Somos miles las personas que hemos pasado por un quirófano para someternos a una cirugía LASIK para corregir el problema de visión y decir adiós a las gafas de manera definitiva. Y aunque esta es una cirugía muy segura y muy común en el día a día de muchos oftalmólogos, no deja de ser una cirugía que literalmente está “tallando” la córnea. Ahora un equipo de investigación propone una alternativa radical: corregir la visión sin láseres, sin cortes y en aproximadamente un minuto.

Una nueva técnica que ya tiene nombre. A través de la reunión de otoño de la American Chemical Society (ACS), los investigadores presentaron una técnica para remodelar la córnea, se utilizará una pequeña corriente eléctrica y una especie de lentilla de platino para remodelar el tejido de forma precisa y menos invasiva. Esto  es lo que han denominado Remodelación Electromecánica (EMR).

El “quid de la cuestión” radica en la cornea. Para entender la innovación, primero hay que saber que la córnea es la “cúpula” transparente que encontramos en la parte frontal del ojo. Su función es enfocar la luz en la retina donde se encuentran los conos y bastones que son responsables de interpretar las formas o los colores.

Si la forma de esta córnea no es perfecta, la imagen que llega al cerebro es borrosa, dando una patología que podemos conocer como miopía, hipermetropía o astigmatismo. Esto hace que cuando nos queremos operar para eliminar estas patologías se tenga que analizar el estado y grosor de la córnea.

El problema del LASIK: “tallar” el ojo. La cirugía LASIK corrige esto usando un láser para eliminar o “tallar” porciones microscópicas del tejido corneal y darle la forma adecuada.

Como explica Michael Hill, profesor de química en el Occidental College y uno de los autores del estudio, “el LASIK es solo una forma elegante de hacer cirugía tradicional. Sigue siendo tallar tejido, solo que con un láser”.

De esta manera, se puede destacar como punto negativo de esta cirugía la eliminación de un tejido que nunca más se va a recuperar. Además, también condiciona mucho la cirugía a tener un grosor de córnea adecuado para que el cirujano pueda eliminar suficiente tejido para lograr un buen resultado. Y en algunas personas la córnea es realmente fina.

Teniendo este problema delante, el objetivo de equipo de investigación era claro: moldear el tejido en lugar de eliminarlo.

Química para hacer la córnea maleable. La clave de esta nueva técnica reside en la propia composición de la córnea. Este tejido, rico en colágeno, mantiene su forma gracias a una red de enlaces iónicos entre componentes con cargas opuestas. El equipo de investigación, liderado por Hill y el cirujano Brian Wong de la Universidad de California, descubrió que podían “aflojar” temporalmente esta red. Aunque fue un resultado que vieron casi por accidente.

El proceso para conseguir una córnea maleable. Para entender cómo pueden hacerlo de una manera sencilla, vamos a dividir el proceso en los siguientes puntos:

Todo empieza aplicando un pequeño potencial eléctrico sobre el tejido corneal a través de un electrodo.
Esta corriente provoca la electrólisis del agua presente en el tejido, lo que reduce el pH del tejido para hacerlo más ácido.

Esta acidez neutraliza las cargas negativas dentro de la matriz de colágeno, debilitando los enlaces que mantienen de manera rígida la córnea, por lo que temporalmente será maleable para darle la forma que se quiera. Una vez retirada la corriente eléctrica, el pH vuelve a su estado fisiológico y la red de enlaces iónicos se restablece, haciendo que la córnea vuelva a ser “rígida”.

Corrigiendo la miopía en 10 minutos. Para probar su teoría, crearon unas “lentillas” de platino que servían como molde con la forma de córnea corregida. Colocaron estas en doce globos oculares de conejo ex vivo (es decir, que estaban extirpados del animal) y que se encontraban sumergidos en solución salina para simular las lágrimas.

En los 10 ojos que simulaban la miopía, el resultado fue un éxito. Tras aplicar la corriente eléctrica durante aproximadamente un minuto, la curvatura de la córnea se adaptó perfectamente a la forma de la lentilla de platino, corrigiendo el defecto refractivo. Todo esto en el mismo tiempo que dura la técnica LASIK, pero con menos pasos, un equipo más barato y sin tener que hacer una incisión.

Un futuro prometedor, pero con obstáculos. Aunque la teoría haya funcionado en estos ojos, todavía queda muchos pasos por dar. El hecho de que un tratamiento de este calibre llegue a un paciente es un proceso que se puede demorar muchos años. De momento, el siguiente paso es pasar a la experimentación en animales, incluyendo ratones que estén vivos, para poder evaluar la seguridad del procedimiento.

Posteriormente, y tras la aprobación de la FDA, podrá pasar por los ensayos en humanos en sus diferentes escalas. De esta manera, podemos irnos a la siguiente década antes de verlo anunciar como un tratamiento válido. Aunque también tienen como obstáculo la financiación del proyecto que ahora mismo se encuentra en el aire.

También se exploran otros usos. Además de ser un tratamiento apto para la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, la técnica podría tener otras aplicaciones. Una de ellas es la capacidad de la cirugía de revertir ciertos tipos de opacidad corneal que sean causados por la exposición a productos químicos. Esto es algo que actualmente solo se podía tratar con un trasplante de córnea completo.

Las cirugías estéticas están al orden del día. El hecho de retirar las gafas es en buena parte por razones estéticas y de comodidad, algo que está a la orden del día. Ya hemos visto como hay gente capaz de romperse los huesos por tener unos centímetros más de altura o como en Estados Unidos se populariza la cirugía para hacer un cambio de color de ojos. Pero no es algo de ahora, ya que hace 2.000 años los propios romanos hacían estas cirugías para poder cambiar el físico.

24 Agosto 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud

La sala de obstetricia del Hospital General Docente Enrique Cabrera Cossío, en el municipio capitalino de Boyeros, fue reinaugurada con mayores servicios para la atención de gestantes de La Habana, precisa el periódico Tribuna de La Habana.

La instalación amplió su cobertura a los municipios de Arroyo Naranjo y Cotorro, lo que incrementa el acceso a un parto seguro y a una asistencia médica con mejores recursos, acotaron directivos del sistema de salud.

En el acto participaron Alfredo Hernández Hernández, funcionario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; Ailuj Casanova Barreto, directora nacional de Asistencia Médica del Ministerio de Salud Pública; Manuel Rivero Abella, director general de Salud de La Habana, y Dayana Coto Núñez, presidenta de la Sociedad Científica de Obstetricia de Cuba.

El Programa Nacional de Atención Materno Infantil constituye un modelo integral que ha logrado avances en la reducción de la mortalidad infantil y en la atención a embarazadas de alto riesgo en Cuba, con el respaldo de la genética médica aplicada.

Esta estrategia, ejecutada por el Ministerio de Salud Pública con participación de diversos sectores, actualizó recientemente sus metas en 42 objetivos, de los cuales 16 son nuevos y 17 tienen modificaciones sustanciales.

A pesar de retos como el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos y el impacto de la pandemia de la COVID-19, el programa mantuvo sus resultados, gracias a la prioridad otorgada por el Estado a la salud materno infantil en Cuba.

22 Agosto 2025 Fuente: ACN/ Noticias/ Salud

La vitamina C es un nutriente esencial para el hombre y otros animales que carecen del mecanismo para su síntesis. Se le conoce como ácido ascórbico y es una de las vitaminas hidrosolubles, junto con la del complejo B. Algunas plantas producen vitamina C y de esta forma representan una fuente importante de esta vitamina en la dieta.

Se trata de un potente antioxidante, con varios efectos beneficiosos para la salud. Entre otros, se plantea que tiene un papel fundamental en la formación del colágeno, protege el tejido conectivo y los vasos sanguíneos, así como facilita la absorción de otras vitaminas y minerales.

Las vitaminas hidrosolubles no son almacenadas en el organismo, por lo que es necesario su consumo regular. En el caso de la vitamina C, cuando no se ingiere en cantidades suficientes, puede conducir a la aparición de síntomas como anemia, encías sangrantes, disminución de la capacidad para combatir infecciones y de la cicatrización de las heridas, cabello seco con puntas partidas, tendencia a la formación de hematomas, inflamación de las encías, sangrados nasales, posible aumento de peso debido al metabolismo lento, piel áspera y reseca con descamación, dolor e inflamación de las articulaciones y debilitamiento del esmalte de los dientes.

El escorbuto es una enfermedad grave, causada por el déficit de esta vitamina, que puede llegar a ser mortal. Solía ser común en los marinos que subsistían con dietas carentes de frutas frescas y hortalizas, donde estas eran reemplazadas por granos secos y carne salada. Actualmente se asocia sobre todo a pacientes con desnutrición, pero para nada resulta hoy en día una enfermedad común.

La cantidad de vitamina C necesaria para prevenir el escorbuto es de alrededor de diez miligramos al día. Sin embargo, con el fin de mantener una salud adecuada y prevenir enfermedades, las concentraciones de este nutriente en la dieta deben ser de entre cien y doscientos miligramos al día. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos recomienda un consumo mínimo diario de noventa miligramos para los hombres y de setenta y cinco para las mujeres. En niños estas necesidades son menores.

Es importante tener en cuenta que, debido a la capacidad reducida del organismo para almacenar la vitamina C, es necesaria una permanente y adecuada ingesta de este nutriente. Ahora bien, su consumo excesivo no resulta recomendado. Cantidades superiores a los dos mil miligramos pueden provocar síntomas como malestar estomacal, diarreas y piedras en los riñones, mientas que su ingesta de manera exagerada durante el embarazo conduce a su escasez en el bebé después del parto.

Aunque en algunos casos los alimentos enriquecidos y los suplementos dietéticos son útiles, siempre se considera preferible obtener la mayor parte de los nutrientes de forma natural, a través de los alimentos y las bebidas. En el caso particular de la vitamina C, las frutas y verduras son las mejores fuentes para su obtención. Los cítricos como el limón, las naranjas y la toronja, al igual que sus jugos, destacan por tener un alto contenido de este nutriente. También los pimientos rojos y verdes, el brócoli, el melón y el tomate aportan cantidades suficientes de vitamina C.

Una importante especie vegetal que siempre hay que mencionar es la Moringa oleifera. Este es un árbol originario del sur del Himalaya y que hoy está presente en diferentes partes del mundo. Según Roig, en Cuba se le conoce popularmente como moringa, paraíso francés, acacia, ben, palo jeringa, tilo francés o tilo americano. Las hojas de moringa contienen siete veces más cantidad de ácido ascórbico que las naranjas, por lo que su empleo como parte de la dieta se traduce en el aporte de este y otros nutrientes para el organismo.

Algunas formas recomendadas para aprovechar adecuadamente sus bondades son incorporando las hojas frescas a ensaladas de vegetales, o agregándolas a platos salteados de cocción rápida y ligera ya que de esta forma se afecta poco su aporte nutritivo. Debe tenerse en cuenta que el contenido de vitamina C de un alimento podría disminuir al cocinarse al vapor o en hornos de microondas, también por almacenarse durante un tiempo prolongado.

Así entonces, el consumo de algunas frutas y vegetales frescos constituye una fuente importante de vitamina C. Desde la propia dieta, sin necesidad de otras medidas, se pueden asegurar las necesidades diarias de este importante nutriente y así contribuimos a cuidar nuestra salud… ¡desde lo natural!

19 Agosto 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Desde lo natural

agosto 20, 2025 | Arlenes Tamayo Osorio | Filed under: alimentación, Bienestar, Calidad de Vida, Cuba, De la prensa cubana, Medicina Natural y Tradicional, Salud, Salud Pública |