Abr
30
El Doctor Pedro Luis Santana Gálvez, es hoy Asesor Docente del Grupo de Pregrado de la Dirección Nacional de Docencia de la Misión Médica Cubana en Venezuela.
Este médico, profesor, formador de muchas generaciones transita la vida con un orgullo que le corre por las venas, pues fue de los iniciadores de la Misión Barrio Adentro, hace 21 años, en esta nación hermana.
“Fui de los fundadores del Estado Anzoátegui, llegué a esta tierra el 29 de octubre del 2003, como parte del contingente de 50 médicos que llegaron a cubrir la parte rural del Estado, por supuesto, veníamos con miedo, con muchas expectativas, pero fue una experiencia maravillosa y única”, nos confiesa.
Y claro que sintió temor ante una tarea que era muy nueva, desafiante, en otro país, con otra cultura e idiosincrasia. Quizás fue, entonces, aquella despedida de Fidel a cada grupo de médicos que partieron a Venezuela, la luz que les hizo tomar confianza y fuerzas para cumplir la alta responsabilidad puesta sobre sus hombros.
Sobre ese día rememora: “Nuestro invicto líder de la Revolución, el Comandante en Jefe, tuvo un encuentro con nosotros, demostró una vez más que era una enciclopedia, conocía al detalle las características de cada Estado, las regiones, el entorno político, las costumbres, los rasgos de la población, los municipios y sus características geográficas, sabía la labor que cada uno de nosotros iba a hacer en Venezuela, fueron horas y horas de diálogo hasta la madrugada”.
Entonces, Pedro Luis era muy joven, tenía solo cinco años de graduado como especialista en Medicina General Integral, y entonces su vida dio un giro que lo marcó para siempre.
“Yo llegué como graduado de MGI, paso a la docencia con el Pacto Sandino, una comunidad de Pinar del Río donde cristalizaron los proyectos de colaboración entre ambos países; en Pinar del Río se reunieron Chávez y Fidel, y nace la idea de formar médicos comunitarios integrales venezolanos, así empezamos la parte docente”
Difícil y retador encargo, pero no imposible, nos precisa este experimentado profesional y agrega: “Sin haber estado antes en un aula, sin haber impartido clases, sin experiencia asumimos la tarea, los médicos cubanos nos caracterizamos por vencer cada barrera, para nosotros no hay nada que impida desafiar un reto y lo logramos, al comienzo no teníamos aulas, dábamos clases en locales adaptados, en portales, salas de vivienda, locales que buscaban los estudiantes en la comunidad, así fue el inicio de la misión”.
Transmitir valores a médicos de ciencia y de conciencia, ese ha sido el compromiso mayor, pues “no solo impartimos contenidos y materias imprescindibles de la carrera, también hablamos de valores que nos da la Revolución, el orgullo y compromiso de ser médicos internacionalistas, también de cultura general, de historia, se hicieron médicos más integrales y mejores seres humanos”.
Ahora este médico internacionalista, más preparado, con una experiencia superior, regresa a Venezuela.
Sobre este retorno a una nación entrañable dice que “estuve aquí diez años la primera vez, ya regresé como Máster en Enfermedades Infecciosas, con una preparación académica superior, hoy tenemos una Universidad de Ciencias de Salud, y asesoramos ese proceso, lo cual me hace sentir muy orgulloso”.
Pero sin dudas, en su corazón quedan los recuerdos de aquellos inicios, cuando se convirtió en fundador de la Misión Barrio Adentro, un proyecto de esperanza.
“Para mí esos recuerdos jamás se borran, es edificante haber compartido y vivido con familias venezolanas, incluso, ser parte de una comunidad, recuerdo que en el primer sitio que llegamos había una cancha deportiva en malas condiciones, la rescatamos, por las tardes jugábamos voleibol, aplicamos en Venezuela todo lo que aprendimos en Cuba sobre la medicina comunitaria, aquí trajimos con mucho cariño y deseos de hacer lo que nos enseñó la Universidad como MGI, hoy no hay satisfacción mayor que llegar a los Centros de Diagnóstico Integral, ver esos médicos formados por nosotros, es un orgullo formar parte de una revolución en la salud que nos hizo llegar a otro pueblo hermano. Es la satisfacción del deber cumplido con la patria”.
Así, el Doctor Pedro Luis Santana Gálvez luego de más de dos décadas, siente que la Misión Barrio Adentro, lo hizo crecer como médico y docente, con el orgullo de haber cumplido con Cuba y con Venezuela.
29 abril 2024 Fuente: Radio Rebelde/ Noticia/ Salud
Abr
25
Caracas, Venezuela. –De lo más hondo del alma cubana, del lado izquierdo del pecho para llegar a lo más profundo y silenciado de los cerros, los llanos y los tupidos paisajes venezolanos, nació Barrio Adentro.
Atrevidos y previsores, como solo ellos supieron ser, los comandantes Fidel y Chávez fundaron un proyecto que ha cambiado el rostro de Venezuela.
A partir de su puesta en marcha, en abril de 2003, «la esperanza de vida al nacer creció; el desarrollo integral de los niños de cero a cinco años se fortaleció; el nivel cognitivo aumentó; la capacidad predictiva ante algunas enfermedades de prevalencia frecuente también fue atacada y abordada. Se han fortalecido las políticas preventivas y de promoción como en ningún otro momento. Además, contamos con una red asistencial en el primer y segundo nivel, que ningún país de América del Sur tiene».
Así lo aseguró Geovanni Peña, presidente de la Fundación Barrio Adentro, quien insiste en que esta obra está colmada de «historias de amor, fuerza y retos», e incluso ha servido para «el replanteamiento de una nueva patria». Es, en sus palabras, «un modelo de integración fundamentado en la salud, el bienestar, la prosperidad de las mujeres y los hombres que requieren de la accesibilidad gratuita a este derecho».
Barrio Adentro –que se basa en una amalgama exquisita entre profesionales de ambas naciones–, «rompió con los paradigmas de la exclusión y la desigualdad».
Tras enrumbar esa idea matriz, nacieron otros proyectos, como la Misión Milagro y la Misión Sonrisa, «que en conjunto suman una serie de acciones en los ámbitos biosicosociales, que buscan brindar salud oportuna de manera directa, con calidad y calidez humana, pero, más aún, con un gran componente científico».
Así, el Programa del Buen Vivir para el Diabético y el uso de fármacos cubanos únicos de su tipo, como el Heberprot-p, entre otros, han devuelto la fe y la dignidad a un pueblo que se sumía en las sombras de la medicina mercantilista.
Y es que, «aunque la felicidad es una actitud, una expresión espiritual, cuando la gente tiene su centro dispensador de salud, tiene confianza; cuando saben que su centro está atendiendo, tienen esperanza; cuando van y son atendidos, salen agradecidos. Esos tres elementos son la felicidad. Por ello podemos afirmar, categóricamente, que Barrio Adentro es un instrumento de construcción de felicidad.
«Hoy hablamos con mucha facilidad de que son 21 años. Sin embargo, ese tiempo es una generación. Entonces podemos decir que estamos celebrando la primera gran generación de Barrio Adentro. Vendrán más generaciones. Dentro de cien años estarán hablando de Barrio Adentro. Dentro de 200 años estarán hablando de Barrio Adentro, porque ya es un patrimonio de la humanidad».
24 abril 2024 Fuente: Victoria/ Noticias/ Salud
Abr
13
Cinco años han transcurrido desde el secuestro en Kenia, el 12 de abril de 2019, de los doctores Assel Herrera Correa y Landy Rodríguez Hernández, médicos cubanos que prestaban servicio en ese país como parte de un convenio intergubernamental de cooperación en el que participaban voluntariamente.
Desde que se conoció la noticia del vil y absurdo secuestro, los Gobiernos de Kenia, Somalia y Cuba han realizado innumerables e ingentes esfuerzos para lograr el rescate de nuestros dos médicos y su retorno a la patria.
