Sep
30
El Laboratorio de Anticuerpos y Biomodelos Experimentales (Labex), entidad adscrita al Centro de Inmunología Molecular, consolida su papel en el desarrollo de reactivos nacionales para el diagnóstico de enfermedades autoinmunes y el monitoreo inmunológico en pacientes con inmunodeficiencias, como parte de su misión de contribuir al fortalecimiento del sistema de salud cubano.
Ubicado en Santiago de Cuba, Labex centra su labor científica en la obtención de productos biotecnológicos con un alto valor agregado, destinados tanto al suministro interno como a la posible exportación.
Entre los logros más recientes destacan las láminas HEp-2 y los conjugados anti-IgG humana-FITC, empleados en el diagnóstico de patologías autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico y la artritis reumatoide.
Sandra Rivera Infante jefa de proyecto y especialista principal en productos terminados explicó a la Agencia Cubana de Noticias, el laboratorio ha desarrollado y validado dos productos que responden a necesidades concretas del sistema nacional de Salud, en un contexto marcado por la escasez y el elevado costo de estos reactivos en el mercado internacional.
Las láminas HEp-2 se obtienen a partir de cultivos celulares, fijados y procesados mediante técnicas especializadas que permiten detectar anticuerpos antinucleares en pacientes sospechosos de enfermedades autoinmunes, señaló la investigadora.
Rivera Infante destacó que ambos productos han sido registrados ante el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos, lo cual garantiza su empleo en instituciones de salud del país.
Entre los proyectos estratégicos de Labex también se encuentra la obtención de anticuerpos monoclonales conjugados con fluoróforos, empleados para marcaje múltiple en citometría de flujo, una tecnología fundamental para el seguimiento inmunológico de pacientes con VIH/SIDA.
El Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí es uno de los principales usuarios de estos reactivos, junto a otras instituciones como el Instituto de Oncología y Radiobiología y el Hospital Clínico Quirúrgico Camilo Cienfuegos, precisó Fernández Duarte.
Añadió que el desarrollo nacional de estos productos no solo garantiza el acceso a tecnologías diagnósticas avanzadas, sino que también disminuye la dependencia de insumos importados y fortalece la soberanía tecnológica del país en un área estratégica para la Salud Pública.
Labex trabaja de manera articulada con universidades e instituciones científicas como la Universidad de Oriente, la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba y centros del polo científico cubano, lo cual favorece la formación de capital humano calificado y el avance de nuevas líneas investigativas en el campo de la inmunoterapia.
Como único centro en Cuba que produce, valida y registra estos productos, Labex constituye una plataforma esencial en el desarrollo de soluciones nacionales para el diagnóstico inmunológico, en correspondencia con las prioridades del sistema sanitario cubano.
26 Septiembre 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud
Sep
24
Una delegación de directivos de la Universidad de Medicina Tradicional China de Henan visitó la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, con el objetivo de promover una cooperación en la aplicación de la Medicina Tradicional China en enfermedades tropicales, combinando métodos de tratamiento de la medicina china y la occidental.
Los visitantes fueron recibidos por el Dr. C. René Oramas González, vicerrector académico de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, y posteriormente realizaron un recorrido por las instalaciones del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón, donde conocieron sobre la estructura y el funcionamiento de la Universidad, acerca de su historia y del Sistema de Salud cubano.
La comitiva, integrada por Wang Yaoxian, presidente de la Universidad de Medicina Tradicional China de Henan; Yao Jianping, decano ejecutivo de la Facultad de Medicina de la institución; Zhan Xiadong, secretario del Partido del Tercer Hospital Afiliado a la Universidad; Feng Bo, vicepresidente del Cuarto Hospital Afiliado a la Universidad; y Kong Shenyan, subdirectora de la Oficina de Cooperación Internacional, sostuvo un intercambio con la parte cubana.
En el encuentro, conocieron más acerca de la formación de los recursos humanos para la salud en Cuba y analizaron las posibilidades de fortalecer los intercambios académicos, científicos y de movilidad profesoral y estudiantil entre ambas instituciones, específicamente en la esfera de la medicina natural y tradicional.
Participaron en el encuentro el doctor Johan Perdomo Delgado, jefe del Departamento y del Grupo Nacional de la especialidad del Ministerio de Salud Pública (Minsap); y la MSc. Mayasil Morales Pérez, directora del Laboratorio Central de Farmacología.
20 Septiembre 2025 Fuente: Tribuna de La Habana/ Noticias/ Salud
Sep
23
Más que un acto conmemorativo, este viernes se rindió un homenaje sentido a los héroes de batas blancas que integran el Contingente Henry Reeve, especializado en situaciones de desastres y graves epidemias, al cumplirse veinte años de su creación. Esta iniciativa fue impulsada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, tras la devastación provocada por el huracán Katrina en Nueva Orleans en el año 2005.
La ceremonia contó con la presencia de Yuniaski Crespo Vaquero, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y jefa de Atención al Sector Social; el viceprimer ministro Eduardo Martínez Díaz; el ministro de Salud Pública y también miembro del Comité Central, José Ángel Portal Miranda; así como otras personalidades e invitados. Participó además una representación de los más de trece mil integrantes que han formado parte del Contingente a lo largo de estas dos décadas.
El doctor Julio Guerra Izquierdo, médico especialista en nefrología y director nacional de Estadísticas del Ministerio de Salud Pública, quien integró las brigadas médicas que enfrentaron la COVID-19 en Italia y México, destacó que la colaboración médica cubana constituye una de las más genuinas expresiones de solidaridad internacional que nuestro país ha sostenido de manera ininterrumpida durante más de sesenta años.
“Muy pocas personas hubieran imaginado, en los primeros años del proceso revolucionario cubano y con escasos médicos entonces, que el líder histórico de la Revolución, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, tomaría la decisión de iniciar la colaboración médica cubana por el mundo. Ese fue el inicio de una historia brillante de internacionalismo en el campo de la medicina, de la cual me siento orgulloso de formar parte.”
El doctor Guerra Izquierdo recordó que la ayuda brindada a los damnificados del terremoto de Chile en 1960 marcó el inicio de la solidaridad de nuestra isla con los afectados por desastres naturales y epidemias. El huracán Katrina, que azotó Nueva Orleans, Estados Unidos, causando miles de fallecimientos, antecedió a la constitución, en 2005, del contingente internacional de médicos especializados en el enfrentamiento a desastres y graves epidemias Henry Reeve.
Este hecho reafirmó las palabras pronunciadas por nuestro Comandante en Jefe en la Facultad de Derecho de Buenos Aires, Argentina, el 26 de mayo de 2003, cuando expresó: “Nuestro país será capaz de enviar los médicos que se necesiten a los más oscuros rincones del mundo. Médicos y no bombas”.
Subrayó que nuestro pueblo cuenta con un sistema de salud público, universal, accesible y gratuito, sostenido por profesionales de la más alta calidad humana y científica, donde la voluntad política de nuestro Partido y Gobierno constituye el motor para seguir elevando los indicadores de salud. Todo ello se ha logrado en medio del recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero —calificado como genocida, ilegal y extraterritorial— impuesto por más de seis décadas, así como de una guerra mediática plagada de calumnias y falsedades por parte del gobierno de los Estados Unidos, con impacto real en los servicios de salud.
“A pesar de las adversidades, nunca se ha detenido el envío de brigadas del Contingente Henry Reeve. Noventa brigadas han prestado servicios en cincuenta y cinco naciones, asistiendo a poblaciones afectadas por epidemias y desastres naturales. Más de trece mil profesionales cubanos de la salud han arriesgado sus vidas para salvar las de miles de personas”, enfatizó.
