Jul
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Kamaladdin Heydarov, ministro de Situaciones de Emergencia de la República de Azerbaiyán, calificó hoy de eficiente la labor de los especialistas de la salud de Cuba en la batalla contra la COVID-19 en su nación.
Durante un encuentro sostenido con el embajador cubano en Bakú, Alfredo Nieves y el jefe de la Brigada Médica cubana, Dr. Dalsy Torres, el dirigente azerbaiyano señaló que las relaciones bilaterales entre ambas naciones se desarrollan en varios campos y se refirió a la importancia de ampliarlas, publica el sitio web Cubaminrex.
Heydarov destacó el efectivo trabajo de los médicos cubanos, invitados a Azerbaiyán por instrucciones de la primera vicepresidenta, Mehriban Aliyeva para apoyar al sistema sanitario del país en el enfrentamiento a esta pandemia.
El embajador cubano agradeció la hospitalidad ofrecida por el pueblo azerí a los miembros de las dos brigadas médicas y consideró que la cooperación entre la Defensa Civil de Cuba y Situaciones de Emergencia de Azerbaiyán puede incrementarse.
La brigada médica salió para Azerbaiyán el 6 de noviembre de 2020 y estuvo compuesta por 117 profesionales, de ellos, 48 médicos, 67 licenciados y 2 profesores de ruso.
En tres meses realizaron 25 mil 874 actividades educativas, 297 exámenes de laboratorio y 514 de imagenología; además se efectuaron 156 mil 832 procederes de enfermería y se rehabilitaron seis mil 774 pacientes.
Tras el regreso de un grupo el pasado 11 de febrero, aún permanecen en la nación del Cáucaso 115 profesionales de otra brigada del Contingente Henry Reeve que se mantiene en el combate a la COVID-19.
Julio 01/2021 (ACN)
http://www.acn.cu/salud/81402-elogian-en-azerbaiyan-labor-de-los-medicos-cubanos-frente-a-la-covid-19
Jul
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Más de seis mil pobladores del municipio de Morón recibirán diariamente el candidato vacunal Abdala, contra la COVID-19, como parte de la intervención sanitaria en población de riesgo, iniciada el miércoles en el destino turístico Jardines del Rey y extendida hoy al resto de ese territorio.
Yipsi González Borroto, jefa del Programa de Vacunación en la provincia explicó que se prevé intervenir 100 personas por jornada, en cada uno de los 62 vacunatorios habilitados, donde se garantizaron las condiciones de seguridad requeridas, con el apoyo de las autoridades del Partido y Gobierno, y las organizaciones de masas, precisó
En pocos días, subrayó, se reactivaron los consultorios del médico de la familia y acondicionaron centros laborales y educacionales para vacunar a más de 50 mil ciudadanos, quienes recibirán las tres dosis del inmunógeno, en correspondencia con el ciclo establecido (días 0, 14 y 28).
González Borroto destacó que durante la primera jornada aplicaron la vacuna a más de 500 trabajadores del destino turístico Jardines del Rey, quienes necesitan protección por laborar en condiciones de alto riesgo y asegurar la marcha de uno de los renglones más importantes de la economía nacional.
Las autoridades sanitarias resaltaron la conformación de equipos de trabajos para vacunar a pacientes encamados o con otros padecimientos crónicos que no puedan asistir a las áreas donde se aplica el inmunógeno.
Quedan excluidos los menores de 19 años, las embarazadas y madres lactantes, los alérgicos al tiomersal, convalecientes de la Covid-19 con menos de dos meses de evolución, sospechosos de padecer la enfermedad, la población penal y los cubanos residentes en el exterior.
La Doctora en Ciencias Jacqueline Díaz Luis, especialista de II grado en Inmunología, del Hospital Roberto Rodríguez, de Morón, destacó la importancia de esta intervención en el municipio que presenta una alta tasa de incidencia de COVID-19 para lograr la inmunidad masiva de la población, limitar el progreso de la enfermedad y disminuir la morbilidad por el virus del SARS-CoV-2.
En el actual contexto epidemiológico llamó a no confiarse y extremar las medidas higiénico-sanitarias, considerando que deben transcurrir 14 días, después de la aplicación de la tercera dosis, para poseer niveles de protección desde el punto de vista inmunitario.
La facultativa expresó a los moronenses que deben tener confianza porque reciben una vacuna que demostró alta inmunogenicidad, resultante del esfuerzo del Estado cubano para desarrollar fármacos, con seguridad y eficacia, que contribuyan a mejorar la salud del pueblo.
Grupos de riesgo del territorio avileño se han beneficiado, también, con la aplicación de otros medicamentos de origen cubano como el Nasalferón, Hebertrans y la Biomodulina-T, esta última suministrada actualmente, en su tercera dosis, para fortalecer el sistema inmunitario en los trabajadores de centros asistenciales.
En el acto de inicio de la intervención sanitaria se reconoció el esfuerzo del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, institución que hoy celebra 35 años de fundada y enfrentó las limitaciones impuestas por el bloqueo comercial, económico y financiero estadounidense para desarrollar esta vacuna, reconocida internacionalmente por su eficacia.
Julio 01/2021 (ACN)
http://www.acn.cu/salud/81400-avanza-intervencion-sanitaria-con-abdala-en-moron
Jun
30
Llevamos meses repitiéndolo, pero en estos días, es cuando ya podemos llamarles vacuna a dos de nuestros cinco candidatos vacunales; mientras nos llenamos de orgullo al conocer sus índices de efectividad.
Ahora que no es chovinismo ni especulación decir que nos estamos inmunizando con una de las cuatro mejores formulaciones del mundo (Abdala: 92,28 %) y crecen las expectativas por los resultados de Soberana 02 cuando entre en el estudio la tercera dosis; en estos momentos, lo confirmamos: más que una vacuna es un país, pero valdría la pena, además, ponernos a pensar ¿qué país?
La respuesta corta sería: Cuba. Una un poco más extensa y poética: la isla del Caribe donde un soñador de verde olivo se propuso firmemente que el futuro fuera de hombres (y mujeres) de ciencia. Pero hay una respuesta mucho más larga y también necesaria, que no niega las anteriores, sino las complementa.
Más que una vacuna, es un país, este país, el de las colas para el pollo, el de la escases, donde a duras penas se intenta enderezar la pirámide socioeconómica. Es el país de los coleros y los revendedores, de las tiendas en MLC, el del pan de harina de maíz, el de los apagones a veces, en el que no alcanza el salario y los productos «se pierden» porque «la cosa está mala».
Es un país más que una vacuna ¿el del «invento»? Un poco sí, para resistir. El país de la siguaraya y el caguairán, el de la resiliencia. El que camina todo el tiempo sobre un campo minado y a cada paso explota alguna bombita de ingratitud o resentimiento, pero no sé detiene, no se rinde. El país donde unos cuantos mercenarios montan shows mediáticos, mientras la mayoría puja por salvarse de una epidemia y otros demonios.
El país que se lleva en el alma a cualquier rincón del planeta y desde allí se sigue amando, por el que algunos pedalean para tender puentes de amor, mientras otros vienen, como las peores astillas del mismo palo, rompiéndolos a golpe de odio.
Es el país con la «prensa independiente» mejor pagada del mundo (Y con moneda dura, que cobran de la mano del enemigo declarado del propio país). Más que una vacuna es un país, el que salvó un crucero lleno de ciudadanos británicos ante lo cual la British Broadcasting Corporation (BBC) se hizo de la vista gorda, sin embargo, dedicó un texto entero a poner en duda la pertinencia de la estrategia cubana de vacunación contra la COVID 19.
El país que, en plena pandemia, ha sido víctima de políticas y medidas cada vez más duras para asfixiar una economía ya debilitada por 60 años de bloqueo económico, financiero y comercial de los Estados Unidos.
Es el país que presenta, cada año, pruebas contundentes ante las Naciones Unidas sobre las pérdidas y afectaciones que esas sanciones provocan en todos los aspectos de la vida de su pueblo y sale de la Asamblea General, invariablemente, con el apoyo casi unánime de la comunidad internacional, pero con la prepotencia imperial atravesada en la garganta, contra todo sentido de justicia y humanismo.
Es el país del humanismo más incondicional. El que ha enviado médicos a donde más duele el mundo: Haití después de un huracán, Pakistán después de un terremoto, África enferma de ébola, Italia cuando vivía la peor crisis sanitaria por la COVID 19 (son solo algunos ejemplos de una lista enorme).
Y ese país, que es la suma y la combinación de todo lo dicho y un poco más, es donde viven y trabajan los científicos a los que les agradecemos estas vacunas que hoy prometen salvarnos la vida. ¿Lo hemos concientizado? Ellos son el resultado de un sistema que ha invertido en educación gratuita y universal, aunque le cueste; que ha apostado por el capital humano contra viento y marea. De la voluntad aquella de que el futuro de Cuba fuera un futuro de hombres (y mujeres) de ciencia.
¿Estamos claros de que las carencias, las colas, el estrés, las limitaciones de recursos, no perdonan las casas ni los laboratorios donde viven y trabajan los genios que hoy aplaudimos con razón? ¿Será que entendimos que la proeza es doble porque está hecha a base de perseverancia y talento más que de presupuestos y recursos? Estaría bien homenajearlos a la hora de amasar el pan diario, atender a un cliente o reparar el alcantarillado de un barrio. Hace poco, en una cola, escuche una sentencia que me pareció sabia: «menos mal que los científicos cubanos sí tienen ganas de trabajar». Yo diría también: menos mal que piensan como país.
Ojalá todos los que nos proclamamos orgullosos de nuestros científicos y de nuestras vacunas seamos conscientes de que ellos no existen en una dimensión paralela, sino en esta, en la del bloqueo y la de la resistencia. Ellos viven y trabajan bajo los efectos del más largo y cruel bloqueo al que haya sido sometido pueblo alguno en la historia.
Existen en esta dimensión en que trabajar es el único modo de seguir construyendo una nación Soberana y donde el único camino es el de Abdala: defender a la patria.
Junio/2021 (Cubasi)
https://www.cubasi.cu/es/noticia/con-el-bloqueo-atravesado-en-la-garganta-mas-que-una-vacuna-es-un-pais