Oct
13
Por estos días la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba dejaba claro una vez más la posición de la mayor de las Antillas: “…Cuba mantiene su compromiso solidario con Haití y le continuará brindando su ayuda incondicional. El noble pueblo haitiano necesita y merece más recursos y cooperación de la comunidad internacional…”.
La anterior posición responde al ente ejecutivo de la ONU el cual autorizó “el despliegue de una Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití, cuyos efectivos podrán utilizar la fuerza en su ámbito de acción. No es la primera vez que el Consejo mandata una operación de ese tipo, aunque esta vez la solicitaron las propias autoridades haitianas…”.
Cuba está a favor de la paz y la estabilidad en Haití y por su entrañable amistad demostrada por décadas sabe lo que necesita el sufrido pueblo de esa nación caribeña cercado por la inestabilidad social y política, la pobreza causada por siglos de saqueo colonial, subdesarrollo e intervención extranjera.
Este 2023, la brigada médica cubana cumple 25 años de permanencia en esa nación caribeña. Llegaron en diciembre de 1998 tras el paso de los huracanes Georges y Mitch. Ello provocó escasez de alimentos y agua, condiciones sanitarias peligrosas y brotes de malaria, dengue, cólera, hepatitis y enfermedades respiratorias y gastrointestinales en toda la región.
Ante el panorama desolador anteriormente descrito, el Comandante en jefe Fidel Castro ofreció la disposición de enviar de forma inmediata y gratuita un contingente de 2 mil médicos a trabajar en un grupo de países afectados, entre los que estaba Haití.
El mandatario cubano prometió, además, conceder becas a jóvenes que deseen estudiar medicina en Cuba, dentro de un plan global de formación de médicos en la isla a largo plazo.
El doctor Efren Acosta Damas, especialista en Medicina General Integral (MGI), quien comanda ahora la misión medica de salud cuenta a esta reportera que “la brigada estaba integrada en aquel entonces por más de 100 cooperantes». En la geografía haitiana estaban en los 10 departamentos del país; en más de 60 comunas. Era una atención para todos. Y en esa oportunidad el Comandante en Jefe Fidel aseguraba que lo que necesitaba Haití eran cientos de ayudas y médicos.
Aquel compromiso con el líder histórico de la Revolución llega hasta nuestros días y hoy podemos hablar del impacto de la colaboración en Haití que se traduce en 35 millones de consultas médicas en 25 años, en la realización de más de 200 mil partos y 270 mil intervenciones quirúrgicas, la rehabilitación de más de 200 mil pacientes. Y en los últimos años la graduación de más de 700 haitianos en la especialidad de Medicina General Integral.
“Hoy los cooperantes cubanos (68) están ubicados en los tres departamentos del sur del país. Es la zona más pobre de la geografía haitiana. Especialistas en MGI, epidemiólogos, estomatólogos, ortopédicos, cirujanos, anestesistas, ginecólogos cuentan entre las especialidades médicas de nuestros galenos.
“Nuestro sueño es elevar los perfiles médicos en MGI para ubicarlos en las comunidades más pobres. Queremos lograr sembrar el germen del modelo del médico de la familia haitiano que no existe, por su puesto, pero es nuestro sueño y ello exige una estrategia. También queremos transformar desde la docencia, multiplicar la capacitación de los nuevos galenos haitianos que podían dar la continuidad al sueño de una medicina preventiva y humanista.
Muchos han sido los momentos significativos vividos durante medio siglo de presencia cubana en Haití. Como olvidar el terremoto de 2010, que provocó la muerte a más de 250 mil personas, la epidemia de cólera que ocasionó la pérdida de 10 mil vidas, el paso del huracán Matthew y la dura batalla contra la covid 19, donde el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve, desplegó toda su solidaridad y ayuda.
Esta periodista guarda los reportes de prensa de la despedida del contingente el 24 de septiembre de 2021 cuando la nación mostraba una baja marcada en la tasa de positivos, y las autoridades haitianas anunciaban que la enfermedad estaba controlada.
El agradecimiento de las autoridades era claro, las palabras de la ministra de salud por aquel entonces, Marie Greta Roy Clement, quien reconocía a los médicos y al gobierno cubano que “siempre nos da la mano cuando estamos en situaciones peligrosas, de grandes epidemias o desastres”.
La funcionaria calificó a los cooperantes de Cuba como expertos y ponderó la transferencia de experiencias y conocimientos en la gestión de emergencias de este tipo a sus colegas haitianos.
Y en esa batalla de transferir conocimientos, de enseñar traigo a colación las vivencias de la doctora Iliana Sabori Maceo, especialista en estomatología, quien atiende la docencia en la brigada y me habla de su interés por formar especialistas en MGI.
Ella habla de la formación de más de mil médicos haitianos en Cuba, pero también conversa de la necesidad de la especialización con un enfoque que permita revitalizar la atención médica y satisfacer las necesidades asistenciales de la población.
a doctora Iliana confía que esta capacitación permitirá transformar los principales indicadores de salud del país. “Por ello trabajamos en dos estrategias fundamentales, me dice: una epidemiológica y la otra docente. En esta última ya tenemos a 60 médicos graduados de la ELAM y los vamos a insertar en el estudio de la especialidad de MGI».
He tenido momentos duros en esta nación. Estuve cuando el magnicidio del presidente Jovenel Moïse y también cuando el último terremoto este mismo año. Han sido momentos tensos. Son experiencias que no se olvidan. Uno piensa siempre en su familia, luego intenta sobreponerse al reto y continuar el desafío que significa formar profesionales de salud, especialistas que puedan estar en las comunidades atento a los dolores de los más pobres que forman parte de la mayoría de esta nación».
Cuando se acerca el fin de año y con ello la celebración del medio siglo de permanencia en Haití se preparan múltiples actividades. Entre ellas, una jornada científica, donde participaran médicos haitianos y cubanos. El Dr Guillermo Mora García, segundo jefe de la brigada con entusiasmo habla del orgullo de estar junto a los más necesitados y de la posibilidad de encontrar soluciones ante problemáticas reales de la salud haitiana.
“El cuadro de salud higiénico-epidemiológico de Haití es, a no dudar, una preocupación y ocupación de la brigada. Salvar vidas, luchar contra la muerte continúa siendo piedra angular de la esencia humanista de la medicina cubana”.
Las palabras de los integrantes de la brigada médica legitiman la clara posición de Cuba de continuar el apoyo solidario y la colaboración con Haití que emprendió en 1998 Fidel. Ello forma parte del inquebrantable compromiso de la mayor de las Antillas con la estabilidad y el progreso en esa gloriosa nación. Pero nadie debe olvidar que hoy los galenos de Cuba son médicos del mundo y por ello, están también en Haití.
11 octubre 2023 |Fuente: RadioRebelde | Tomado de Ciencias Destacadas
Oct
9
De pequeño José Fernando era el médico que curaba y enseñaba a los demás niños del barrio. La labor de protegerles para que no enfermaran fue siempre su juego de roles preferido, hasta que ese estetoscopio de juguete se hizo real y tuvo que enfrentar enfermedades que hasta ese momento consideraba poco frecuentes como la tuberculosis, la esquistosomiasis y el paludismo.
José Fernando Placeres Hernández no tardó en convertirse en un médico de los buenos, de los que aman su profesión en todo tiempo, pero también de los que, en el afán de salvar, optan por transmitir a otros cuanto saben y lo entregan todo en el intento.
“Siempre quise ser médico, pero también enseñar medicina, confiesa a propósito de la celebración por el Día Mundial de los Docentes. Al graduarme fui seleccionado para trabajar como médico de familia en una escuela donde estudiaban jóvenes de Mozambique, Ghana y Sudán, en la Isla de la Juventud. Después continué como Médico de Familia en Pedro Betancourt, donde me hice Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral (MGI) y desarrollé actividades de promoción para la salud”, rememora.
Fue en 1993 cuando comenzó a impartir docencia, hasta convertirse en Profesor Auxiliar, esta última categoría adquirida en la Facultad de Ciencias Médicas Calixto García, de La Habana; aunque como él mismo destacara, en todos los casos tuvo que presentarse ante tribunales muy exigentes.
“Siempre quise ser profesor para transmitir los conocimientos que ya había adquirido, inculcar valores, y contribuir al desarrollo de las habilidades y destrezas de los futuros profesionales de la salud; así como la capacidad de tomar importantes y ágiles decisiones.
“Tengo como paradigma a mis hermanos, para mí, todos maestros en sus profesiones. También a varios de los que fueron mis profesores y después, muchos han sido mis colegas; entre ellos: Maritza Alonso, Olga González La Nuez, Gumersindo Suárez Surí, Meylins Pons, Lissette Acosta, Silvio Soler Cárdenas, Julio Font Tió, Ariel Jordán, Mayra Guerra, Erasmo Hernández, Ercilio Vento, Idalmis Salabert …”, explica el galeno, cuya lista, aunque aquí no la reproduzco en su totalidad, es mucho más extensa, como quien no quiere que se escape ninguno de esos nombres esenciales en su crecimiento.
Pero además de ellos, agradece la principal motivación a su madre, Juana Rosaura Hernández Moreno, quien le transmitió asimismo valores humanos, cultura y ética. “Me aportó herramientas que aún me permiten sacar lo mejor de mí para ofrecerlo a los estudiantes con esfuerzo y pasión”.
Fernando Placeres confiesa que, aunque algunos dicen que es de carácter fuerte, siempre trata de ponerse en el lugar de los alumnos, identificar sus problemas personales, familiares y sociales, lograr una buena comunicación y relación basada en el respeto mutuo; mientras trata de estimular el aprendizaje y el desarrollo de sus potencialidades intelectuales y creativas.
“Siempre he considerado que no solo debo instruir, sino también educar. Trato de mantenerme actualizado y de reinventarme en cada actividad docente. No me gustan las clases donde predomine la reproducción del contenido. Intento siempre interactuar activamente con los estudiantes, los provoco, trato de enseñarlos a hacer, que sean mejores hombres y mujeres; los obligo a pensar, a interpretar y también les doy elementos para que puedan desaprender, cuando sea preciso.
“Hay hechos que marcan. No se puede describir lo que se siente cuando al tiempo te reencuentras con algún alumno y te saluda con aquel ‘profee…’ que tanto disfrutas; o cuando te buscan para que seas el tutor de un trabajo científico o de su tesis de la especialidad. Recibirlos al iniciar el primer curso de estudios, acompañarlos durante más de un lustro de carrera o tres años de especialidad y poder tomarnos una foto el día de la graduación, eso satisface y se agradece mucho. Son momentos que no se olvidan”
-Estudioso de temas como la familia y el adulto mayor, el programa del Médico y Enfermera de la Familia (MEF), la formación de valores por solo citar algunos, ¿cómo transmite a sus alumnos, esa inquietud por la investigación?
“Efectivamente, esos son temas sobre los que investigo, junto a otros como la historia de la Medicina, la educación médica y el trabajo metodológico, la prevención de enfermedades transmisibles y no transmisibles. En cada periodo, vinculo a los interesados a los Grupos de Trabajo Científico Estudiantiles. Cada posible resultado por lo general se inicia con la revisión, por los estudiantes, de lo publicado anteriormente sobre ese tema.
Con la base de los saberes transmitidos en los talleres de metodología de la investigación, muchos de sus alumnos llegan a participar en eventos científicos estudiantiles de la Universidad, la provincia o la nación.
“Según su participación en la investigación, se convierten en coautores de trabajos divulgados en eventos científicos o publicaciones en revistas médicas. En muchas de mis intervenciones en jornadas y congresos o en artículos publicados, entre los coautores hay estudiantes de Medicina y Licenciatura en Nutrición, por ejemplo, residentes de MGI o Medicina Familiar y Comunitaria”.
Placeres Hernández, Especialista de Segundo Grado y Máster en Ciencias, estimula el trabajo en la comunidad, es presidente de la Cátedra de Historia de la FEU en la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas y coordinador del Taller de Historiografía del evento Ciencia Para Todos.
“La enseñanza uniblemente ligada a la investigación y a la extensión universitaria. Desde el año 2014 obtuve la categoría de Investigador Agregado y en 2022, la de Investigador Auxiliar. Mi mayor sueño, es seguir aprendiendo. Para poder enseñar, debo hacerlo. Es difícil que no dedique, diariamente, aunque sea un pequeño tiempo, a mi preparación”.
Incentivar en los médicos generales integrales el deseo de superarse es uno de sus retos. De aprobarse próximamente, debe coordinar la maestría en Atención Primaria de Salud (APS) en Matanzas. “Esa podría ser una gran oportunidad para muchos”, señala.
Mientras tanto el doctor José Fernando Placeres Hernández se prepara para el III Congreso Nacional de Medicina Familiar, preámbulo de los 40 años del inicio del programa MEF, a celebrarse el 4 de enero de 2024. Seguir esforzándose “para trabajar con mayor profesionalidad y amor”, será siempre su mayor preocupación como médico y docente.
9 octubre 2023|Fuente: radio26| Tomado de Ciencias Destacadas
Oct
5
El Doctor José Antonio Rubio Becerra ya ha cumplido tres misiones en la República Bolivariana de Venezuela, y aún se estremece desde aquella primera vez que llegó a esta nación con una mochila cargada de sueños y de muchos deseos de hacer en bien de la humanidad y de sus hermanos venezolanos. Hoy dirige las Misiones Sociales y la Misión Médica en el Estado de Anzoátegui, y vive orgulloso de los resultados conquistados por su colectivo gracias al amor y al sacrificio por cumplir la tarea encomendada.
El Doctor José Antonio Rubio Becerra es un hombre alto y de complexión fuerte. Esa misma estatura y fortaleza las lleva en su alma y en su mirada, que revela una franqueza y una lealtad indescriptibles.
Oriundo del municipio villaclareño de Placetas, es Médico General Integral y especialista en Psiquiatría de adultos. Desde el año 2020, en medio de la batalla contra la Pandemia, integró el Contingente Ernesto Che Guevara, para ayudar al pueblo bolivariano a enfrentar los duros impactos de la Covid.
Hoy es jefe de las Misiones Sociales Cubanas en el Estado de Anzoátegui. Allí las Brigadas médicas de nuestro país tienen resultados meritorios, lo cual las ubica entre los cinco primeros lugares de la emulación fraternal de nuestra colaboración en el hermano país durante el primer semestre del año.
El Doctor Rubio está convencido de que la clave es el trabajo. Por ello no vacila en afirmar: “A los colaboradores les decimos que hay que tener disciplina, dar el ejemplo, hacerlo todo con calidad, ser estrictos con el horario laboral, cumplir con nuestra tarea, todo ello nos prestigia”, afirma.
El Doctor Rubio tiene una confianza inmensa en la juventud. Más de 700 colaboradores hoy laboran en el Estado de Anzoátegui, y de ellos, más de 200 son jóvenes, “muchos de ellos con su primera experiencia laboral y su primera misión, y con valentía y decisión una gran parte ha asumido cargos administrativos y lo hacen muy bien; son un Fidel en cada una de las trincheras en que se encuentran”, sentencia.
Cuando dialoga con los nuevos retoños, el Doctor Rubio recuerda sus inicios, aquellos momentos en que decidió ser médico internacionalista.
“Nuestra primera misión internacionalista fue en Guatemala, y ya tengo tres periodos de misión en Venezuela, doce años de mi vida que he entregado a este pueblo, que también nos corre por las venas”, expresa emocionado.
Hoy los recuerdos afloran en el corazón de este especialista que siente haber cumplido la parte del deber de su generación.
“Recuerdo el primer día en Venezuela, la gente reunida, el recibimiento, los inicios del Programa Barrio Adentro, una idea fundacional de los Comandantes Fidel Castro y Hugo Rafael Chávez Frías, yo era aquel joven que llegó con su maletín en el hombro, con muy pocos recursos para trabajar, pero con metas a cumplir para mejorar la calidad de vida de la familia venezolana, y creo he cumplido mis sueños, por eso me veo reflejado en las muchachas y muchachos que hoy llegan aquí a dar lo mejor de sí”, señala.
Dirigir más de 700 colaboradores, lejos de la Patria, es una tarea difícil, pero este hombre no conoce de imposibles, porque “requiere de esfuerzo, dedicación, muchas veces tenemos que privarnos del sueño, pero todo en función de cumplir las tareas, impulsar el trabajo, poner en alto el prestigio de la misión cubana, cuidar a nuestros colaboradores y atender a la familia venezolana”.
Al Doctor Rubio se le ilumina el rostro con tantos sentimientos, cuando piensa en estos doce años en que ha sentido la necesidad de estar cerca de su familia, un sentimiento que lo embarga cada día que está lejos de los suyos “ sentimos el dolor de estar lejos de los seres queridos, una nostalgia que a veces tratamos de olvidar con la intensidad del trabajo diario, y en estos periodos fuera de Cuba suceden cosas muy tristes, se enferman o fallecen nuestros familiares o amistades, y eso duele, pero al igual que disfrutamos de momentos alegres, compartimos el dolor entre todos, y nos ayudamos a salir de momentos difíciles”.
Hoy desde Anzoátegui, con la grandeza de un hombre humilde, el Doctor Rubio envía un mensaje para sus coterráneos: “Que aquí en Anzoátegui hay un compatriota luchando por ayudar a este pueblo hermano y a nuestro país, con la certeza de que nuestra Revolución no va a claudicar, y de que vamos a vencer el bloqueo, y como dicen los venezolanos, hay que echar rodilla en tierra por Cuba y por Venezuela”.
5 octubre 2023 |Fuente: CMHW| Tomado de Noticias Internacionales