La vitamina C es un nutriente esencial para el hombre y otros animales que carecen del mecanismo para su síntesis. Se le conoce como ácido ascórbico y es una de las vitaminas hidrosolubles, junto con la del complejo B. Algunas plantas producen vitamina C y de esta forma representan una fuente importante de esta vitamina en la dieta.

Se trata de un potente antioxidante, con varios efectos beneficiosos para la salud. Entre otros, se plantea que tiene un papel fundamental en la formación del colágeno, protege el tejido conectivo y los vasos sanguíneos, así como facilita la absorción de otras vitaminas y minerales.

Las vitaminas hidrosolubles no son almacenadas en el organismo, por lo que es necesario su consumo regular. En el caso de la vitamina C, cuando no se ingiere en cantidades suficientes, puede conducir a la aparición de síntomas como anemia, encías sangrantes, disminución de la capacidad para combatir infecciones y de la cicatrización de las heridas, cabello seco con puntas partidas, tendencia a la formación de hematomas, inflamación de las encías, sangrados nasales, posible aumento de peso debido al metabolismo lento, piel áspera y reseca con descamación, dolor e inflamación de las articulaciones y debilitamiento del esmalte de los dientes.

El escorbuto es una enfermedad grave, causada por el déficit de esta vitamina, que puede llegar a ser mortal. Solía ser común en los marinos que subsistían con dietas carentes de frutas frescas y hortalizas, donde estas eran reemplazadas por granos secos y carne salada. Actualmente se asocia sobre todo a pacientes con desnutrición, pero para nada resulta hoy en día una enfermedad común.

La cantidad de vitamina C necesaria para prevenir el escorbuto es de alrededor de diez miligramos al día. Sin embargo, con el fin de mantener una salud adecuada y prevenir enfermedades, las concentraciones de este nutriente en la dieta deben ser de entre cien y doscientos miligramos al día. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos recomienda un consumo mínimo diario de noventa miligramos para los hombres y de setenta y cinco para las mujeres. En niños estas necesidades son menores.

Es importante tener en cuenta que, debido a la capacidad reducida del organismo para almacenar la vitamina C, es necesaria una permanente y adecuada ingesta de este nutriente. Ahora bien, su consumo excesivo no resulta recomendado. Cantidades superiores a los dos mil miligramos pueden provocar síntomas como malestar estomacal, diarreas y piedras en los riñones, mientas que su ingesta de manera exagerada durante el embarazo conduce a su escasez en el bebé después del parto.

Aunque en algunos casos los alimentos enriquecidos y los suplementos dietéticos son útiles, siempre se considera preferible obtener la mayor parte de los nutrientes de forma natural, a través de los alimentos y las bebidas. En el caso particular de la vitamina C, las frutas y verduras son las mejores fuentes para su obtención. Los cítricos como el limón, las naranjas y la toronja, al igual que sus jugos, destacan por tener un alto contenido de este nutriente. También los pimientos rojos y verdes, el brócoli, el melón y el tomate aportan cantidades suficientes de vitamina C.

Una importante especie vegetal que siempre hay que mencionar es la Moringa oleifera. Este es un árbol originario del sur del Himalaya y que hoy está presente en diferentes partes del mundo. Según Roig, en Cuba se le conoce popularmente como moringa, paraíso francés, acacia, ben, palo jeringa, tilo francés o tilo americano. Las hojas de moringa contienen siete veces más cantidad de ácido ascórbico que las naranjas, por lo que su empleo como parte de la dieta se traduce en el aporte de este y otros nutrientes para el organismo.

Algunas formas recomendadas para aprovechar adecuadamente sus bondades son incorporando las hojas frescas a ensaladas de vegetales, o agregándolas a platos salteados de cocción rápida y ligera ya que de esta forma se afecta poco su aporte nutritivo. Debe tenerse en cuenta que el contenido de vitamina C de un alimento podría disminuir al cocinarse al vapor o en hornos de microondas, también por almacenarse durante un tiempo prolongado.

Así entonces, el consumo de algunas frutas y vegetales frescos constituye una fuente importante de vitamina C. Desde la propia dieta, sin necesidad de otras medidas, se pueden asegurar las necesidades diarias de este importante nutriente y así contribuimos a cuidar nuestra salud… ¡desde lo natural!

