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La regulación del derecho a la salud en Cuba, como en el mundo, enfrenta actualmente una serie de desafíos complejos derivados de avances científicos, transformaciones sociales y el entorno internacional. Estos retos exigen un perfeccionamiento de los marcos normativos a fin de garantizar la protección de este y otros derechos fundamentales constitucionalmente reconocidos, así como la eficiencia y calidad de los sistemas de salud.
En este contexto, se aprobó en el Segundo Periodo Ordinario de Sesiones de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), en Diciembre de 2023, una Ley de Salud Pública cuya exposición de motivos invocó precisamente estos argumentos.
Entrando en materia: El derecho a la salud
La salud se entiende como un estado de completo bienestar físico, mental y social. A partir de esta definición ofrecida por la Organización Mundial de la Salud en 1946, estar sano supone más que la mera ausencia de enfermedades o discapacidades. La salud se concibe, en definitiva, como un medio que permite a las personas llevar una vida individual, social y económicamente productiva.
Así lo reconoce la Constitución de la OMS, calificando el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr como uno de los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social.
El instrumento responsabiliza consecuentemente a los gobiernos con la salud de sus pueblos y los compulsa a adoptar medidas sanitarias y sociales adecuadas para satisfacer este cometido. De tal modo, el máximo órgano rector de políticas sanitarias a nivel internacional reconoce la complejidad del fenómeno sanitario, que exige la coexistencia de varias formas de bienestar que tributan a la consecución de un buen estado de salud en las personas.
La responsabilidad de los Estados en este asunto ha dado lugar a la configuración de un “derecho a la salud”. Este puede describirse, a muy grandes rasgos, como un derecho humano básico por el cual todas las personas deben tener acceso a los recursos sanitarios esenciales.
Su reconocimiento obliga al Estado a garantizar a los ciudadanos la posibilidad de disfrutar del mejor estado de salud posible. Sin embargo, debe diferenciarse el derecho a la salud del derecho a estar sanos. En tal sentido, el reconocimiento de este derecho no supone una obligación del Estado de garantizarnos buena salud, sino de generar el mismo acceso a los servicios de atención médica al conjunto de la población, reconociendo, además, las necesidades específicas de cada grupo o sector poblacional.
Es importante establecer esta distinción, pues el estado de salud dependerá de cada individuo. Varios de los factores que inciden en el estado de salud quedan fuera del control de los estados: es el caso de los hábitos o de la estructura biológica de las personas. Por ello, describirlo como “el derecho al nivel más alto posible de salud física y mental” es más exacto que como un derecho incondicional a estar sano.
El derecho a la salud se expresa, por tanto, en el acceso pleno a un sistema de protección sanitaria que proporcione a las personas las mismas oportunidades de alcanzar el nivel más alto posible de salud a partir de prestaciones sanitarias oportunas, profesionales, idóneas y responsables, es decir, que se ajusten a la ética médica y sean respetuosos con las diferencias biológicas y culturales de cada sujeto.
Es comúnmente aceptado que este se conciba a partir de la articulación de otros derechos específicos que los estados deben asegurar:
• El derecho a un sistema de protección de la salud
• El derecho a la prevención y a tratamientos preventivos para luchar contra la propagación de enfermedades
• El derecho al acceso a los medicamentos esenciales
• La promoción de la salud materna e infantil
• El derecho al acceso a servicios de salud apropiados
• Educación y concienciación sobre la salud
Su relación con otros derechos, valores y principios
El reconocimiento del derecho a la salud como un derecho humano implica que son titulares del mismo todas las personas, sin distinción alguna.
En Cuba, este derecho fue reconocido por vez primera en el artículo 50 de la Constitución de 1976, que rezaba: “Todos tienen derecho a que se atienda y proteja su salud”. Por tanto, este se protegía bajo el amparo de la igualdad como resorte para su disfrute. Al respecto, es importante recalcar que la igualdad funciona como un prerrequisito ineludible para el disfrute de los derechos humanos en la ciudadanía y es por eso que se concibe siempre como una parte intrínseca del propio derecho a la salud.
En el texto constitucional de 2019, la primera mención a este derecho en el artículo 46 lo ubica además junto a otros importantes derechos como los de la vida, la integridad física y moral, la libertad, la justicia, la seguridad y la paz, posicionándolo como uno de los fundamentales, si entre ellos fuese posible establecer alguna relación.
Esta obligación de los estados respecto a las personas, de garantizar cuidados médicos de salud, generalmente acompaña la realización de otros derechos.
El derecho a la salud, desde el correlato que tiene con el derecho a la vida, por ejemplo (ya que este último comprende no solo el derecho a vivir, sino que a tener una vida digna), supone el primer escalón en la materialización de la dignidad, valor fundamental reconocido como una condición inseparable de la propia humanidad y recogido en nuestro texto fundamental como valor supremo que sustenta el reconocimiento y ejercicio de los derechos y deberes consagrados constitucionalmente en el país.
Los artículos 40 y 41 identifican la dignidad humana como el sustento del reconocimiento y disfrute de los derechos previstos en el ordenamiento jurídico cubano y los instrumentos jurídicos internacionales de los que Cuba es parte; asimismo, la igualdad y la interconexión entre todos los derechos como exigencias para su disfrute.
El derecho a la salud está condicionado por otros elementos como la discriminación, la pobreza, la estigmatización y otros factores socioeconómicos que se conocen como determinantes de la salud. Estos deben abordarse también en la medida en que pueden determinar, y de hecho determinan, la calidad de los servicios recibidos, incluso si a ciertas personas se les prestan o se les niegan cuidados sanitarios.
El derecho a la salud abarca no solo los cuidados sanitarios oportunos y apropiados, sino también los factores subyacentes que determinan el estado de salud, tales como el suministro adecuado de alimentos aptos para el consumo, una nutrición adecuada y una vivienda adecuada; el acceso al agua segura y potable y a instalaciones sanitarias adecuadas; un entorno laboral y ambiental saludable; el acceso a la educación y la información relativas a la salud, comprendida la salud sexual y reproductiva; la protección contra el tratamiento médico no consentido y la experimentación.
Implica, por tanto, la toma de medidas apropiadas por los Estados en relación a todas las circunstancias socioeconómicas y culturales que pueden influir en la salud y el bienestar de las personas. Es por esto que las normas sanitarias no se agotan en un único cuerpo legal, sino que están dispersas en el resto del ordenamiento jurídico, en diferentes ámbitos como el educativo o el laboral y el penal, por ejemplo.
¿Qué criterios avalan el cumplimiento de esta obligación estatal?
El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU ofrece una orientación detallada a los Estados en relación a sus obligaciones de respetar, proteger y cumplir el derecho a la salud. En su Observación General No.14, el órgano ha fijado una serie de mínimos sobre el disfrute de este derecho, que incluye los siguientes estándares esenciales e interrelacionados:
Disponibilidad: los Estados deben asegurar la provisión de una infraestructura suficiente válida de salud pública e individual en todo su territorio, así como instalaciones de agua y saneamiento seguras, personal capacitado y adecuadamente compensado y todos los medicamentos esenciales.
Accesibilidad: el acceso a la salud consiste en cuatro elementos clave (la no discriminación, la accesibilidad física, la accesibilidad económica y la accesibilidad de la información). Las instalaciones y servicios de salud deben ser accesibles a todos, especialmente a los más vulnerables, sin discriminación de ningún tipo. Las instalaciones y servicios, así como los factores determinantes básicos de la salud, tales como los servicios de agua y saneamiento, deben ser accesibles físicamente. Las infraestructuras de salud, bienes y servicios deben estar al alcance de todos, y cualquier pago debe estar basado en el principio de equidad para que las familias más pobres no soporten una carga desproporcionada de los gastos relacionados con la salud. Los Estados deben garantizar que toda persona tiene el derecho a buscar, recibir y difundir información sobre la salud, en equilibrio con la confidencialidad de la información médica.
Aceptabilidad: las infraestructuras de salud deben ser respetuosas con la ética médica y la cultura de los individuos y las comunidades, así como prestar atención a los requisitos de géneros y relativos al ciclo de la vida.
