El pasado 11 de junio, Cuba llegó a los 822 días de enfrentamiento al SARS-CoV-2, un virus que puso a prueba los sistemas sanitarios de todo el mundo y que nos ha hecho vivir una compleja pandemia.

Al concluir la última semana, cuyo cierre fue el 11 de junio, el comportamiento de la epidemia en el territorio nacional dejaba claro cuánto se ha avanzado en el control de la enfermedad: son 11 las semanas en que, de manera consecutiva, continúa el descenso de los casos positivos a la COVID-19 y cada día son menos los pacientes que requieren ser atendidos en las unidades de cuidados intensivos.

Ciento cincuenta y una fueron las personas confirmadas con el SARS-CoV-2 en los últimos siete días, 52 menos que en la semana anterior. No obstante, conocemos que en las comunidades algunas personas aisladas pueden haber estado afectadas por la enfermedad y, al tener síntomas leves, no se les han tomado muestras para su estudio.

Si bien las cifras de confirmados siguen siendo bajas en todo el país, queremos llamar la atención sobre la importancia de no bajar la percepción de riesgo entre nuestro pueblo, elemento clave para consolidar la favorable situación epidemiológica por la cual transitamos en estos momentos.

Consideramos oportuno destacar, además, que en los últimos 14 días la mayoría de los territorios evidenciaba descenso o estabilidad en la tasa de incidencia de la enfermedad por cada 100 000 habitantes. En el país la cifra era de 2.7, una de las más bajas de los últimos meses.

Y porque Cuba no cesa en su empeño de proteger la salud y defender la vida, tampoco se detienen los esfuerzos para avanzar en la campaña de vacunación que hemos asumido. Como parte de esa estrategia, hasta el pasado 11 de junio tenían completo su esquema de vacunación 9 968 557 personas, el 90% de la población cubana, y el 97.2% de la posible a vacunar.

Justamente en nuestra estrategia de vacunación tenemos una de las grandes fortalezas que nos ha permitido avanzar en el control de la enfermedad y lograr que quienes la padezcan lo hagan cada vez en formas menos graves. Este 12 de junio eran 33 los días en que ninguna familia cubana tenía que lamentar la pérdida de algún ser querido como consecuencia de la COVID-19.

Salvar vidas ha sido desde siempre el propósito esencial de los trabajadores del sector de la salud en Cuba. Desde que el SARS-CoV-2 comenzó a ser una amenaza para el mundo, y ante el desconocimiento que existía entonces sobre la enfermedad, se multiplicaron los esfuerzos en pos de ese supremo objetivo.

Sigamos trabajando juntos para que cada vez sean menores los daños que deja la epidemia entre nosotros.
(Tomado de portal digital del Minsap)

junio 14/2022 (Cubadebate)

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