El doctor Roberto Melo Sánchez tiene nítidos en su memoria todos los momentos vividos por casi dos horas junto al Comandante en Jefe Fidel Castro, el 26 de julio de 2002, cuando inauguró el Centro de diagnósticos y tratamiento de las cardiopatías en el Hospital Provincial General Docente Dr. Antonio Luaces Iraola, de Ciego de Ávila.

La idea de establecer redes de cardiología en el país fue del Comandante y se materializó con el objetivo de descentralizar este tipo de atención médica, rememora Melo Sánchez, jefe del grupo provincial de esta especialidad en el territorio.

Desde ese año, Cuba cuenta con la Red Occidental, rectorada por el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular y el Hospital Hermanos Ameijeiras, ambos en La Habana; con la Central radicada en el Cardio centro Ernesto Che Guevara, en Villa Clara; y con la Oriental, encabezada por el Hospital Saturnino Lora, de Santiago de Cuba, explica el médico avileño.

“Fidel le dio seguimiento a la tarea, recuerdo que en hospitales de todas las provincias se remodelaron salas en función de la atención cardiológica, periódicamente había reuniones dirigidas por él, al pendiente del tema estructural de estos servicios, del equipamiento de tecnología de punta y de sus costos”.

Tuvimos el honor de ser el único centro de este tipo que el Líder de la Revolución inaugurara y lo hizo luego de efectuado el acto nacional por el Día de la Rebeldía Nacional, otorgado a Ciego de Ávila, dice el galeno.

Intercambió con cada uno de los pacientes y se interesó por las condiciones de alojamiento del recurso humano de Salud, preguntó si el comedor estaba espacioso, si teníamos agua fría para los trabajadores y por los alimentos, manifiesta Melo, quien es especialista de Segundo Grado en Cardiología.

“Narra que llegó a la Sala después del acto, ese día está intacto en nuestras memorias. El Jefe chequeó el equipamiento y su costo, no podía ser de otra manera, a todo le ponía corazón Aquí nos enteramos de las constantes llamadas al Banco Financiero Internacional vinculadas con el financiamiento de todos esos recursos”.

Indagó si sabíamos el valor monetario de esa tecnología, de las perspectivas que teníamos con el servicio y de las fortalezas, refiere el cardiólogo con sano orgullo.

Le explicamos que teníamos un personal bien entrenado, tanto de especialistas en cardiología, como de licenciados en enfermería, y en la medida que fuera iniciando el servicio continuaríamos con los entrenamientos, expresa Melo.

“Para nosotros fue una visita muy estimulante, su encargo en nuestra labor fue que siempre estuviéramos pendientes de la atención cardiológica y proyectarla en toda la provincia y así ha sido durante estas dos décadas”. Hoy disponemos de 17 especialistas y 10 están en formación, creamos un centro de implante de marcapasos – ya existía ese servicio, pero lo fortalecimos- y especialistas nuestros se dedicaron a esta actividad, agrega.

También se constituyó una sala de atención coronaria intensiva, con la cual el resultado ha sido evidente al disminuir la mortalidad por infarto agudo de miocardio.

“Estamos hablando de que cerramos el primer semestre del actual año con alrededor de seis por ciento de letalidad, , y eso ha sido posible porque existe una unión con los compañeros del servicio de Emergencia del hospital, donde reciben al paciente con un infarto y le suministran el tratamiento trombolítico con el fármaco cubano estreptoquinasa recombinante”.

Esa interrelación entre especialistas de Terapia Intensiva y de Cardiología acorta el tiempo que va desde el dolor hasta que la persona se beneficia con el medicamento y representa una disminución significativa de más de un 23 por ciento en la letalidad por esta dolencia, enfatiza el doctor Melo.

“Luego ya en la sala de cardiología recibe el resto del tratamiento, el seguimiento y el estudio posterior, una vez que el paciente egrese está coordinado con el Cardio centro de Villa Clara, institución que se ha crecido en los periodos más difíciles del bloqueo norteamericano a Cuba para continuar con la atención”.

Precisa la propia fuente que el número de implantes de marcapasos y la rehabilitación intrahospitalaria han aumentado, pues en el año 2000 el servicio implantó unos 30, cuantía que se triplicó y más con el surgimiento del centro.

“Pero como la cardiología tampoco escapa al criminal bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene el gobierno de los Estados Unidos, esa importante prestación se ha visto muy afectada porque los bancos no aceptan los depósitos financieros de la Isla a las firmas italianas y alemanas, a las cuales la Antilla Mayor les compraba este cardio estimulador”.

Más, el Ministerio de Salud Pública no deja de realizar gestiones por conseguirlos y mantiene una asignación mensual, enfatiza el cardiólogo.

La idea del Comandante en Jefe de establecer redes de cardiología en el país y de descentralizar este tipo de atención médica fue muy acertada, sin dudas, la pensó con el corazón. ¡No podía ser de otra manera!

agosto 12/2022 (Granma)

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