Pinar del Río extiende la aplicación del fármaco cubano Heberprot- P, a personas que no padecen diabetes mellitus y requieren su uso ante úlceras complejas.

Lisvany Acosta Díaz, coordinador provincial de los productos y programas estratégicos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), explicó que el año pasado fueron beneficiados con ese medicamento unos mil 350 pacientes, de los cuales 44 no eran diabéticos.

Este será un calendario con muchos retos, sobre todo para el uso del Heberprot- P en lesiones complejas y menos complejas, y por personas postradas no diabéticas que necesitan el fármaco; de ahí la importancia de contar con los profesionales capacitados para ello, apuntó.

Con notables resultados a nivel nacional, el Programa de atención integral a pacientes con úlcera del pie diabético y uso del Heberprot- P tiene entre sus proyecciones en este occidental territorio continuar disminuyendo el índice de amputaciones y repercutir en la calidad de vida de los pacientes diabéticos y no diabéticos, a partir de acciones de salud que han dado resultado en la provincia, dijo a la Agencia Cubana de Noticias.

De 2007 a la fecha han sido beneficiados con el producto, único de su tipo en el mundo, 14 mil 774 pinareños.

Gracias, en buena medida, al quehacer de la atención primaria de salud, mediante las pesquisas realizadas a los hogares para la detección y tratamiento temprano de las lesiones.

En ese sentido, Acosta Díaz destacó el trabajo del médico y la enfermera de la familia, de los profesionales del servicio de rehabilitación, las consultas de pie de riesgo creadas en 2014 y las interconsultas con especialistas en Angiología en la proyección comunitaria.

El Heberprot- P, desarrollado por el CIGB para el tratamiento de las úlceras del pie diabético, disminuye el riesgo de amputación de los miembros inferiores y también se aplica durante el proceso de rehabilitación en pos de la incorporación del paciente a la sociedad.

Se estima que el 15 por ciento de los diabéticos desarrollará úlceras en algún momento de su vida, de acuerdo con especialistas.

Según el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, el Heberprot- P está basado en factor de crecimiento epidérmico humano, recombinante- con el cual la institución tiene una larga tradición productiva-, estimula la proliferación de fibroblastos, queratinocitos y células endoteliales de vasos que contribuyen a sus propiedades cicatrizantes.

31 enero 2024│Fuente: Guerrillero │Tomado de│ Noticias│ Pinar del Río

Lograr el control de los factores de riesgo y disminuir la prevalencia de esta afección devienen prioridades en Sancti Spíritus, donde existe un alto número de personas hipertensas

Ante la elevada cantidad de pacientes fallecidos por enfermedades cerebrovasculares, también conocidas como ictus, expertos en Sancti Spíritus llamaron a controlar los factores de riesgo favorecedores de este padecimiento, tercera causa de muerte en la provincia.

El doctor Javier García Zacarías, especialista de segundo grado en Neurología, significó que al cierre del pasado año fallecieron más de 400 espirituanos por ictus agudo, afección que también constituye la primera causa de discapacidad y la segunda de demencia en este territorio y en Cuba.

El ictus —detalló García Zacarías— es la lesión producida en un área del encéfalo de forma transitoria o permanente, debido a una oclusión o ruptura de los vasos sanguíneos que lo irrigan; cuando se obstruye, aparece una isquemia o infarto cerebral y cuando se rompe, una hemorragia cerebral.

Al referirse a esta problemática de salud, aludió a la edad como un factor de riesgo no modificable; pero otros sí pueden ser controlados, como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, las enfermedades del corazón, el trastorno de los lípidos, el sedentarismo y el hábito de fumar.

Está demostrado —dijo el especialista— que el control de todos estos factores de riesgo, fundamentalmente la hipertensión arterial, puede prevenir la prevalencia de los ictus en mucho más de la mitad de los afectados. Numerosos estudios confirman que el 80 por ciento de las enfermedades cerebrovasculares son prevenibles, añadió.

En Sancti Spíritus, investigaciones realizadas a finales de la década de los 80 y otras recientes indican que el 75 por ciento de los pacientes fallecidos por ictus eran hipertensos y más de la mitad, hipertensos mal controlados, subrayó el especialista.

En este sentido —agregó— es necesario lograr el control de los factores de riesgo para disminuir la prevalencia de este tipo de afecciones y la mortalidad y discapacidad severa, ocasionadas cuando no logramos a tiempo controlar estas enfermedades que tanto daño causan a los vasos de nuestro cerebro.

Desde septiembre de 1999, el Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos dispone de una unidad para brindar atención a dicho padecimiento, diseñada con 15 camas.

Según la Organización Mundial de la Salud, cada año alrededor de 15 millones de personas sufren ictus; de ellas, cerca de 5.5 millones mueren y el resto presenta discapacidad al término del ingreso hospitalario, porque un área cerebral queda afectada de forma transitoria o permanente, bien sea por causa isquémica o hemorrágica.

A juicio de expertos cubanos, el ictus se ha desplazado a edades más tempranas, entre los 40 y 50 años, realidad que revela la urgencia de asumir estilos de vida sanos desde la infancia.

23 noviembre 2023 | Fuente: Escambray|Tomado de | Noticia Salud

Táchira, Venezuela.–«A nuestro padre lo mandaron a morir. Los únicos que pueden salvarlo son los médicos cubanos», le dijeron al joven doctor Carlos Enrique Zamora Miranda, en el cdi San Antonio, que él coordina.

«Diabético descompensado, hipertenso, con un accidente vascular encefálico de varios años de evolución y un absceso severo entre los glúteos, con pérdida del tejido». En esas condiciones, el paciente había recorrido varios departamentos de su país: Bogotá, Cali, Medellín, Santa Marta, Santander…, sin que accedieran a atenderlo.

Santander limita con el estado venezolano de Táchira. Un puente llamado Bolívar es lo único que separa a ambas naciones. Muy cerca de él se encuentra el CDI San Antonio.

Tras cruzar el puente binacional, esa familia sintió que este, más que separar, une. Hicieron el trayecto con la certeza de que no solo en la sapiencia de las manos cubanas, sino en su bondad, estaría la cura.

«Lo recibimos, ingresamos, atendimos y le salvamos la vida. Sus hijos tenían razón: no importa nacionalidad ni padecimiento; quien nos necesite, puede contar con nosotros», asegura Zamora Miranda.

Calificada como «una de las fronteras más activas de Sudamérica», el Táchira es una zona de alta complejidad económica y social.

Específicamente allí, donde está enclavado el CDI, el número de habitantes sobrepasa los 61 000, y se atienden por día unos 200 pacientes. No solo quienes habitan en las aldeas, caseríos y hogares de las cuatro parroquias del área llegan hasta el San Antonio, sino también quienes están de paso por la frontera.

En esa institución se prestan servicios de cuerpo de guardia; electrocardiograma; ecografía; endoscopia; imagenología; salas de hospitalización, cuidados intensivos y de rehabilitación; laboratorios clínicos y suma; optometría y óptica; podología; logofoniatría y farmacia. «Es una estructura parecida a la nuestra en Cuba», explica el galeno.

«Estamos a más de 800 metros sobre el nivel del mar. Esto hace que las enfermedades respiratorias abunden. También destacan como patologías las enfermedades infectocontagiosas, debido a que atendemos tanto a pacientes venezolanos como a colombianos y provenientes de otras naciones. El dengue, el chikungunya y el mal de chagas son frecuentes.

«También llegan muchos pacientes tras sufrir accidentes de tránsito, e incluso con heridas de bala. Aquí siempre serán recibidos».

La altitud, la lejanía de la capital y los contrastes de la frontera hacen del trabajo en esa comunidad todo un desafío.

Sin embargo, «la vida del paciente es la prioridad». Esa es la meta más clara que tiene la brigada de 24 colaboradores que acompaña al doctor Carlos Enrique Zamora Miranda, cabeza de «una familia en la que nos hemos propuesto apoyarnos, defendernos y cuidarnos unos a otros, física y emocionalmente».

14 noviembre 2023 | Fuente: Granma| Tomado de Noticias Mundo