“Los inicios quedaron marcados por las brigadas en Pakistán, Guatemala y Haití, a las que se sumaron las hazañas en la lucha contra el ébola en África Occidental en 2014 y, más recientemente, cincuenta y ocho brigadas desplegadas en más de cuarenta naciones durante los años 2020 y 2021 para enfrentar la pandemia de COVID-19. Estas acciones encarnan los principios martianos y fidelistas de que “Patria es Humanidad”.
Además, destacó que para los más de trece mil profesionales que hemos integrado el Contingente, constituye un orgullo y, al mismo tiempo, un reconocimiento a la profesionalidad y el altruismo que nos caracteriza.
“De manera voluntaria damos el paso al frente —en ocasiones en menos de setenta y dos horas— para partir hacia lugares desconocidos, pero con la profunda convicción del deber y el respaldo de nuestras familias, nuestro pueblo y las autoridades políticas y gubernamentales. Todos sabemos que, en cada misión, sobre nuestros hombros recae el prestigio de Cuba”.
El doctor compartió anécdotas vividas: el primer llamado, la mezcla de adrenalina y esa convicción extraña que te hace levantar la mano y decir “presente”; dejar atrás la casa, el beso de despedida que sabe a incógnita y el equipaje con lo justo.
Relató cómo han trabajado bajo soles abrasadores y lluvias torrenciales, han dormido en el suelo y caminado largas distancias. Han enfrentado el miedo con coraje, el cansancio con entereza y la tristeza con infinita compasión. No preguntan de qué país es la persona que necesita ayuda, ni su condición ideológica; solo preguntan qué necesita para vivir.
Aseguró que los más de trece mil profesionales cubanos que honrosamente han integrado las brigadas Henry Reeve han llegado a África, América Latina, el Caribe y hasta la Europa desarrollada, persiguiendo un mismo fin: salvar vidas y contribuir a un mundo mejor. Se declaran ciudadanos del mundo y hermanos de todos los pueblos. Los equipos de médicos, enfermeros, técnicos, licenciados en rehabilitación, especialistas en rayos X, estadística de salud, entre otros, han estado a la altura de cada momento histórico complejo que han enfrentado, viviendo cada minuto con intensidad.
Al final de cada jornada, dijo, solo se llevan la sonrisa de los pacientes y los resultados del trabajo, que explican por sí solos la dimensión de las palabras “solidaridad” y “humanismo”, y el verdadero significado de la ayuda desinteresada. Están convencidos de que ha crecido la admiración y la amistad entre los pueblos, y han sembrado un profundo respeto por los profesionales cubanos.
Finalizó su intervención ratificando la firme convicción de que un mundo mejor es posible, y que muchos, como él, pueden dar fe de haber cumplido misiones en varios continentes. “Algunos nos llaman locos, otros nos dicen héroes. Pero nosotros somos sencillamente médicos cubanos, amantes de la paz, la solidaridad y la vida”, concluyó, citando al Comandante en Jefe: “Ser internacionalistas es saldar nuestra propia deuda con la humanidad”.
Como parte de la ceremonia, fueron reconocidos dieciséis integrantes del Contingente, en representación de cada una de las provincias del país. Asimismo, por acuerdo del Ministerio de Salud Pública, se entregó por única vez la Placa XX Aniversario del Contingente Internacional Henry Reeve a veinte cooperantes, en reconocimiento a los resultados obtenidos en el cumplimiento de diversas misiones.
Además, se rindió tributo con un minuto de silencio a los miembros del Contingente que perdieron la vida en el cumplimiento de su misión.
Al concluir el acto, la viceministra primera de Salud Pública, Doctora en Ciencias Tania Margarita Cruz Hernández, expresó que esta celebración está colmada de orgullo y gratitud por lo que significan décadas de valentía, humanismo y amor desinteresado.
Destacó que, desde el triunfo de la Revolución en 1959, Cuba ha hecho suyo el principio martiano de que “Patria es Humanidad”. Recordó que en 1960, cuando un terremoto devastó Chile, veinticinco profesionales de la salud cubanos, liderados por el doctor Óscar Fernández Mel, partieron hacia el sur sin llevar armas, sino estetoscopios y esperanza.
A partir de ese momento, como semillas de dignidad, surgieron treinta brigadas médicas entre 1960 y 2005, desplegadas en diecinueve naciones e integradas por dos mil noventa y seis profesionales que enfrentaron huracanes, terremotos, epidemias y erupciones volcánicas, demostrando el espíritu solidario de Cuba.
En 2005, cuando el huracán Katrina arrasó Nueva Orleans, el mundo fue testigo una vez más de la grandeza del pueblo cubano. A pesar del bloqueo y el odio, Fidel, nuestro salubrista mayor, convocó a más de mil quinientos profesionales de la salud que, en cuestión de horas, estaban listos para asistir al pueblo de los Estados Unidos de América.
El 19 de septiembre de 2005, en la Ciudad Deportiva, Fidel los bautizó con el nombre de Henry Reeve, el joven norteamericano que murió luchando por la independencia de Cuba. Aquel día, el Comandante pronunció palabras que hoy resuenan con mayor fuerza: “Nosotros demostraremos que el ser humano puede y debe ser mejor. Nosotros demostraremos el valor de la conciencia y la ética. Nosotros ofrecemos vida”. Aunque el gobierno estadounidense rechazó la ayuda, el mundo nunca olvidó el gesto, y desde entonces el Contingente Henry Reeve ha escrito hermosas páginas de solidaridad.
La viceministra precisó que, desde su creación, noventa brigadas médicas con trece mil profesionales han brindado servicios en cincuenta y cinco países, salvando la vida de ciento sesenta y seis mil personas. Se han atendido más de ocho millones de pacientes en consultas, realizado más de cuarenta y tres mil intervenciones quirúrgicas y más de cuatro mil partos. Los colaboradores han trabajado en condiciones extremas: desde la espesa nieve del Himalaya hasta el intenso sol del Medio Oriente; en África, en América desde el Río Bravo hasta la Patagonia; en el Caribe y en la vieja Europa. De estas brigadas, tres combatieron el ébola en África Occidental y cincuenta y ocho enfrentaron la COVID-19 en cuarenta y dos naciones, con más de tres mil cooperantes.
Mencionó los múltiples reconocimientos internacionales que confirman la valía de esta obra, entre ellos el premio Friends of Africa en 2016, otorgado por una ONG canadiense; el premio Dr. Lee Jong-wook de la Organización Mundial de la Salud en 2017, por atender a 3.5 millones de personas en emergencias; y la nominación al Premio Nobel de la Paz en 2021, respaldada por más de cien naciones y organizaciones no gubernamentales.
Dirigiéndose a los presentes, afirmó que el Contingente Henry Reeve representa la materialización de uno de los sueños más revolucionarios del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Sus integrantes honran la noble profesión médica con una respuesta rápida y sin vacilaciones, dispuestos a cumplir el deber en nuevas y difíciles condiciones. Están escribiendo una página luminosa en la historia de la solidaridad entre los pueblos, señalando un camino de paz para la sufrida humanidad.
Frente a las campañas del imperialismo contra la colaboración médica cubana, el Contingente Henry Reeve confirma que la ética, la ciencia y el amor pueden vencer al egoísmo. En cada misión, se reafirma el valor de la conciencia y la vocación de servicio como pilares de la medicina revolucionaria.
Extendió el más sincero reconocimiento y la gratitud eterna a todos los integrantes de las históricas brigadas Henry Reeve, por su labor incansable, por ser verdaderos ejemplos de entrega, altruismo y humanismo. Finalmente, ratificó desde ese escenario la firme disposición de todos los médicos cubanos de continuar multiplicando la solidaridad y la esperanza por el mundo, como expresión genuina del internacionalismo que define a la Revolución Cubana.
19 Septiembre 2025 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud
