A aumentar el conocimiento sobre la prevención de anomalías en el desarrollo fetal, instan hoy los especialistas del Centro Provincial de Genética Médica de Santiago de Cuba.

De acuerdo con la doctora Margarita Argüelles Arza, directora de la institución, los profesionales que trabajan en el Programa de Atención Materno Infantil en las comunidades deben incrementar la promoción de salud sobre las enfermedades genéticas y malformaciones congénitas, de modo que las mujeres en edad fértil comprendan la importancia de la planificación familiar y de las consultas de riesgo reproductivo preconcepcional para llegar a la gestación en las mejores condiciones posibles.

La especialista destacó los beneficios de la adopción de hábitos saludables como el consumo diario de ácido fólico, una alimentación equilibrada, la práctica regular de ejercicios físicos y la no automedicación durante el periodo preconcepcional, para minimizar o suprimir que factores pueden representar riesgos significativos para la salud materna y fetal.

En este sentido, consideró crucial el desarrollo de iniciativas educativas para estas mujeres, su familia y la comunidad en aras de fomentar la autorresponsabilidad, especialmente en el grupo de las que padecen enfermedades crónicas.

La prevención, apuntó, es primordial. Sin embargo, en el contexto actual alcanza una relevancia extraordinaria, ante las severas limitaciones económicas que enfrenta el país, a consecuencia de la política de asfixia económica sostenida por Estados Unidos contra Cuba.

Precisamente, 2023 fue un período marcado por dificultades en el cumplimiento de programas como el de Diagnóstico Cromosómico.

Según Argüelles Arza, no se alcanzó una alta cobertura debido a limitaciones en los laboratorios de diagnóstico de enfermedades cromosómicas, lo que ha impactado significativamente en el estudio prenatal. A pesar de los esfuerzos realizados, la situación sigue siendo tensa.

De ahí la necesidad urgente de abordar estos desafíos y potenciar una cultura de prevención en las mujeres santiagueras en edad fértil en las comunidades.

2 mayo 2024 Fuente: Sierra Maestra/ Noticia

Basta cruzar la puerta del salón de cirugía menor del policlínico Manuel de Jesús Lara Cantero de Trinidad para percibir la profesionalidad del equipo que, a pesar de las carencias, garantiza un servicio de calidad
En el pequeño espacio, a solo unos pasos del quirófano, una mujer menuda y de ojos dulces transmite confianza. Con amabilidad ofrece la bata, el gorro, las botas… Una rutina imprescindible que asegura el éxito de cualquier proceder quirúrgico en el salón de cirugía menor que ofrece esos servicios en Trinidad.
Desde su apertura en 2006, como resultado de un programa dirigido a fortalecer la Atención Primaria de Salud, los beneficios son innumerables, en particular para los pacientes que acceden a este tipo de cirugía, menos invasiva y con escaso riesgo de complicaciones.
Los detalles de cada historia médica, los retazos de conversaciones entre los compañeros del equipo y las anécdotas tras los nervios y la evolución satisfactoria de los pacientes trascienden el pequeño salón para ser registrados por Escambray, que, vestido de verde inmaculado, traspasa el umbral en busca de historias de vida tan cotidianas como admirables.
La génesis del servicio de cirugía menor
Gracias al programa de reconstrucción y modernización de los policlínicos, que dotó a estas unidades asistenciales de tecnología para la atención especializada, en el 2006 abrió sus puertas el salón de cirugía menor del policlínico Manuel de Jesús Lara Cantero, en la ciudad de Trinidad.
La licenciada Nora Pichs Escalante tuvo la suerte de estrenar este servicio. Con amplia experiencia como enfermera y una sensibilidad sin igual, su desempeño ha sido fundamental en los resultados que exhibe desde su apertura.
“Hemos logrado mantener un servicio de calidad, a pesar de que en ocasiones no se cuenta con todos los recursos. Pero lo más importante es la profesionalidad, la ética y el trabajo en equipo, además de la comunicación permanente con la dirección del policlínico y del municipio, sin olvidar a los consultorios médicos”, expone convencida del poder sanador de una sonrisa o una palabra de aliento.
Esa es la fórmula en un servicio de alta demanda en el sureño territorio y donde se atienden pacientes con diversas patologías que requieren de este tipo de tratamiento quirúrgico por parte de las especialidades de Dermatología, Estomatología y Cirugía Maxilofacial.
“Trabajo con varios especialistas; cada uno tiene sus características, pero aquí adentro todo fluye muy bien. Además, el rol del desempeño del proceder quirúrgico, con su política de desinfección, es la misma y todos la cumplen; más bien ellos se han adaptado a mí”.
A su lado, el doctor Carlos Albalat respalda la afirmación de su compañera de labor. Dermatólogo de profesión, el galeno se ha ganado el respeto y cariño de los trinitarios que reconocen su experticia tanto como la disposición casi innata de ayudar a los demás.
“El servicio es extremadamente necesario para el tratamiento quirúrgico de varias patologías que van en aumento, como las lesiones malignas de la piel. También se realizan cirugías de párpados, nevus o lunares, entre otras afecciones cutáneas. El uso del salón es cada vez más frecuente”, refiere mientras se coloca los guantes y revisa el instrumental que empleará en la remoción de un lipoma o quiste benigno de grasa localizado debajo de la piel.
Transcurridos apenas unos minutos del proceder quirúrgico, Madelaine Toledo bromea con la enfermera y el especialista. “Solo sentí el pinchazo de la anestesia. Es una bendición tener la posibilidad de realizar este tipo de cirugía por una cuestión estética”.
Un servicio de excelencia
A pesar de que constituye un servicio altamente demandado por los pacientes y que no siempre se cuenta con los insumos necesarios, el salón de cirugía menor sobresale en la provincia por sus indicadores favorables. La profesionalidad de los especialistas y el sentido de pertenencia de todos aseguran la estabilidad en las atenciones quirúrgicas, así como las condiciones de antisepsia de un lugar donde la higiene se ausculta en cada rincón.
Somos un equipo bien engranado —afirma el doctor Carlos—; desde la auxiliar, la enfermera, hasta nosotros los médicos. Se nos escasean los recursos, es una realidad del país; en ocasiones la sutura no es la más adecuada o falta el bisturí, pero nos las ingeniamos para que no se interrumpa el servicio.
Verónica Valdivia también es fundadora del salón de cirugía menor de Trinidad y la mano derecha de Nora. “Cuando se termina el turno quirúrgico se recoge todo y se procede a realizar la desinfección. Se limpian las paredes y el piso; la seño me va diciendo y cuando hay algún riesgo biológico extremo los cuidados. Así nos protegemos y también a los pacientes”.
“Al contar con una pequeña lavandería, siempre se dispone de un stock de ropa, el cual se conserva celosamente y cubre la demanda diaria”, agrega la enfermera Nora.
El servicio contribuye también a la docencia. Darío Cabezas observa con atención la maniobra quirúrgica e incluso interviene bajo supervisión del doctor Carlos. El joven cursa el cuarto año de Medicina y es alumno ayudante de Dermatología. “Es una especialidad difícil, pero muy bonita. Me ha ido bien y quiero llegar a ser un gran médico”, asegura.
Basta cruzar la puerta del salón de cirugía menor del policlínico Manuel de Jesús Lara Cantero para percatarse de que en tiempos de carencias, el amor y la dedicación hacen la diferencia. Las palabras de Nora definen con humildad el desempeño de todo el equipo. “Amo mi trabajo, es lo que nos enseñaron, la disciplina, la organización y la sensibilidad para tratar a los pacientes; eso también cura”.
28 abril 2024 Fuente: Escambray/ Noticia/ Salud

Nueve pacientes pediátricos, cinco hembras y cuatro varones fueron sometidos, este jueves y viernes, a técnicas laparoscópicas para la reparación de la hernia inguinal en niñas y niños como parte de los esfuerzos del Hospital Pediátrico Eduardo Agramonte Piña, de Camagüey, por extender las cirugías por mínimo acceso que son menos invasivas y reportan considerables ahorros de material.
El curso de entrenamiento, con sesiones teóricas y prácticas, es impartido por el doctor colombiano Gustavo Cala, especialista de primer grado en cirugía pediátrica, quien durante su carrera ya acumula experiencia en el dominio de esa técnica. La sesión teórica incluyó ejercicios de simulación de la cirugía, antes de enfrentarse a los nueve casos.
Según explicó el doctor Mauro Castelló González, este tipo de hernia es la enfermedad quirúrgica electiva más frecuente en la provincia. «Sin embargo, hasta el momento no hemos usado técnicas de mínimo acceso para su reparación.
«El Servicio cuenta con la técnica de mínimo acceso desde el año 2000 y realizamos operaciones para otras enfermedades, pero para la hernia inguinal solamente se usaba tratamiento convencional. Usarlo en este padecimiento simplifica mucho el proceder, disminuye el tiempo de cirugía. Además, es fácilmente reproducible, por eso con cursos intensivos como este podemos apropiarnos de la técnica para su posterior realización», dijo.
El profesor Cala es graduado en la Escuela Latinoamericana de Medicina en Camagüey, además realizó sus estudios de cirugía pediátrica en este servicio del Hospital Pediátrico Eduardo Agramonte Piña, al que regresa por estos días para brindar sus conocimientos y entrenar en estos procederes a quienes fueron sus compañeros de estudio.
28 abril 2024 Fuente: Cubadebate/ Noticia/ Salud