Mar
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Un estudio confirma algo que la simple observación en la vida diaria muchas veces revela: el matrimonio hace engordar, sobre todo a los hombres.
Un estudio que se presentará en el Congreso Europeo sobre Obesidad en Málaga muestra que estar casado triplica el riesgo de obesidad en los hombres (pero no aumenta el riesgo en las mujeres), mientras que incrementa el riesgo de sobrepeso en un 62% en los hombres y en un 39% en las mujeres.
El estudio fue realizado por Alicja Cicha-Mikołajczyk, del Instituto Nacional de Cardiología de Varsovia, que también reveló que cada año adicional de edad aumenta el riesgo de sobrepeso y obesidad en ambos sexos.
Los expertos utilizaron datos de 2.405 personas (1.098 hombres y 1.307 mujeres) con una edad media de 50 años: el 35,3% tenía un peso normal, el 38,3% tenía sobrepeso y el 26,4% eran obesos.
Además, evaluaron el conocimiento sobre salud, la presencia de depresión y el apoyo social (frecuencia de contactos). La mayoría de los encuestados tenía al menos educación secundaria (59%), una alfabetización sanitaria adecuada (55%) y un nivel de apoyo social al menos moderado (50%), mientras que el 15% informó sufrir depresión.
Los resultados mostraron que estar casado se asocia con el sobrepeso en ambos sexos, con un aumento del 62% del riesgo en los hombres casados en comparación con los solteros, y un aumento del 39% en las mujeres casadas en comparación con las solteras. Sin embargo, la relación entre matrimonio y obesidad fue mucho más fuerte en los hombres: los casados tenían 3,2 veces más probabilidades de ser obesos que los no casados. La edad también resultó ser un factor de riesgo independiente para el sobrepeso y la obesidad en ambos sexos.
Cada año adicional de edad aumenta el riesgo de sobrepeso 3% en los hombres y 4% en las mujeres, mientras que el riesgo de obesidad aumenta 4% en los hombres y 6% en las mujeres. En las mujeres, pero no en los hombres, una alfabetización sanitaria inadecuada aumentaba el riesgo de obesidad en un 43%, mientras que la presencia de depresión duplicaba el riesgo de obesidad.
«La edad y el estado civil tienen un impacto innegable en la coexistencia con el sobrepeso o la obesidad en la edad adulta, independientemente del sexo. Nuestros resultados indican que la difusión del conocimiento sobre salud y la promoción de hábitos saludables a lo largo de la vida podrían reducir el preocupante aumento de los niveles de obesidad», concluyen los autores del estudio.
17 Marzo 2025 Fuente: Perlavisión/ Noticias/ Salud
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Su nombre científico es Cissus verticillata y en Cuba se le conoce popularmente como bejuco ubí. Originaria de las regiones tropicales del continente americano, esta especie es, según Roig, muy común en nuestro país, donde se le halla en cercas y matorrales, en colinas y montañas calcáreas de cierta elevación.
El bejuco ubí es una planta trepadora perenne, de hojas ovaladas, con la base en forma de corazón, que florece en los meses invernales. Sus frutos son pequeños en forma de bayas. De color purpúreo, se tornan negros cuando maduran.
En su obra Plantas medicinales, aromáticas y venenosas de Cuba, Roig apunta que “hace algunos años, cuando una epidemia de influenza azotó la Isla, alcanzó gran fama el bejuco ubí como remedio eficaz contra esta enfermedad”. También señala que en la región de Camagüey se emplea para tratar las enfermedades del pecho y las afecciones venéreas.
Cita a otros autores, entre ellos Stadley, quien dice que “las hojas a veces se aplican a los granos o inflamaciones y en México la decocción de los tallos se usa como remedio para el reumatismo”, y a Caíñas, que refiere que “la decocción a partes iguales de tallos y hojas constituye un positivo remedio contra la gripe, si se bebe a razón de cuatro tazas al día, lo más caliente que sea posible, como sudorífico”.
La Farmacopea vegetal caribeña, en su tercera edición, recomienda el empleo de las hojas del bejuco ubí para tratar los abscesos y afecciones ganglionares, los forúnculos, el resfriado, la tos y la gripe. En todos los casos, la parte a utilizar es la hoja.
La forma de preparación para las afecciones ganglionares y los abscesos es lavando la lesión con agua hervida y jabón, igual que la hoja, la que se calienta ligeramente al fuego para tomar entre una y dos cucharadas del material vegetal bien troceado, que se aplica directamente sobre la zona afectada. Luego, se cubre el área con un apósito o paño limpio. El procedimiento se hace dos veces en el día.
Para los forúnculos, se recomienda también lavar la lesión con agua y jabón, para entonces aplicar en cantidad suficiente la hoja lavada y machacada sobre la zona afectada. Esta se cubre con un apósito o paño y limpio, renovándolo dos veces al día.