19 Agosto 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Desde lo natural

agosto 20, 2025 | Arlenes Tamayo Osorio | Filed under: alimentación, Bienestar, Calidad de Vida, Cuba, De la prensa cubana, Medicina Natural y Tradicional, Salud, Salud Pública |

La indigestión o malestar estomacal es una sensación vaga de molestia en la parte superior del abdomen. Frecuentemente, se presenta durante o inmediatamente después de comer y puede percibirse como un calor, ardor o dolor en la zona entre el ombligo y la parte inferior del esternón. También, como una llenura molesta.

En muchas ocasiones, se manifiestan síntomas como distensión abdominal, eructos, náuseas y vómitos.

Se dice que cada persona puede tener indigestión en diferentes formas, pudiendo presentarse esta de forma ocasional o tan a menudo como diariamente.

Tomar muchas bebidas con cafeína o demasiado alcohol, comer alimentos picantes o con mucha grasa, la sobrealimentación y el estrés, entre otros factores, se relacionan con la indigestión.

También puede estar asociada a enfermedades tales como gastritis, úlcera péptica o cálculos biliares.

En la mayoría de los casos, la indigestión no es señal de un problema de salud grave, a menos que se presente junto a síntomas como sangramiento digestivo, dificultades para tragar o pérdida de peso.

Los cambios en el estilo de vida y algunos medicamentos ayudan, pero también las plantas medicinales pueden aportar alivio a los afectados por este problema.

La lista sería muy grande, pues hay muchísimas especies que han sido utilizadas a lo largo de la historia con este fin. De ellas, la Farmacopea vegetal caribeña en su tercera edición refiere el empleo de tres bien conocidas: el mango, el toronjil de menta y el jengibre.

Mango (Mangifera indica): se utilizan las hojas y con ellas se prepara una infusión, agregando una taza de agua hirviendo, equivalente a 250 mililitros, a un recipiente que contenga cuatro hojas del árbol. Luego se tapa y se deja refrescar. Se bebe una taza tres veces al día.

Toronjil de menta (Mentha x piperita): también se utilizan las hojas y con ellas se puede preparar una decocción o una infusión con dos o tres cucharadas de las hojas troceadas para una taza de agua, equivalente a 250 mililitros.

En caso de decocción, se deja hervir por cinco minutos en recipiente tapado. Para la infusión se agrega el agua hirviendo al recipiente con el material vegetal, el cual se tapa. En ambos casos, se deja refrescar y se filtra. Se puede beber una taza de dos o cuatro veces al día.

Jengibre (Zingiber officinale): el rizoma fresco, previamente bien lavado, se ralla y se agrega una cucharada a una taza de agua, equivalente a 250 mililitros.

Esta mezcla se hierve en recipiente tapado por hasta 10 minutos y luego se refresca y se filtra. Se consume una taza entre dos y cuatro veces en el día.

Otras plantas de interés para el tratamiento de la indigestión son el hinojo, la manzanilla, el tomillo y la yerbaluisa, pero hay más.

No obstante, independientemente de los medicamentos convencionales como el omeprazol y los antiácidos, o el uso de las plantas medicinales, hay un grupo de medidas que pueden adoptar quienes tienden a presentar problemas con la digestión.

Entre ellas, están mantener una alimentación saludable, evitando los alimentos picantes y ricos en grasas saturadas con preferencia por las frutas, las verduras, las carnes magras y los granos enteros. También se debe comer despacio y masticar bien los alimentos, evitar el cigarro y las bebidas alcohólicas, y controlar el estrés.

En la actualidad, la investigación moderna ha confirmado los beneficios de algunas de estas plantas. Sin dudas, el toronjil de menta es, entre todas, la más popular y quizás también la mejor estudiada con respecto a la indigestión.

El mentol es el ingrediente principal de su aceite y este (el aceite) es el componente principal de algunos medicamentos ayurvédicos que se utilizan todavía hoy en día para tratar diversos problemas digestivos, incluida la indigestión.

En ensayos clínicos se ha demostrado que el aceite de la planta mejora el vaciamiento gástrico. Se sabe que su efecto farmacológico se produce porque relaja el músculo liso gastrointestinal al reducir el flujo de calcio, y que algunos de sus principios activos aumentan la producción de bilis, todo lo cual ayuda en el proceso de la digestión.

De esta forma, sobre un sólido basamento tradicional y con el respaldo de investigaciones tanto preclínicas como clínicas, las plantas medicinales siguen siendo una opción desde casa para tratar la indigestión.

La evidencia acumulada confirma que en pleno siglo XXI especies como el mango, el toronjil de menta y el jengibre siguen ayudando al hombre para cuidar la salud… ¡desde lo natural!

agosto 14, 2025 | Arlenes Tamayo Osorio | Filed under: Bienestar, Cuba, De la prensa cubana, Enfermedad, Medicina Natural y Tradicional, Salud, Salud Pública |

Su nombre binomial es Solanum americanum y en Cuba se conoce como hierba mora o, simplemente, mora. De ella apunta Roig en su obra “Plantas medicinales, aromáticas y venenosas de Cuba” que es una hierba silvestre en toda la isla, en terrenos fértiles, yermos y cultivados, colinas, márgenes de ríos y matorrales.

Se trata de una especie nativa de Centroamérica, que crece en todo el trópico de nuestra región, hasta alturas de mil trescientos metros por encima del nivel del mar. Es una hierba anual o perenne de vida corta, de hasta un metro de alto, cuyo fruto es una baya globosa, glabra, negro lustrosa al madurar, con semillas pequeñas.

La Farmacopea Vegetal Caribeña en su tercera edición respalda el empleo de esta planta en el tratamiento del herpes zóster o culebrilla, con base en el empleo significativo tradicional documentado, los estudios de toxicidad y la información científica publicada.

Estas son dos indicaciones bien precisas para una especie bastante abundante en nuestro país y que, tanto la planta joven fresca como el fruto maduro, constituyen un alimento de consumo humano relativamente extendido.

En el caso de sus usos medicinales, la forma de preparación sería la siguiente:

  1. Contra culebrilla (herpes zoster): Se toma un manojo de las partes aéreas de la planta, se lava adecuadamente con agua hervida y se machaca. Luego se aplica localmente en cantidad suficiente para cubrir el área afectada dos veces al día. También se puede utilizar un manojo de hojas y frutos, se agrega a un litro de agua hervida, se deja en reposo durante doce horas y se realizan baños o lavados de la zona afectada dos veces al día.
  2. Contra flujo vaginal: Se prepara una decocción con un manojo de hojas en un litro de agua. Esta mezcla se deja hervir durante 10 minutos en recipiente tapado, se enfría y se filtra. Se aplica en baños de asiento y lavados vaginales tres veces al día.

Siempre es importante, cuando se utilizan las plantas medicinales por vía tópica, seguir estrictas medidas higiénicas que impidan la contaminación del material vegetal o la preparación, para así evitar una infección sobreañadida. No se debe usar la hierba mora durante el embarazo, la lactancia ni en niños menores de 10 años.

En el caso de estas dos enfermedades, el herpes zoster y el flujo vaginal, es necesario tenerse en cuenta que son de etiología infecciosa, por lo que generalmente el uso de la yerba mora va a integrarse con el tratamiento médico convencional, que puede incluir el uso de antivirales, antibióticos o antimicóticos, según corresponda.

La Farmacopea Vegetal Caribeña señala otra hierba mora, que está presente en nuestro país, siendo indígena en las provincias de Pinar del Río, Granma y Santiago de Cuba. Su nombre binomial es Solanum nigrescens y se indica también en el tratamiento del flujo vaginal. A diferencia de la otra especie, se señala que esta suele crecer a mayor altura sobre el nivel del mar, se dice que entre mil y mil ochocientos metros, e incluso más.

Para su empleo con fines medicinales se prepara en forma de decocción, a razón de un manojo de hojas maduras, cortadas preferiblemente al final o después de la fructificación, en un litro de agua. Se deja hervir durante cinco minutos en un recipiente tapado y luego se deja enfriar, se filtra y se aplica en baños de asiento y lavados vaginales, tres veces al día durante quince días.

La planta no tiene avalado su empleo con fines medicinales en mujeres embarazadas, aquellas que lactan ni en niñas por no tener demostrado la seguridad en estos casos.

Podría decirse que ambas especies son afines, de la misma familia y hasta en muchos lugares se les conoce por el mismo nombre. Coinciden en estar las dos recomendadas para tratar el flujo vaginal, pero solo Solanum americanum conviene para combatir el herpes zoster o culebrilla. De cualquier manera, resultan de utilidad y sí, contribuyen al cuidado de la salud… ¡desde lo natural!

5 Agosto 2025 Fuente: Cuadebate/ Noticias/ Desde lo natural

agosto 6, 2025 | Arlenes Tamayo Osorio | Filed under: Bienestar, Calidad de Vida, Cuba, De la prensa cubana, Enfermedad, Medicina Natural y Tradicional, Salud, Salud Pública |