Cuando se hable de la ya histórica operación humanitaria realizada por Cuba para evacuar a los pasajeros del crucero inglés, hay que hacer referencia obligada al habanero Mario Martínez Lahera, el práctico que llevó el buque desde alta mar hasta el muelle del Puerto de Mariel.

«Recuerdo que utilicé 5 trajes especiales, durante las 20 horas que permanecí dentro del crucero, pues yo estaba acogido a un nivel de seguridad uno para evitar contraer el coronavirus».

Mario, quien lleva 31 años como práctico, hoy permanece en perfecto estado de salud, en el Centro de Pesquisaje, junto a los compañeros de Transtur.

Aseguró que «nunca olvidará esta maniobra, ya que al Puerto de Mariel nunca había atracado un barco de pasaje de ese tamaño, (196 metros de largo y 23 de ancho) y sobre todo por la singular circunstancia que dio lugar a la operación».

Felicidades Mario y muchas gracias por permitirme dialogar con usted, para que las amigas y amigos de la redes conozcan de su proeza como EL PRÁCTICO DEL CRUCERO INGLÉS.

Aunque les comenté que los choferes de Transtur que transportaron a los turistas y la tripulación del crucero inglés, eran jóvenes, Enrique Fernández Leonard, entendió que debía formar parte de ese colectivo.

«Tendré 61 años de edad y oigo hablar de los riesgos para las personas mayores, pero soy dirigente sindical y si seleccioné a los hombres de mi brigada, no podía hacer menos que obrar con el ejemplo». Afirmó Enrique, con más de dos décadas en los buses de Turismo.

Mi amigo Enrique del Yutóng 3607, transportó en su guagua, a 23 turistas sospechosos de tener la citada Pandemia y que habían permanecido aislados en el crucero, «recuerdo que mis pasajeros montaron en la última nave aérea, era un avión hospital de color blanco». Enfatizó.

Con Enrique Fernández Leonard he coincidido en varias tareas como chófer y por ello no me sorprendió su actitud, pues además es de los que se detiene en las paradas para montar a los cubanos de a pie.

Les aseguro amigas y amigos lectores, que me duele cuando escucho o leo opiniones despectivas de los que formaron parte de la humanitaria tarea de socorrer a los cruceristas, esos que fueron despreciados hasta por los poderosos del norte…

Felicidades mi hermano, a pesar de tu edad no te pasará nada, porque Dios y el mundo están contigo. Sin proponértelo te convertiste EN EL HÉROE MAYOR DE TRANSTUR.

Cuando Cuba, el país calumniado y bloqueado, accedió a la petición del Gobierno del Reino Unido, de dejar entrar al Crucero para evacuar a los turistas y su tripulación, los chóferes de la Base de TRANSTUR la Cujae en La Habana, sentenciaron, «nos toca esa compleja tarea».

Aun cuando sabían de la peligrosidad que entrañaba, nadie «patinó»; pero todos no podíamos ir, la dirección de la entidad ya había planificado hasta el detalle para reducir los riesgos.

Tomaron en cuenta la advertencia de las autoridades sanitarias y seleccionaron conductores jóvenes, para que en caso de contraer el nuevo coronavirus, tuvieran mayor posibilidad de sobrevivencia.

Mis valerosos y ariesgados compañeros, condujeron «forrados» en la ya histórica caravana y tras el regreso y luego de pasar por un centro especializado, donde fueron desinfestados y vestidos con nuevas prendas, sus respectivos buses, parqueados distantes de los demás, recibieron un tratamiento riguroso.

Los dos ómnibus Yutóng que observan de forma impecable, son en los que viajaron conducidos por ellos mismos, hasta el centro donde serán pesquisados por los facultativos durante 15 días.

Que no se me molesten los colegas de la Prensa, pero hoy siento particular y sano orgullo al pertenecer a este colectivo, porque TRANSTUR ES GRANDE ENTRE LOS GRANDES.

marzo 23/2020 (Cubadebate)

marzo 23, 2020 | Maria Elena Reyes González | Filed under: De la prensa cubana | Etiquetas: , , , , , , , , |

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