El Gobierno de Cuba agradece a los Gobiernos de la República de Kenia, de la República Federal de Somalia y de otros países por las gestiones que aún se llevan a cabo en función de la liberación de nuestros médicos.
Este hecho extraordinario y sin precedentes en la larga historia de la cooperación médica internacional de Cuba, ha contado con el seguimiento permanente del General de Ejército Raúl Castro Ruz y la atención del Partido, el Estado y el Gobierno, encabezados por el primer secretario y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y de autoridades y entidades dentro y fuera de Cuba.
El pasado 17 de febrero, se recibió la dura y preocupante noticia sobre el presunto fallecimiento de nuestros dos compatriotas, víctimas de un ataque aéreo ocurrido el 15 de febrero, por parte de fuerzas militares de Estados Unidos que operan en Somalia.
A pesar de las múltiples gestiones realizadas por el Gobierno de Cuba, no ha sido posible obtener información ni evidencias que permitan llegar a conclusiones definitivas y esclarecer la situación de Assel y de Landy, si permanecen con vida, o confirmar la triste noticia divulgada el 17 de febrero.
Los datos obtenidos hasta la fecha son insuficientes para corroborar la verdad de lo ocurrido con apego a procedimientos avalados por la ciencia y la legislación nacional.
Lo que sí se ha podido precisar hasta el momento es que en la noche del 15 de febrero de 2024, el Comando Africano de Estados Unidos (Africom), que opera en Somalia, realizó un ataque aéreo en la zona donde se encontraban los médicos cubanos.
Dada la naturaleza del conflicto en Somalia y la imposibilidad de lograr una confirmación, en las últimas semanas el Gobierno de Cuba ha solicitado de manera reiterada, por comunicaciones directas y por notas diplomáticas al Gobierno de Estados Unidos, información precisa sobre los hechos ocurridos.
Ante la insistencia, el Gobierno estadounidense confirmó que tuvo lugar un ataque en la zona en que estaban nuestros médicos, pero sin aclaración precisa respecto a la localidad. Trasladó también que sus autoridades han iniciado una investigación. Sin embargo, hasta la fecha, el Gobierno de Estados Unidos no ha respondido con la seriedad ni con la urgencia requeridas. Ni siquiera ha aportado datos sobre las circunstancias y características de la operación realizada. No ha aclarado si esta se justificaba, si las fuerzas militares estadounidenses actuaron con el debido respeto al derecho internacional humanitario y con el cuidado obligatorio para proteger a civiles e inocentes. No ha brindado información sobre víctimas ni ofrecido dato alguno que permita determinar si durante las operaciones desarrolladas por el Comando Africano de Estados Unidos, en las fechas y área geográfica reportadas, nuestros médicos se encontraban entre las víctimas del ataque.
El Gobierno de Cuba ha trasladado al de Estados Unidos estas solicitudes de información de manera respetuosa y asumiendo el espíritu de cooperación y debida atención que se espera entre Estados ante situaciones tan sensibles. Lo ha hecho, conociendo que diversas fuentes afirman que fue una operación militar estadounidense, con efectivos y armamento de ese país, la que presuntamente segó la vida de nuestros compatriotas.
La ausencia de datos y de respuesta pronta y adecuada de parte del Gobierno de los Estados Unidos, impide contar con elementos certeros para ofrecer a los familiares y a nuestro pueblo una versión concluyente sobre lo ocurrido.
Esperamos una respuesta oficial a las indagaciones que Cuba ha presentado respetuosamente, con elementos que puedan aportar las agencias civiles y militares de los Estados Unidos que operan en Somalia y en esa región del mundo.
El Gobierno de Cuba reitera su agradecimiento a los Gobiernos de la República de Kenia, de la República Federal de Somalia y de otros países por las gestiones llevadas a cabo.
Nuestro Gobierno continúa en comunicación con el de los Estados Unidos en busca de información. No cesará en la esperanza ni en el esfuerzo hasta conocer la verdad.(Tomado de Cubaminrex)
12 abril 2024| Cubadebate