La presencia de los más de tres mil galenos de la isla en estas tierras forma parte de un acuerdo gubernamental y de cooperación internacional.

Especialistas de la brigada médica de Cuba contribuyen a garantizar hoy la cobertura de servicios esenciales de salud en hospitales y otras instalaciones de México, sin desplazar a los profesionales de esta nación.

La presencia de los más de tres mil galenos de la isla en estas tierras forma parte de un acuerdo gubernamental y de cooperación internacional; se garantizan sus plazas, salarios y seguridad social en Cuba, a la vez que se protegen las condiciones de vida, trabajo y manutención en México.

Una de estas especialistas, la oftalmóloga Magdevis Ruiz, llegó en julio del año pasado y comenzó a trabajar en el central estado de Hidalgo, específicamente en el Hospital General de Tulancingo Bravo, a unos 112 kilómetros de la Ciudad de México.

“Desde hacía aproximadamente siete años no había esta especialidad en el hospital, y los pacientes tenían que viajar hasta la capital del estado para su atención, con citas muy demoradas o, de lo contrario, atenderse en consulta privada, y no todos contaban con los recursos económicos”, relata.

En diálogo con Prensa Latina, la doctora explica que por ese motivo presentaban muchas complicaciones asociadas con la falta de atención, en especial los pacientes diabéticos, ya con estadios avanzados de retinopatia diabética.

Con su presencia en la institución de salud comenzó a tratarse a niños, embarazadas y adultos en general, así como a quienes arribaban a urgencias tanto por padecimientos puramente oftalmológicos como de otra especialidad que lo requiriera.

Por su parte, la pediatra cubana Marité Llerena llegó el 9 de septiembre de 2022 al sureño estado de Campeche, situado a más de mil kilómetros de la Ciudad de México, y allí inició cursos para conocer sobre los protocolos y otras particularidades.

Después nos ubicaron en diferentes municipios de la entidad federativa, “los más carentes en cuanto a atención especializada”, comenta la galena, quien trabaja desde entonces en el Hospital Comunitario de Hopelchén Pedro Lara y Lara.

“Siempre ha sido la opinión del cuerpo de gobierno del hospital que la atención médica especializada se ha recuperado casi al 100 por ciento desde que comenzamos a laborar y están muy agradecidos por eso”, añade Llerena, al destacar la salvación de un gran número de vidas.

La doctora refiere también la integración con el personal mexicano y el logro gracias a ello de un trabajo en equipo y resultados muy satisfactorios, lo cual perciben igualmente pacientes y familiares, quienes expresan su agradecimiento por la calidad y la calidez de la atención prestada.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha resaltado en varias ocasiones la labor de los médicos cubanos en esta nación.

“Ahora que he estado recorriendo el país, que voy a algunos centros de salud, me ha tocado ver la participación, cómo están trabajando y el agradecimiento de la gente de su participación para poder cubrir alguna especialidad”, dijo la mandataria en una reciente conferencia de prensa.

31 marzo, 2025 Fuente: Escambray/ Noticias/ Salud

Samuel ha vivido cuatro años con un dolor en la espalda. Es una bolita que tengo y crece cuando cargo un tercio de leña o el cemento. Me duele y ya no puedo trabajar, le dice al doctor Ovidio, médico cubano que lo escucha y lo ausculta. Primero le mide la presión con el único baumanómetro que hay en el centro de salud de IMSS-Bienestar; le escucha el corazón, los pulmones. Lo toma de la cara, mira sus ojos, el interior de los párpados inferiores. Una revisión básica completa.

El galeno le pregunta al paciente por una mancha que tiene en la parte inferior de la boca, si le duele. Lo debe ver el dermatólogo. Le pide que se suba a la camilla y se recueste. Ovidio palpa el estómago y pregunta si tiene molestias. Sí, amanecí con diarrea.

Ya sentado, el médico revisa la espalda, donde está la bolita. Palpa la zona y aprieta. Es por tu trabajo, eso que cargas provocó un nódulo sebáceo en el músculo. Todavía es pequeño pero con el tiempo va a crecer y también el dolor será más fuerte, explica el médico y pregunta si es posible que ya no cargue tanto. Pues no, es mi trabajo, es la respuesta inmediata de Samuel.

El doctor, quien desde 2004 ha trabajado en diferentes países como parte de las misiones cubanas, extiende la receta y él mismo va al cuarto donde está la farmacia y trae la medicina para calmar el dolor de la espalda y unas vitaminas, pero si puedes, deja de cargar tan pesado, insiste.

Ese es el trabajo que realizan los médicos cubanos en el centro de salud de El Retiro, localidad donde las casas son de madera, viven alrededor de 200 familias y aunque hay un centro de salud desde hace una década, el servicio no había sido regular. En los pasados tres años ha estado a cargo la doctora Marilú Trejo, quien de septiembre a diciembre de 2024 tuvo una licencia por maternidad.

El centro de salud se volvió a quedar sin médico, pero en octubre llegaron los cubanos. Laboran de lunes a viernes de las 7 a las 15 horas y ahora se preparan para fortalecer la atención primaria con visitas a los adultos mayores que ya no salen de sus casas, a las mujeres que dieron a luz y para ver a los enfermos que están en cama. También buscan acercarse a los hombres que, por su trabajo, casi no van al centro de salud.

La mayor asistencia es de mujeres con sus hijos. Algunas ya acuden de manera regular; otras por alguna enfermedad, como Marisela, quien llegó con dos bebés, gemelos de un año tres meses de edad, los más pequeños de sus cinco hijos. Tenían una infección de vías respiratorias y luego de revisarlos, el doctor Ovidio dispuso: vamos a aprovechar para pesar y medir a los niños e iniciar el seguimiento de su crecimiento y desarrollo.

Así lo hizo con la ayuda de la enfermera. Antes ya le había dado las medicinas y al menos dos veces le explicó a Marisela cómo tomarlas y en las de los niños, además de la receta, el especialista escribió en las cajas, las dosis que debería darles. No te vayas a equivocar, le dice.

En una comunidad donde se habla tseltal y se rige por los usos y costumbres es indispensable pedir autorización para realizar cualquier actividad, lo que incluye la presencia de personas extranjeras que llegaron para brindar atención médica en el centro de salud. Los dos médicos familiares cubanos no lo sabían y les tocó constatar la desconfianza de la población. En los primeros días, si acaso llegaba un paciente.

El cambio vino luego de la asamblea en la que se informó a la población sobre su presencia y la pregunta de si estaban de acuerdo en ser atendidos por ellos. Nos aceptaron y aumentaron las consultas, recuerdan los galenos Ovidio de Jesús Bermúdez y Pedro Jorge Creixell. En una segunda asamblea, la comunidad aceptó las visitas a las casas.

Ahora, hay días que atienden hasta 15 personas entre las 7 de la mañana y las 3 de la tarde. A veces baja la afluencia por el clima de esta zona, los Altos de Chiapas, donde lo cotidiano son las bajas temperaturas y, por lo mismo, la gente no sale de su casa. Y la neblina, la visibilidad es casi nula. No se ve nada, comentó Creixell.

La doctora Trejo se reincorporó en diciembre al trabajo. Su horario es de las 8 a las 16 horas y lo primero que destaca es la sorpresa que le ha provocado ver que los pacientes regresan para su seguimiento, en los días que les indican los cubanos. Llevo tres años aquí y no había logrado eso, apunta.

El Retiro está a casi tres horas de Tuxtla Gutiérrez, dependiendo de las condiciones del camino. Se llega a San Cristóbal de las Casas y de ahí a Oxchuc. Luego existen dos opciones: un camino de terracería y de subida por donde pueden circular vehículos, preferentemente camionetas todo terreno; unos 30 minutos hasta un punto donde el camino termina y hay que seguir a pie. El mapa dice que son 650 metros al centro de salud. El primer tramo es de bajada por una vereda lodosa que para un citadino implica un alto riesgo de resbalar y caer.

El otro es un camino que se abrió recientemente. Algunos tramos son de concreto y otros –que parecen la mayoría– de terracería, pero los vehículos llegan hasta el centro de salud.

Ese es el recorrido que a diario realizan los médicos. Viven en Oxchuc, en un edificio donde se rentan cuartos. Para subir a El Retiro por las mañanas, abordan un mototaxi que nos cobra de 70 a 80 pesos y se va por el camino nuevo. Para el regreso no hay transporte, caminamos, hacemos senderismo para bajar al municipio. Eso no es obstáculo para hacer nuestro trabajo, comenta el doctor Pedro Jorge, quien tiene 37 años de experiencia como médico familiar y está satisfecho porque ya nos va conociendo la población.

Ha estado en misiones en ocho países. Me faltaba México, dice con una amplia sonrisa, mientras toma un descanso. Camina a la calle y coincide con la salida de los niños de la escuela. Uno de ellos pasa cerca y extiende la mano: “¡qué hay, doctor!”

17 Febrero 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud

El Alzheimer suele aparecer de manera más frecuente después de los 65 años, pero en cerca del 5 % de los casos puede tener un origen precoz

Convertida en un asunto de máxima prioridad a nivel mundial, por sus crecientes impactos en materia de salud, y altísimo costo en el orden social, familiar y económico, la enfermedad de Alzheimer (EA) es un tipo de demencia que, de manera progresiva, destruye la memoria del paciente y lo hace perder la capacidad de pensar, hablar, escribir, decidir y moverse por sí mismo, hasta dejarlo postrado, comple­tamente desvalido.

Descrita en 1906 por el neurólogo alemán Alois Alzheimer de ahí su nombre, la dolencia afecta en la actualidad a más de 50 000 000 de personas en todo el orbe, cifra que, de acuerdo con las proyecciones de la Organización Mundial de la Salud, aumentará a 80 000 000, en 2030 y a 152 000 000, en 2050.

Uno de cada tres adultos mayores muere con algún signo de EA, mientras cada tres segundos una persona desarrolla demencia.

En Cuba, los estudios realizados bajo la conducción del doctor en Ciencias Médicas Juan Libre Rodríguez, de la Unidad de Investigación de Demencia de la Universidad Médica de La Habana, permitieron estimar en 10,2 % la prevalencia de la demencia en la población cubana de 65 años y más, siendo la EA la principal causa.

Lo anterior significa que, aproximadamente, 160 000 perso­nas viven hoy con esa dolencia en nuestro país, cifra que ascenderá a unas 273 000 para 2040. Asimismo, la demencia constituye la primera causa de discapacidad, dependencia y necesidad de cuidados.

El doctor en Ciencias Mitchell Valdés Sosa, director general del Centro de Neurociencias de Cuba (Cneuro), dijo a Granma que la EA suele aparecer de manera más frecuente después de los 65 años, pero en cerca del 5 % de los casos puede tener un origen precoz.

Aunque todavía se desconocen con certeza las causas que la originan, los signos distintivos en su detección continúan siendo, principalmente, la presencia, en los estudios imagenológicos del cerebro, de las denominadas placas neuríticas beta amiloides, conformadas por el péptido beta amiloide y las marañas neurofibrilares, formadas por la proteína Tau hiperfosforilada».

Hasta la fecha no existe cura alguna para la EA, y los tratamientos se enfocan solo en determinados síntomas, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de los pacientes, acotó.

 Promisorias perspectivas

Desde hace una década, el Centro de Neurociencias de Cuba potencia una línea de investigación vinculada a la búsqueda de métodos de diagnóstico precoz y no invasivo de la EA, así como al desarrollo de una terapia farmacológica centrada en mejorar la calidad de vida de la población envejecida.

Valdés Sosa, precisó que en la actualidad están en ejecución cuatro proyectos investigativos en los que participan científicos de Cneuro y del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Citma), por la parte cubana, mientras que de la nación mexicana intervienen el Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), específicamente el Instituto de  Neurobiología, con el apoyo del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología de México.

Recalcó el doctor que, en uno de los proyectos, los investigadores de ambos países trabajan en el desarrollo de la molécula Cneuro-201, con perspectivas favorables para la terapia del Alzheimer.

Los resultados preliminares mostraron la potente capacidad neuroprotectora de ese compuesto, capaz de desagre­gar las placas β-amiloides e inhibir la agregación de los péptidos β-amiloides. El aporte del Instituto de Neurobiología de la UNAM estuvo enfocado en evaluar sus efectos en modelos animales de la enfermedad.

Igualmente, los especialistas del Cinvestav asumieron la caracterización farmacocinética del Cneuro-201, a fin de verificar cómo actúa el medicamento dentro del organismo, en particular en sangre de animales de laboratorio».

Según notificó el director del Cneuro, con los resultados obtenidos podremos conformar un modelo matemático que nos permita diseñar un esquema de dosificación eficaz y seguro, en humanos. También el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC) hizo los estudios que avalaron la no toxicidad de la referida molécula, apuntó.

Con la participación de la Facul­tad de Medicina de la UNAM y su unidad de tomografía de emisión de positrones, también trabajamos de manera conjunta en la creación de un método de diagnóstico temprano de la EA, mediante el empleo del radiofármaco cubano Cneuro-120», puntualizó.

Precisó el doctor Valdés Sosa, logramos comprobar que ese producto puede atravesar la barrera hematoencefálica y unirse a las placas β-amiloides, que caracterizan la enfermedad de Alzheimer.

Aseveró que, con la colaboración del Centro de Inmunología Molecular (CIM) y el mexicano Cinvestav, está en ejecución un cuarto proyecto dirigido a corroborar, en un modelo experimental, el efecto neuroprotector del producto NeuroEpo en el traumatismo craneoencefálico (TCE).

Ilustró que, desarrollado en el CIM y actualmente en ensayos clínicos, la NeuroEpo muestra preliminarmente que, administrada de manera repetida por vía intranasal, reduce las alteraciones sensoriomotoras y cambios en la conducta, inducidos a largo plazo por un TCE.

Estos resultados, recalcó el académico, apoyan la idea de que la administración intranasal de ese fármaco en sujetos que hayan sufrido este tipo de lesión puede evitar sus consecuencias futuras, manteniendo así una buena calidad de vida. El reto es enorme, pero nos anima la convicción de que los aportes de estos esfuerzos por lograr el diagnóstico precoz y tratamientos efectivos dela EA, tributarán a la salud de nuestros dos pueblos.

29 marzo 2024| Fuente: Granma| Tomado de| Ciencia

marzo 30, 2024 | Gleidis Hurtado Cumbá | Filed under: Biotecnología, Científicos cubanos, Cuba, De la prensa cubana | Etiquetas: , |