Por último, para los resfriados, la tos o la gripe se prepara una decocción con seis cucharadas de hojas troceadas en un litro de agua. Esta mezcla se pone a hervir en recipiente tapado por 10 minutos, se deja enfriar y se filtra. Se bebe una taza, equivalente a 250 mililitros, tres veces en el día.
Fuera de los usos anteriores del bejuco ubí, otras propiedades de la planta han sido investigadas mediante estudios de laboratorio, lo cual hace que esta adquiera un renovado interés en el campo de la fitoterapia. Si bien tales investigaciones no son todavía clínicas en la mayoría de los casos, son importantes de cualquier manera y le otorgan al bejuco ubí nuevas aplicaciones.
Se han estudiado los efectos gastroprotector, antidiarreico, antidiabético y ansiolítico, así como sus propiedades antibacterianas y antifúngicas.
Un aparte lo merece el uso como hipoglicemiante en diabéticos, ya que en algunos lugares de Brasil y en otras regiones se le conoce como “insulina vegetal”. En esas tierras es empleado el bejuco ubí para controlar la glicemia.
Sobre su efecto antidiabético, se plantea que este se produce sin incrementar los niveles de insulina en sangre y fundamentalmente se recomienda su empleo por pacientes portadores de diabetes mellitus tipo II.
Se dice que el efecto antidiabético del extracto de esta planta funciona mediantre un mecanismo similar al de las biguanidas, drogas utilizadas en el tratamiento farmacológico convencional de la enfermedad, entre las cuales la metformina es la más conocida.
En cuanto al efecto gastroprotector, se ha demostrado una protección de la mucosa gástrica en modelos experimentales con animales de laboratorio, pero este fue más marcado cuando la administración del extracto de la planta antecedió a la sustancia irritante del estómago.
Sobre el efecto antidiarréico, se ha evidenciado que disminuye la cantidad de heces líquidas y retrasa la aparición de la diarrea, lo cual se relaciona con una disminución del tránsito intestinal y un incremento en la absorción de agua y electrolitos.
En la acción sedante, se plantea que los compuestos responsables son los flavonoides, el linalool y el alfa-tocoferol presentes en las hojas.
Por último, la actividad antifúngica y antibacteriana de los extractos de la planta se ha demostrado en laboratorio frente a Escherichia coli, estafilococos, pseudomonas y varios tipos de bacilos, así como frente a hongos patógenos.
Debe diferenciarse esta planta de Cissus trifoliata, especie del mismo género y que la población identifica con igual nombre vulgar, pero que es diferente.
No se recomienda el uso del bejuco ubí en personas susceptibles a padecer de depresión o bajo tratamiento con fármacos antidepresivos. Tampoco debe emplearse durante el embarazo (puede provocar aborto) y la lactancia, ni en niños menores de cinco años.
Fuera de estos elementos de rigor, el bejuco ubí es una planta medicinal con amplios usos bien documentados y otros bajo investigación que la convierten en una herramienta útil para cuidar nuestra salud… ¡desde lo natural!
18 Marzo 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud desde lo natural
Mar
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El Centro de Investigación y Rehabilitación de las Ataxias Hereditarias (Cirah) ubicado en la provincia de Holguín y único de su tipo en Cuba durante 25 años de labor ininterrumpida, acciona en favor de la calidad de vida de los pacientes diagnosticados con esta patología.
La doctora Jacqueline Medrano Montero, directora de la institución, precisó a la ACN que las Ataxias Espinocerebelosas (SCA) se consideran afecciones huérfanas de tratamiento, por tanto los medicamentos van encaminados a reducir los síntomas.
Como resultado de los ensayos clínicos para el tipo II de esta enfermedad, la de mayor prevalencia en el territorio, se utilizan en la actualidad el Sulfato de Zinc, la vitaminoterapia a partir del Complejo B, las vitaminas C y E y otros que dependen las características particulares de cada paciente, señaló.
La experta precisó que se emplean asimismo técnicas de rehabilitación, con un enfoque integral, las cuales mejoran en un 86% las funciones motoras, la marcha, la coordinación y el equilibrio, entre las principales áreas afectadas.
En materia de investigación, las líneas temáticas pretenden retrasar el curso evolutivo de la afección y proporcionar orientación a las familias de los enfermos y portadores del gen autosómico dominante, que tienen hasta un 50% de probabilidad de desarrollar SCA2.
El centro se destaca también por la formación de personal médico y técnico especializado y socializar sus resultados a partir de publicaciones en revistas de alto impacto, tanto en inglés como en español, refirió Medrano Montero.
Holguín concentra la mayor cantidad de enfermos con SCA2 a nivel mundial, con una tasa de prevalencia de 8, 91 por cada 100 mil habitantes, por tanto constituye un problema de salud para el país por ser hereditaria e incurable.
En marzo del año 2000 y por iniciativa del líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro, fue fundado el Cirah para proporcionar atención centralizada a este grupo poblacional vulnerable y fomentar programas e investigaciones encaminados a retrasar la aparición de esta patología.
14 Marzo 2025 Fuente: Radio Habana Cuba/ Noticias/ Salud