Calidad: las infraestructuras de salud deben ser científica y médicamente apropiadas y de buena calidad. Entre otras cosas, esto requiere la provisión de medicinas y equipos necesarios, profesionales médicos formados y el acceso a agua y saneamiento.
Sobre la organización de los servicios de atención médica en Cuba
Como antes se anunciaba, fue la primera constitución asociada al proyecto revolucionario cubano la que introdujo el reconocimiento de la salud como un derecho de todas las personas y una responsabilidad del Estado. Esta es una prueba de que existe un interés político evidente en hacer de la salud una prioridad nacional y se ha organizado a partir de un sistema único de salud en el país, inaugurado en 1984.
Se ha edificado un sistema sanitario público, universal y gratuito, que coloca en el centro del proyecto médico cubano el bienestar humano.
Basado en la prevención y el concepto de “médico de familia”, el sistema nacional de salud doméstico ha permitido a la población beneficiarse con un nivel de protección sanitaria cuya unidad de base es el núcleo familiar, con un enfoque clínico, epidemiológico y social de los problemas sanitarios regido desde la atención primaria de salud como el eje fundamental del sistema. De su configuración normativa se derivan los siguientes rasgos o principios:
• Carácter estatal y social de la medicina
• Concepción de la salud como un derecho de la población y responsabilidad estatal
• Accesibilidad y gratuidad de los servicios de modo igual para toda la población
• Orientación profiláctica o preventiva de las acciones de salud
• Las prácticas de salud tienen una base científica sólida, basada en la aplicación adecuada de los avances de la ciencia y tecnología.
• Participación comunitaria e intersectorial, concibiendo la participación social como un requisito inherente al uso y al desarrollo de los servicios de salud
• Colaboración internacional.
¿Qué esperar de esta nueva ley de la salud pública?
Teniendo en cuenta la robustez de la configuración de este derecho en nuestro país, vale la pena cuestionarse si es necesario modificar el principal cuerpo normativo en materia de salud en nuestro país.
La actual ley de salud, la Ley 41, data de 1983 y ha consagrado los principios fundamentales de organización y funcionamiento del sistema de salud cubano como garantía del disfrute del derecho a la salud. Sin embargo, la relación con la dinámica social, la ciencia y la tecnología obliga a una actualización de la normativa vigente como parte de los esfuerzos para optimizar los cuidados sanitarios.
En una realidad en que incluso la dignidad impone nuevos paradigmas, la protección de los derechos humanos requiere de una resignificación.
De tal modo, están sobre la mesa asuntos que van desde la bioética y la ética médica como la interconexión entre los ecosistemas y otros seres vivos y su efecto en la salud humana; la regulación del consentimiento informado, y la aplicación de adelantos particulares de la ciencia y la técnica con repercusión en la prestación de servicios sanitarios específicos como la reproducción asistida, la donación de órganos y tejidos, hasta la posibilidad de dictar disposiciones al final de la vida o la investigación en seres humanos, por solo citar algunos ejemplos.
Otros derroteros parten de los aportes de las teorías de género a la relación entre la salud y los derechos sexuales y reproductivos, como el reconocimiento de la importancia de la educación integral de la sexualidad y la importancia de la educación en materia de métodos anticonceptivos o planificación familiar como parte de una buena salud sexual y reproductiva.
Todos estos particulares son también ilustrativos de las nuevas necesidades que una adecuada protección de la salud requiere ante las exigencias actuales y la realización de los derechos humanos a partir de una nueva constitución mas abarcadora en lo que a reconocimiento de derechos se refiere.
A modo de cierre
Urge la entrada en vigor de una norma tan valiosa como esta. La misma, es ante todo oportuna en cuanto a sus contenidos, principios y valores, al tiempo que responde a la necesaria regulación jurídica de este ámbito. Su entrada en vigor no es un mero formalismo, sino una necesidad para el aseguramiento del accedo pleno y equitativo a los servicios de salud en Cuba.
La disposición normativa (Ley de Salud Pública) atempera las máximas que identifican la protección de la salud en nuestro país para garantizar la prestación de un conjunto de servicios que tributen al nivel más alto posible de salud de las personas desde la base del humanismo.
28 Abril 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud
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La XVI Feria Internacional “Salud Para Todos” fue el espacio propicio para formalizar un acuerdo legal entre la empresa Laboratorios MedSol, perteneciente al grupo empresarial BioCubaFarma, y la empresa estatal bielorrusa Academpharm, para la creación Academsol, un centro mixto destinado al desarrollo, producción y comercialización de productos sólidos farmacéuticos e inhaladores de dosis metrada.
“Hace tres años comenzamos a trabajar en este proyecto, que permitirá registrar productos cubanos en la Unión Económica Euroasiática y que los medicamentos bielorrusos puedan abrirse paso en América Latina”, dijo Maite Diéguez Marín, directora general de Laboratorios MedSol.
Hasta el momento se han registrado en Cuba dos productos de Academpharm, así como un fármaco cubano en Bielorrusia.
“Este es un paso trascendental en las relaciones de ambos pueblos. Esperamos que sea una empresa exitosa, sostenible en el tiempo y beneficiosa para las dos partes”, sostuvo Diéguez Marín.
Desde la parte bielorrusa, el director de Academpharm, Yuriy Mikitski, comentó que la firma del contrato marca el inicio de una colaboración más seria, donde ambas partes han dado pasos sin precedentes.
“Los cubanos podrán comprobar la efectividad de nuestros medicamentos, que son muy seguros, y nuestra colaboración será productiva para los dos pueblos”, afirmó Mikitski.
Durante la firma estuvieron presentes José Angel Portal Miranda, ministro de Salud Pública de Cuba; Carlos Luis Jorge Méndez, viceministro primero del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex); Vitali Barrús, embajador de la República Bielorrusa en Cuba; Luis Fernando Navarro, viceministro de Salud Pública de Cuba; Mayda Mauri Pérez, presidenta de BioCubaFarma; entre otras autoridades.
En un encuentro previo con los empresarios, el vicetitular primero del Mincex señaló la importancia de que el vínculo comercial comience en el sector biotecnológico y farmacéutico, y aseguró que el empeño contará con el apoyo del Gobierno cubano.
Además de la firma de los estatutos societarios para la creación de Academsol, se rubricó un contrato de representación para la comercialización de productos entre FARMACUBA y Academpharm, y una carta de intención para la transferencia de tecnología cubana a Bielorrusia.
Productos nacionales: COMBIOMED presentó su kit APS
En la Feria “Salud Para Todos” también se presentó por la empresa COMBIOMED Tecnología médica digital, perteneciente a BioCubaFarma, el KIT de APS, compuesto por varios dispositivos médicos destinados a la detección, cuidado y control de diversas enfermedades desde la atención primaria de salud.
Entre los instrumentos seleccionados están un estetoscopio, un esfigmomanómetro, un glucómetro, un martillo para reflejos neurológicos, un kit de diagnóstico para la revisión de nariz, ojos, garganta y oídos, y un oxímetro.
Todos vienen de forma independiente en una mochila, que puede personalizarse e incluir un monitor, equipos para hacer pesquisas, medicamentos en los bolsillos, entre otros artículos.
Arlem Lesmes Fernández Sigler, director general de la empresa, señaló que el kit evidencia una alianza entre varios centros de BioCubaFarma, y una de sus ventajas es su comodidad y seguridad para el traslado a cualquier sitio, lo cual permite introducirlo en zonas de difícil acceso.
Con más de un año de uso en localidades como Gibara, ha tenido un impacto favorable en la asistencia médica, por ser flexible, integrador y útil.
Además, el proyecto cuenta con una aplicación móvil (DigitMedix) para registrar los datos, aspecto que en el futuro se podrá realizar de forma automatizada.
De acuerdo con Fernández Sigler, esta es la tercera etapa de un programa para atender la dinámica demográfica del país, que debe llegar a los policlínicos y, paulatinamente, a los consultorios.
Tecnología SUMA: Diagnóstico 100% cubano
El Centro de InmunoEnsayo presentó en el recinto ferial Pabexpo la tecnología SUMA (sistema ultramicroanalítico), una técnica de avanzada en el diagnóstico de enfermedades, 100% cubana y en vigor hace más de cuatro décadas.
