Jul
16
Lepidium virginicum es una planta medicinal nativa de América del Norte, desde Canadá hasta Centroamérica y las Antillas. En Cuba se conoce como mastuerzo o sabelección, mientras que en otros países se le puede llamar perejil de la tierra (Puerto Rico), lentepilla (México), wild pepper grass (Estados Unidos) o passerage de Virginie (Antillas Francesas). De ella plantea Roig que es una de las hierbas más comunes en toda la isla, en terrenos yermos y cultivados, abunda sobre todo en suelos húmedos y cerca de las zanjas, florece en febrero y marzo, y fructifica en abril y mayo.
Esta planta tiene sus características más identificables en los racimos, que vienen en las ramas muy densas, y le dan la apariencia de un limpia botellas. Sobre los racimos están las primeras flores blancas pequeñas, y más tarde las semillas verdosas. La planta alcanza una altura de entre 10 y 50 centímetros de altura.
El mastuerzo es ampliamente utilizado con fines medicinales, pero también sus hojas pueden comerse en ensaladas y las semillas se usan como sustituto de la pimienta negra.
Con relación a sus aplicaciones para la salud, la Farmacopea Vegetal Caribeña recomienda esta especie en el tratamiento de la diarrea y el dolor de riñón, sobre la base del empleo significativo tradicional documentado, los estudios de toxicidad y la información científica publicada. En el caso de la diarrea, se considera este recurso como complementario de la terapia de rehidratación oral y, por el riesgo para la salud de infección o cálculos renales, se recomienda una valoración médica y de no existir alguna contraindicación entonces se utiliza el mastuerzo como complementario al tratamiento convencional. Se limita su aplicación durante el embarazo, la lactancia y en niños menores de 5 años.
Un elemento particular a tener en cuenta es que el mastuerzo ha mostrado, tanto con el uso de la raíz como con la planta entera, un importante efecto antiparasitario frente a Entamoeba histolytica. Este hecho es referido en la propia Farmacopea Vegetal Caribeña, pero más recientemente, una revisión sistemática y metanálisis que se publicó en septiembre de 2023 en la prestigiosa revista Phytotherapy Research, reveló una fuerte evidencia de la efectividad de la planta frente a este tipo de protozoo.
Tanto en casos de diarreas como de dolor de riñón, se recomienda preparar una decocción con cuatro cucharadas de las partes aéreas frescas troceadas del mastuerzo para un litro de agua. Esta mezcla se deja hervir en recipiente tapado por cinco minutos y posteriormente se refresca, se filtra y se consume dependiendo de la afección.
Para las diarreas se recomienda beber una taza, equivalente a 250 mililitros, entre tres y cuatro veces al día, aunque es posible su consumo distribuido después de cada deposición diarreica. Si se trata de dolor de riñón, está recomendado tomar una taza de tres a cuatro veces por día. Normalmente, ya sea una enfermedad diarreica aguda o de afecciones de las vías urinarias, la duración del tratamiento es de tres días, aunque si se trata de una amebiasis se debe prolongar el mismo hasta los diez días.
Evidentemente, el mastuerzo tiene otros usos tradicionales. El propio Roig refiere en su obra, por ejemplo, que la planta se utiliza para tratar el reumatismo, la diabetes y como antiescorbútica, esto último a partir de su contenido en vitamina C. De cualquier manera, su empleo en el tratamiento de la diarrea y del dolor de riñón cuenta con avales de la tradición y de la ciencia, por lo que es posible entonces con seguridad su recomendación en estos casos para el cuidado de la salud… ¡desde lo natural!
15 Julio 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Desde lo natural
Jul
9
En Pinar del Río se cultivan 48 especies de plantas medicinales, destinadas principalmente a la Empresa Provincial de Farmacias y Ópticas, un programa que va en aumento en el territorio más occidental de Cuba.
Todos los municipios cuentan con una finca para la producción de esas plantas y se han creado viveros de cara a garantizar la disponibilidad de semillas.
Según Lérida María Sánchez Díaz, al frente del subprograma de plantas medicinales en la delegación provincial de la Agricultura, anualmente se siembran en Vueltabajo entre 110 y 120 hectáreas (ha), en dependencia de la demanda, pues «tenemos cultivos permanentes y otros silvestres», dijo.
Antes no llegábamos ni a 50 ha; ya hoy estamos produciendo posturas en la biofábrica y entregamos la estevia para prueba, que no se cosechaba en la provincia, apuntó.
Refirió que Pinar del Río cumple los pedidos de especies como la flor de majagua, sábila y pino macho, aunque quedan por debajo de lo solicitado en otras luego de que se convierte la masa verde en seca.
La especialista destacó que también aportan producciones al grupo empresarial Labiofam, Salud Pública y comercializan con varias provincias.
Salud solo recibe la muralla y la sábila verde, de ahí la necesidad de sembrar más, acotó; y por eso se han incorporado las plantas medicinales a un centenar de canteros en organopónicos del territorio.
Como parte de las proyecciones del programa, el municipio de Los Palacios recibirá un equipo para la confección de paquetes de té, con vistas a la venta a la población y el Turismo, indicó Sánchez Díaz a la emisora local Radio Guamá.
8 Julio 2025 Fuente: ACN/ Noticias/ Salud
Jul
8
La hepatitis es una inflamación del hígado y puede tener diferentes causas. Entre ellas están las infecciosas, las de origen inmunitario y las producidas por sustancias tóxicas como el alcohol.
Específicamente, el virus de la hepatitis A es el agente etiológico de la denominada hepatitis A. Esta se propaga principalmente cuando una persona ingiere agua o alimentos contaminados por heces de una persona infectada, asociándose la enfermedad, entre otras causas, al consumo de agua o alimentos insalubres y a una higiene personal deficiente.
A diferencia de las hepatitis B y C, la hepatitis A no causa hepatopatía crónica, pero puede ocasionar síntomas debilitantes y, en raras ocasiones, insuficiencia hepática aguda.
Esta enfermedad se presenta esporádicamente y en epidemias, con reapariciones periódicas. Su periodo de incubación suele ser de entre 14 y 28 días, mientras que su sintomatología es generalmente de moderada a grave.
Por lo común, los pacientes experimentan fiebre, malestar, pérdida de apetito, diarrea, náuseas, molestias abdominales, orinas oscuras, heces blancas e ictericia, que es la coloración amarillenta de la piel y los ojos, aunque no necesariamente todos estos síntomas se tienen que manifestar en cada enfermo.
Generalmente, los adultos presentan cuadros clínicos más floridos que los niños, aumentando la gravedad y la mortalidad de la enfermedad con la edad. Hay que tener en cuenta que en ocasiones la hepatitis A puede recidivar, lo cual significa que la persona que se acaba de recuperar puede volver a presentar otro episodio agudo, aunque suele acabar recuperándolo.
No hay ningún tratamiento específico para la hepatitis A. Este está encaminado a mantener el bienestar y el equilibrio nutricional del paciente, incluida la rehidratación tras los vómitos y las diarreas. Los síntomas suelen remitir lentamente y la recuperación puede prolongarse por semanas o meses.
Es importante evitar medicamentos innecesarios que pueden afectar negativamente la función hepática, como el paracetamol. Generalmente, la hospitalización no es requerida, solo en caso de complicaciones.
Como en toda enfermedad epidémica, las medidas preventivas son de gran valor y aquí cabe destacar la mejora del saneamiento, la inocuidad de los alimentos y las prácticas de higiene personal, incluyendo lavarse regularmente las manos antes de comer y después de ir al baño. La vacunación es también una opción disponible en algunos países.
Entre las plantas medicinales, existen algunas opciones de utilidad frente a las hepatitis. Algunas de ellas pueden ser utilizadas en caso de hepatitis A, siempre que no haya contraindicaciones para su uso y su empleo no pretenda sustituir el reposo y las medidas terapéuticas indicadas por el médico.
Específicamente, la Farmacopea vegetal caribeña, en su tercera edición, recomienda dos especies de uso bastante común entre nosotros: Coffea arabica (café) y Tamarindus indica (tamarindo).
Coffea arabica (café)
Se utiliza entre una cucharada y media y dos cucharadas de café tostado molido para tres tazas de agua, equivalente a 750 mililitros o tres cuartos de un litro, agregadas por percolación a través de un colador.
Este procedimiento permite obtener tres tazas de la preparación, cuyo contenido en cafeína es de aproximadamente 85 miligramos para cada taza. Se debe tomar una taza, equivalente a 250 mililitros, tres veces al día.
Por posibles interacciones se recomienda evitar el uso de este preparado con fines medicinales en caso de que se utilicen hipoglicemiantes orales o insulina, antipsicóticos, antiepilépticos, fármacos estimulantes del sistema nervioso central e inhibidores de la monoamino oxidasa.
También debe limitarse su empleo en presencia de gastritis, úlcera péptica e hipertiroidismo, así como durante el embarazo y la lactancia y en niños, sobre todo menores de cinco años.
Hay evidencias experimentales que confirman el valor de los extractos de café para cuidar el hígado. Diferentes estudios han permitido demostrar los efectos antioxidante, antiinflamatorio, anticolestásico y antifibrótico de la cafeína, con reportes de un efecto favorable de su uso sobre la progresión de la fibrosis hepática.
Tamarindus indica (tamarindo)
Se pueden emplear, indistintamente, la pulpa del fruto o las hojas del árbol.
Para usar la pulpa, se machacan aproximadamente tres cucharadas de esta, después de quitar las semillas, y se agregan a medio litro de agua hervida. La mezcla se deja en reposo durante 12 horas y se bebe una taza, equivalente a 250 mililitros, dos veces al día.
Con las hojas se prepara una decocción, a razón de seis cucharadas del material vegetal troceado para un litro de agua. Se deja hervir durante cinco minutos en recipiente tapado y luego se aparta del fuego, se refresca y se filtra. Se recomienda beber una taza de este cocimiento, equivalente a 250 mililitros, tres veces al día.
Deben evitar la ingesta del fruto las personas que consumen aspirina e ibuprofeno, porque aumenta su biodisponibilidad. Igualmente, no se recomienda su consumo concomitante con cloroquina ya que, al contrario, la disminuye.
Aunque este fruto es un alimento humano de uso extendido, su empleo con fines medicinales no está recomendado durante el embarazo, la lactancia ni en niños menores de cinco años.
Vale también señalar que los extractos acuosos de esta especie han mostrado una actividad farmacológica positiva frente a la necrosis experimental de las células hepáticas, al igual que un efecto antilipoperoxidante. Otras investigaciones han permitido confirmar beneficios adicionales, a partir de que favorece la regeneración hepática.
Con los avales del uso etnomédico demostrado de estas dos especies, los estudios que confirman sus actividades farmacológicas y la seguridad de consumo, es posible recomendar el café y tamarindo en caso de hepatitis.
Si se hace de manera responsable, considerando las formas de preparación y limitaciones para su uso, de seguro serán de ayuda para el cuidado del hígado y nuestra salud… ¡desde lo natural!
8 Julio 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud