicio de su profesión en el año 2009.

Los dilemas éticos a los que un médico se enfrenta durante su actuar son disímiles, pero un médico no miente, no manipula, no hiere, no humilla; pone siempre su solidaridad, altruismo, el deseo de vencer la enfermedad y las dificultades que puedan aparecer por encima de todo, por el bien de su paciente, familia y compañeros.

Un médico cubano cuida y protege. Un médico cubano rehabilitador, se solidariza y compromete con el bienestar integral de las personas, sea cual sea su origen, etnia, posición social, su estado y el de su entorno familiar. Un médico cubano, donde quiera que se encuentre, muestra además respeto profundo por otros especialistas.

Nuestra Sociedad Científica repudia la conducta deplorable de este practicante de origen cubano y traslada su preocupación a los verdaderos y reconocidos profesionales de la medicina física y la rehabilitación en ese hermano país, con muchos de los cuales mantenemos excelentes y sistemáticos vínculos. Lazos reforzados con la formación en Cuba de una veintena de colombianos como Especialistas de Rehabilitación, cifra que se eleva a 1029 graduados como médicos y a los 1319 que en este momento estudian la carrera o alguna especialidad.

El gremio que representamos no compartirá jamás la agresión al sistema de salud cubano, ni a la labor que a diario hacemos. Nuestra obra, en medio de enormes carencias, de sacrificios colectivos e individuales, habla por sí sola. El legado de la medicina cubana será siempre más fuerte que viles ataques de anodinos.

Presidencia de la Junta de Gobierno de la Sociedad Cubana de Medicina Física y Rehabilitación

1ro. de abril de 2025

Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud

Cuba reconoció hoy el impacto favorable del proyecto para la digitalización hospitalaria en el diagnóstico de imagen, impulsado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y el Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap).

La cooperación conjunta, que inició en 2022 y concluyó este viernes, permitió la introducción de medios de cómputo, tecnologías e insumos para la infraestructura de conectividad de redes y el empleo del módulo de medio diagnóstico del Sistema Galen Clínica en cinco hospitales de la nación caribeña.

De acuerdo con la viceministra primera del Minsap, Tania Margarita Cruz, y el embajador japonés en la isla, Nakamura Kazuhito, la colaboración solidaria entre ambas naciones durante los últimos tres años benefició, principalmente, al sistema sanitario cubano.

«En la ceremonia de cierre del proyecto, efectuada en el capitalino hospital Manuel Fajardo, la vicetitular del Minsap aseguró que la digitalización de los servicios de imagenología en los hospitales seleccionados propicia el intercambio entre profesionales con fines asistenciales y académicos».

Asimismo representa un paso de avance en la transformación digital en esas instituciones, eleva la calidad en la prestación de los servicios a la población, al facilitar un informe y resultado diagnósticos más ágiles para la toma de decisiones con el paciente, disminuyendo los tiempos de espera, apuntó.

Por su parte, el diplomático nipón resaltó el fortalecimiento de los nexos bilaterales para materializar la cooperación técnica en el área sanitaria y señaló que durante los tres años de implementación, 24 especialistas cubanos recibieron entrenamiento en su país.

Nakamura reconoció asimismo el prestigio y consagración de médicos, enfermeros y técnicos del sistema de salud cubanos sin los cuales no hubiera sido posible el proyecto, al que calificó de muestra de amistad del pueblo y el Gobierno japonés con su contraparte en la isla antillana.

Según el representante de JICA en La Habana, Ashida Tatsuya, y la directora del hospital Manuel Fajardo, Mirtha Miranda, el proyecto dotó, además, a las instituciones escogidas de servidores y discos duros de almacenamiento, sistemas de aterramiento para nodos, cables de fibra óptica, terminales de visualización, ente otros medios.

Los hospitales Fajardo, Miguel Enríquez, Calixto García y Juan Manuel Márquez (en la capital) y el Abel Santamaría de Pinar del Ríos (occidente) se beneficiaron de la colaboración cubano-japonesa.

28 Marzo 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud