Nov
17
Daimelis Mustelier Hernández —licenciada en Derecho— explicó a la Agencia Cubana de Noticias que la idea surgió en octubre de 2022, en medio de la crisis de materias primas que dejó la pandemia COVID-19.
Nos preguntamos qué teníamos en abundancia, y la respuesta estaba en los cocoteros. A partir de ahí comenzamos a producir aceite de coco, sábila y otros preparados naturales que pronto se convirtieron en siete u ocho fórmulas artesanales, interrumpió Leuciel Domínguez Tamayo, esposo de la joven y líder de la iniciativa.
El proyecto, impulsado junto a Domínguez Tamayo, comunicador social, y dos colegas de carreras tan diversas como la gestión sociocultural para el desarrollo e instructor de arte, responde no solo a la falta de cosméticos de calidad en el mercado local, sino también a una tradición cultural.
Las mujeres de antaño usaban productos naturales para el cabello y la piel, nuestra pretensión es rescatar esa práctica que ofrece alternativas seguras, sin químicos ni colorantes artificiales, afirmó Mustelier Hernández.
Para lograrlo, los emprendedores se capacitaron en La Habana, en un curso organizado por la Sociedad de Cosmética, lo que les permitió validar sus conocimientos y obtener licencia como trabajadores por cuenta propia. “Ese aprendizaje nos abrió las puertas a un mundo nuevo y nos dio la seguridad de que podíamos hacerlo bien”, comentó Domínguez Tamayo.
Detalló Daimelis que la materia prima proviene de productores locales, con quienes han tejido un encadenamiento que fortalece la economía del territorio. “El aceite de sésamo nos lo suministra Idelfonso Silva Pérez, quien lo extrae del ajonjolí.
Añadió que trabajan con también con romero, jengibre, cúrcuma y eucalipto, que transformamos en aceites esenciales y oleatos”.
Los resultados han sido palpables y conmovedores. “Una niña que perdió todo su cabello tras un tratamiento contra el cáncer recuperó su abundante melena gracias al aceite de romero.
De igual modo, un niño alérgico logró cicatrizar rápidamente sus úlceras en la piel con aceite de sábila, cuando los medicamentos químicos le provocaban irritaciones”, relató la emprendedora.
Para el colectivo, lo más valioso es el impacto humano. “Lo más bello de nuestro trabajo es ayudar a que las personas recuperen su salud y su estética. Nuestra máxima lo resume todo: el principio de la belleza es la salud”, afirmó sonriente.
Hoy, en el Paseo José Martí —la principal arteria comercial de Nueva Gerona— los transeúntes se detienen frente al punto de venta de Orión, donde, Daimelis, cuya discapacidad en ambas manos limita la gestualidad tan característica del cubano, comparte con amabilidad las propiedades de sus productos naturales y el compromiso que guía el proyecto.
Nov
17
Canadá ha perdido su estatus de eliminación por sarampión casi tres décadas después de haber logrado esa distinción, en circunstancias que se parecen mucho a las que han ocurrido en Estados Unidos este año.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) notificó la semana pasada a la Agencia de Salud Pública de Canadá que el país ya no tiene el estatus de eliminación del sarampión, lo que significa que la región de América en general ha perdido esta categorización.
Un país pierde su estatus de eliminación del sarampión cuando experimenta 12 meses consecutivos de transmisión. Canadá alcanzó el estatus de eliminación por sarampión en 1998, dos años antes que Estados Unidos.
“Esta pérdida representa un revés, pero también es reversible”, dijo el director de la OPS, Jarbas Barbosa.
Estados Unidos también está a punto de perder su estatus de eliminación por sarampión, ya que este año ha experimentado sus peores brotes de sarampión en décadas.
“Los factores que llevaron a que Canadá perdiera su estatus de eliminación del sarampión son exactamente los mismos que están llevando a Estados Unidos”, dijo Isaac Bogoch, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital General de Toronto, a The Hill.
Entre estos factores destaca la reducción de las tasas de vacunación. Las autoridades sanitarias sostienen que una tasa de vacunación del 95 por ciento es clave para prevenir la propagación del sarampión. La tasa cayó entre los niños de infantil en EE. UU. hasta el 92.5% en el curso 2024-25, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Según la Organización Mundial de la Salud, el 79% de los canadienses había recibido un programa completo de la vacuna contra el sarampión en 2024.
Aunque esta tasa de inmunización sigue siendo alta, la cobertura es inconsistente en todo el país.
En Canadá, como en EE. UU., existen focos de comunidades poco vacunadas. Una comunidad menonita en el suroeste de Ontario es un ejemplo.
“Vivimos en una era de movilidad humana sin precedentes. Y cuando tuvimos casos importados a esas comunidades, el virus se disparó como la pólvora”, dijo Bogoch.
Esto refleja lo que ocurrió en Texas este año, cuando un brote de sarampión se propagó desde una comunidad mayoritariamente menonita en el condado de Gaines, en el oeste de Texas. Este año se han confirmado más de 1 700 casos de sarampión en Estados Unidos.
Aunque el brote en Texas ha sido declarado finalizado, los brotes activos continúan en estados como Arizona, Carolina del Sur y Utah.
Según la OPS, si la transmisión del sarampión no se detiene antes del 20 de enero de 2026, Estados Unidos también perderá su estatus de eliminación del sarampión. México podría seguir poco después, habiendo visto una transmisión sostenida desde el 1 de febrero de 2025.
Los especialistas en enfermedades infecciosas en EE. UU. no creen que EE. UU. pueda evitar el destino de Canadá.
“Creo que es muy probable que perdamos nuestro estatus de eliminación, ya sabes, según la definición de 12 meses de transmisión endógena”, dijo Andy Pavia, profesor y experto en enfermedades infecciosas pediátricas en la Universidad de Utah.
“Ya hemos perdido el estatus de eliminación para las Américas como región, lo que nos involucra. Probablemente sea más embarazoso y una declaración de nuestro fracaso en contener estos brotes que algo que tenga un impacto directo en la financiación, los viajes o las restricciones”, añadió.
Pavia lamentó que Estados Unidos debería haber hecho un mejor trabajo abordando la caída de las tasas de vacunación y restaurando la confianza en las vacunaciones. También opinó que las autoridades podrían haber hecho más para contener la transmisión, señalando que la financiación estatal y local de la salud pública ha ido disminuyendo junto con los despidos masivos en los CDC.
Cuando The Hill solicitó comentarios, la OPS afirmó que “la pérdida del estatus de eliminación no tiene consecuencias formales”, aunque el grupo enfatizó los “graves impactos en la salud y la sociedad, incluyendo muertes evitables entre poblaciones vulnerables”.
“Sí, tuvimos un gran brote de sarampión. Pero si lo pones con la marca de tiempo ahora, ambos están muy controlados. El de Ontario se ha acabado y el de Alberta prácticamente ha terminado”, dijo Bogoch. “Pero desde un punto de vista muy técnico, sí, ¿sabes qué? Tuvimos transmisión de un virus en Canadá durante más de un año y, por definición, eso nos hizo perder el estatus de eliminación”.
El riesgo para la población general sigue siendo bajo, ya que la mayoría de las personas tienen inmunidad por las vacunas o porque ya habían tenido la enfermedad. Un esquema completo de dos dosis de la vacuna contra el sarampión, paperas y rubéola es un 93% eficaz para prevenir infecciones por sarampión.
Sin embargo, Bogoch afirmó que la pérdida de este estatus “daña” la reputación internacional de Canadá como país de altos ingresos con un sistema de salud pública robusto.
En el caso de Estados Unidos, perder su estatus de eliminación por sarampión no sería solo una cuestión técnica.
“Lo vamos a perder porque hemos tenido una transmisión sostenida y múltiples brotes», dijo Pavia. “La buena noticia es que algunos brotes ya están controlados. Nuevo México está contenido. Kansas está contenido. La mala noticia es que cada vez que un estado logra contener su brote, vemos que algo empieza a descontrolarse en otro estado”.
Otro país desarrollado, el Reino Unido, perdió su estatus de eliminación en 2019 antes de recuperarlo en 2021. La Agencia de Salud Pública de Canadá está trabajando para restablecer su estatus de eliminación del sarampión.
Si EE. UU. pierde su estatus de eliminación, Pavía dijo que las tasas de inmunización tendrán que aumentar.
“Se puede hacer. Probablemente no se pueda hacer sin un mejor apoyo de HHS, con lo que ahora mismo estamos realmente luchando», dijo. “También tenemos que ser capaces de intervenir y contener estos brotes rápidamente, para que no se propaguen de estado en estado y se conviertan en algo muy grande. Eso significa que tenemos que restaurar parte de la financiación a los departamentos de salud estatales y locales. Los CDC deben tener la capacidad de intervenir y ayudar cuando los departamentos de salud estatales y locales lo soliciten”.
“Todas esas cosas son desafíos ahora mismo”.
The Hill se ha puesto en contacto con el Departamento de Salud y Servicios Humanos para obtener comentarios.
16 Noviembre 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud
Nov
15
He visto muchos hombres destruidos, convertidos en guiñapos: tan poquita cosa que si las soplas los mandas a volar; que no pudieron más y se colgaron del guayabo del patio, que se abrieron la muñeca en canal; que sí pudieron, pero no saben qué hacer con tanto dolor y este le carcome las entrañas como un cáncer.
He visto muchos hombres destruirse y destruidos ya; sin embargo, creo que solo una vez alguien que carga en sí los dos estados. El otro día un muchacho, no pasaría de los 25, se derrumbó en un quicio frente a mi casa.
No es el derrumbarse de los borrachos que pierden el equilibrio y caen; este es más profundo, como si hubiera olvidado cómo estar de pie. Al sentarse se le descoyuntó la cabeza de repente. Los espejuelos se deslizaron de su rostro. Soltó la fosforera y el cigarro que intentaba encender no pudo apresarlo más entre los labios. Su cerebro se encontraba en blackout. Su cuerpo le era ajeno, como si le perteneciera a otro.
«El químico está acabando con la gente», me dice mi madre, mientras observamos la escena. Tal vez no era el químico nada; sin embargo, su rostro ido, sus músculos como gelatina de naranja se asemejaban demasiado a los videos que circulan por las redes sobre los efectos de esta droga.
Mi primer pensamiento fue preguntarme de qué huía ¿Qué miedo, qué insatisfacción, qué dolor pueden llevar a una persona a arriesgarse a tal fuga? No solo escapaba de la realidad, la trituraba. La molía como cristales. Negaba todo, incluso a sí mismo.
El Químico, la no tan nueva droga sintética, en circulación por los bajos mundos y quizás por los no tan bajos, tal vez sea de la peor de su tipo. Te mata el raciocinio. Te automatiza. No sabes qué haces, solo lo haces. Se pierden en la bruma causas y consecuencias. En ese estado puede cometer cualquier hecho desde agredir a una extraño o a sí mismo. Nada importa, porque todo resulta leve.
Cuidado jóvenes que creen que del mundo hay que experimentarlo todo: luces, mareos, éxtasis. Las relaciones más tóxicas comienzan con un leve coqueteo. Aquellos que quieren marcharse – marcharse de sí mismos, del barrio, de la familia disfuncional – tengan precaución que existen salidas «fáciles» más peligrosas que cualquier cautiverio. Además que debemos aprender a encarar los problemas, no a echarlos a un lado, como si estos no estuvieran ahí, como si nosotros no estuviéramos ahí.
Pensé en acercarme al muchacho en el quicio, ver si podía ayudarlo en algo. Darle mi hombro para que se pusiera en pie, recogerle las gafas, encender el cigarro. Sin embargo, temía su reacción. No sabía qué pudiera pasar por su cabeza o peor que esta estuviera en blanco y actuara por reflejo y no por reflexión. Todo lo consumido en Internet, tantos videos de gente «enquimicada» que realizan lo inverosímil, no por milagroso, sino por extraño e inesperado. Confieso que mis dudas pudieron más que el buen samaritano que deseo haya en mí.
En lo que me decidía a socorrerlo, él volvió un poco en sí. Con dificultad logró incorporarse. Agarró sus gafas y la fosforera. El cigarro quedó en el suelo. Con pasos muertos, avanzó hacia el final de la cuadra. Seguiría así, sin rumbo, hasta que se derrumbara en el próximo quicio, hasta que le golpeara el próximo blackout. Ahí iba él, destruido y en proceso de destruirse.
14 Noviembre 2025 Fuente: Girón/ Noticias/ Salud