Su sistema integral abarca todas las etapas de la vida, con capacidad para la organización de programas de pesquisa insertados en las estrategias de la salud pública nacional.
Una de las características más relevantes en la mayor de Las Antillas es la descentralización del diagnóstico, a diferencia de otros países.
Al menos existe un laboratorio SUMA en todos los municipios, además de centros regionales.
Apostar por la descentralización permite realizar una investigación activa integral y un diagnóstico oportuno ante disímiles factores de riesgo.
La tecnología SUMA se ha extendido a otras naciones, como Venezuela, México, Colombia, Argentina y Nigeria, poniendo en alto la ciencia cubana.
Fortalecer alianzas
En el marco Salud Para Todos también fue firmado un contrato de compraventa internacional con una empresa española para la adquisición de materias primas imprescindibles en la producción de medicamentos de uso hospitalario, utilizados en la atención a pacientes graves, y en el Programa Materno Infantil.
Otro contrato de este tipo fue suscrito con una empresa china para la adquisición de materias primas que permitan fabricar Captopril, un antihipertensivo que quedará como elección para el tratamiento de urgencia médica por episodios hipertensos, tras la introducción del Lisinopril para el tratamiento habitual.
Además, se firmó un contrato de compraventa internacional con una entidad de Panamá, para dar continuidad a la compra de kits de diagnóstico que permitan evaluar la calidad de la materia prima y los productos terminados hemoderivados, empleados en la atención al paciente grave, complicaciones de patología de cáncer y el Programa Materno Infantil.
BioCubaFarma firma ocho acuerdos en la última jornada de la Feria Salud Para Todos
En la última jornada de la Feria Internacional Salud Para Todos, BioCubaFarma consolidó acuerdos comerciales y de negocio con diversos países, con el objetivo de garantizar el acceso a medicamentos e insumos esenciales para el Sistema Nacional de Salud. Uno de los convenios más destacados fue el contrato marco de asistencia técnica de transferencia tecnológica entre BioCen y una empresa de Brasil, destinado a la producción de medicamentos sólidos y orales.
Además, el Centro de Inmunología Molecular suscribió un contrato de suministro para la vacuna CIMAvax-EGF con una empresa de Sri Lanka. Este acuerdo permitirá la comercialización de la vacuna en Sri Lanka y en los países de la Asociación del Sur de Asia para la Cooperación Regional.
En el ámbito de la adquisición de medicamentos, FARMACUBA firmó varios contratos de compraventa internacional. Uno de ellos, con una empresa de España, busca la compra de insumos utilizados en el tratamiento de enfermedades respiratorias como el asma bronquial. Otro acuerdo se estableció con otra empresa del mismo país para la adquisición de un ingrediente activo empleado en el tratamiento de la epilepsia. Asimismo, FARMACUBA cerró un contrato con una empresa de China para la compra de ampolletas y bulbos, necesarios para pruebas tecnológicas y evaluación de un nuevo fabricante.
Dentro de los acuerdos comerciales también se encuentra el contrato con otra empresa de China para la adquisición de Hidroclorotiazida, un componente fundamental en la producción de medicamentos utilizados en el tratamiento de la hipertensión arterial alta. Por otro lado, una empresa de Italia suministrará foil de aluminio, material esencial en el envasado primario de tabletas y cápsulas.
En el marco de la adquisición de insumos, la referida empresa cubana estableció convenios con una entidad de República Dominicana para la compra de diversos medicamentos, utilizados en la atención de pacientes graves y críticos. Estos acuerdos refuerzan el compromiso de BioCubaFarma con la producción y distribución de insumos esenciales, asegurando su disponibilidad en el mercado nacional e impulsando su presencia en el ámbito internacional.
Cuba y Honduras exploran alianzas estratégicas en el sector de la salud
Tras varios encuentros de negociación, se presentó una propuesta para la concreción de relaciones comerciales entre BioCubaFarma y Honduras, a partir de cuatro prioridades: fabricación de medicamentos en tabletas y orales, atención integral al paciente diabético, atención a las discapacidades y atención al programa materno-infantil.
Se abordaron las potencialidades del KIT de APS, confeccionado por COMBIOMED y que incluye dispositivos y equipos médicos de otras instituciones de la Organización como el Centro de InmunoEnsayo (CIE) y el Centro de Neurociencias (CNEURO).
De esta última empresa se presentó el ESTEP, un equipo que mediante la estimulación del nervio vago detecta y previene los ataques en personas con epilepsia refractaria, lo cual contribuye a la mejora de la calidad de vida de los pacientes y sus familias, y los equipos que contribuyen a la pesquisa de discapacidades de audición y visión desde edades tempranas, así como prótesis auditivas para niños y adultos mayores.
Las discusiones reflejaron el interés de ambas partes por establecer colaboraciones estratégicas en el sector de la salud, buscando oportunidades para la transferencia tecnológica y la producción de medicamentos en Honduras.
Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud
Abr
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La Revolución ha tenido que asumir, desde sus inicios, el reto de ser abanderada del humanismo en medio de un mundo donde, cada día con mayor fuerza, prima la ideología del individualismo y de la barbarie. Imbuida por el espíritu internacionalista del socialismo, la cooperación médica cubana se ha convertido en uno de los ejemplos más visibles e impactantes de cuánto se puede hacer por el prójimo en nombre de los humildes y del amor. No es casual que sea -con énfasis en estos tiempos- blanco del hostigamiento imperial que articula, con un odio que no puede disimular, quirúrgicas campañas para atentar contra el desempeño del ejército cubano de batas blancas.
La historia de la colaboración cubana en materia de salud, comenzó apenas cuatro años después del triunfo nacional de 1959 y se extiende por más de seis décadas y cientos de países de todos los continentes, cuyas geografías -en especial las zonas rurales y de complejo acceso- han sido conquistadas por la ética y la tenacidad de nuestros galenos. En paralelo, el gobierno de los Estados Unidos, en lugar de disponer de sus riquezas para acompañar a Cuba en este sentido, se empecina en crear políticas para intentar desacreditar y limitar su alcance.
En función de ello se inventa nuevas campañas de desinformación; sanciones y restricciones coercitivas unilaterales. Por ejemplo: visados que incluyen a funcionarios extranjeros de aquellos países que solicitan a nuestros médicos; presión sobre terceros países; reforzamiento del bloqueo económico; y hasta el impedimento para que las brigadas cubanas sean reconocidas internacionalmente a través de premios como el Nobel de la Paz, tratando de desvirtuar aquello que ya se sabe, que somos un referente global en solidaridad médica internacional.
Sin embargo, el mejor reconocimiento a la labor de salvar vidas por el mundo y también de formar profesionales de la salud -dentro y fuera de Cuba-, llega mediante el testimonio sincero de aquellos cientos de miles de personas beneficiadas con la política altruista y ética de la Revolución, quienes dan fe de la magnitud de la obra cubana.
Un médico hondureño graduado en Cuba
“Yo soy, orgullosamente, fruto de este proyecto solidario de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM)”. Así comienza Luther su diálogo con un equipo de Cubadebate, en el marco de la V Convención Internacional Cuba Salud 2025, que sesiona en La Habana. Su nombre completo es Luther Castillo Harry, es un médico hondureño graduado en Cuba, y el actual Secretario de Estado en el Despacho de Ciencia y Tecnología de la República de Honduras.
“Nadie puede estar en contra de un médico que salva vidas. Sería inhumano”, afirma Luther, para quien nuestros doctores son “los máximos embajadores de la Revolución cubana” en tanto tienen la capacidad para esparcir por el mundo “ese bien propio, arquitectónico de la Revolución… esa genuina labor de salvar vidas”. Aunque no le es ajena la ofensiva estadounidense y sus falacias contra las brigadas cubanas, el joven ministro explica que esta “campaña de antivalores” de un sistema que potencia la destrucción de la vida no lo detiene si se trata de defender el prestigio y los valores de los trabajadores de la salud cubana.
“Nosotros estamos muy, muy agradecidos con los médicos cubanos, que son como ángeles que salvan vidas en aquellos oscuros recónditos rincones del mundo donde la miseria, la exclusión, atacan a los más pobres y los más desposeídos (…) Hacia ahí deberían ir las críticas, hacia esos lugares donde hace falta más humanismo, esos lugares donde hay carencia de esa solidaridad”.
Médicos pintados de rostro de indígena, de hijo de obrero, de hijo de campesino, de negro
Con su peculiar forma de oratoria, Luther parece como si bailara a través de las palabras cuyo ritmo aumenta en la medida en la que convergen en un solo sentir sus experiencias como egresado de una escuela cubana de medicina, como latinoamericano que durante tantos años vivió aquí, como el doctor que regresa a su país cumpliendo ese sueño de Fidel al fundar la ELAM para que los profesionales ahí formados volvieran a sus países y multiplicaran la solidaridad entre los pobres de la tierra, y como representante de un gobierno que enfrenta grandes desafíos sociales:
“Hoy, el gran Colegio Médico tiene que verse pintado de rostro de indígena, de hijo de obrero, de hijo de campesino, de negro. En mi país el primer garífuna se graduó 118 años después de la fundación de la Universidad Nacional Autónoma. Hoy tenemos más graduados de médico negro hondureño de la Escuela Latinoamericana, que en un siglo y medio de existencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras”.
La ELAM ha creado una hermandad que ya no se puede detener
Luther Castillo tiene un modo estratégico de comprender cuál es el impacto sociológico, político y económico que supone ese arsenal de graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina y sobre eso argumenta: “Eso genera también una descomposición a la élite existente en las sociedades médicas en la región (…) El haber entregado 31.000 egresados en más de 105 parajes del mundo” hace que se diseminen los principios y el amor.
En ese sentido, enfoca como un plan aquello que todavía falta por hacer y donde “nos hemos quedado atrás”. Por ejemplo, sueña con una revista científica para todos los egresados de la ELAM; con aumentar las colaboraciones y el intercambio científico-técnico con Cuba; con desarrollar los retos que impone la inteligencia artificial en materia de salud; entre otros. Pero, por encima de todo, deposita una confianza inconmensurable en el legado de la ELAM, que solo desde el sentido de pertenencia se puede comprender.
De sus miles de graduados, sonriendo, afirma:
“Es una hermandad mundial que ya no pueden detener, o sea, no, eso ya se creó, tuvieron que haber venido a detenerla en 1999. Tenemos 31.000 egresados (…) haciendo de manera excelente la obra (…) Es una exquisitez lo que sucede en ese mundo que es indetenible.”
Como último mensaje nos lega:
“Cada vez tiene que ser más consecuente, cada vez poniendo en el centro el ser y que se rompan con los paradigmas tradicionales con los que han sido estructuradas la arquitectura del sistema de salud elitista donde la gente no tiene derechos, donde si no puedes pagar no puedes entrar a los servicios. Entonces eso va generando de una u otra manera una descomposición y una reorganización hacia la parte humana del proceso de salud que creo firmemente que nosotros podemos tener.”
Amor con amor se paga
Luther se despide contento, sabe -y así nos dice- que “la calidad humana marca la diferencia” del sistema de salud concebido en la Isla. Por ello, anhela que algún día podamos crear una plataforma con todos los médicos formados por Cuba, para desde ahí, entonces, ser capaces de “ver cuán lejos nosotros hemos caminado y cómo hemos cumplido ese sueño brillante del siglo XX de la Revolución cubana.”
Así hablan los agradecidos, los humildes que han sido alcanzados -para bien- por los innumerables proyectos creados y liderados por Fidel, y que hoy forman parte del legado de nuestro socialismo. A pesar de esfuerzos malsanos, ni la moral ni el coraje se pueden bloquear. Sabe aquel monstruo cuyas entrañas conoció José Martí, que la fuerza del ejemplo humanista es una poderosa práctica para cambiar a los pueblos y enrumbarlos por el camino de la salvación, del bien y de la dignidad; en definitiva, para sacarlos de la pobreza espiritual en la que la explotación capitalista sin precedentes de sus recursos naturales y de su gente los hunde.
La solidaridad que Cuba enarbola y el prestigio de la cooperación médica nacional continuarán existiendo como testimonio palpable de cuánto puede hacer la civilización siempre que la dirija la fuerza del amor y el altruismo.
24 Abril 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud