En Cuba la expectativa promedio de vida de los pacientes sicklémicos alcanza los 56 años de edad y algunos llegan incluso a los 70, cifras muy similares a las evidenciadas en países del primer mundo, informó el Ministerio de Salud Pública (Minsap).

Esto se ha logrado gracias a las efectivas estrategias de tratamiento, el acceso a la atención especializada y la posibilidad del diagnóstico prenatal con la coordinación del Centro Nacional de Genética Médica, así lo aseveró la doctora Olga Margarita Agramonte Llanes, presidenta de la Sociedad Cubana de Hematología.

La especialista explicó que la Drepanocitosis o Anemia Falciforme (sicklemia, como también se le conoce) es una compleja enfermedad genética que ocasiona múltiples manifestaciones clínicas caracterizadas por dolor y daño crónico de órganos, incluso desde edades tempranas.

Cuba celebró este 19 de junio el Día Mundial de la Drepanocitosis o Anemia Falciforme, una enfermedad que en nuestro país cuenta con un programa de atención integral altamente exitoso, según indica el Minsap.

A pesar de la pandemia de la COVID-19, las autoridades médicas continúan priorizando la atención a los pacientes sicklémicos pues el 3,08 % de la población cubana es portadora de la hemoglobina anormal (S) causante de la sicklemia, aunque solo sufren las dolencias aquellos que la heredan de ambos padres, puntualizó la experta.

La doctora Agramonte Llanes destacó que en el país hay cerca de cinco mil personas, mayormente en provincias orientales como Guantánamo y Santiago de Cuba, que sufren este padecimiento; y que tiende a asociarse más a las personas de piel negra porque según las investigaciones África es uno de los continentes originarios del gen de la hemoglobina S, y llegó a las Américas y el Caribe debido a la trata de esclavos y las migraciones, y se diseminó por todo el mundo. No obstante, afecta a cualquiera, sin importar el color de la piel, los ojos o el pelo, aclaró.

Estos pacientes precisan de una dieta especial, según el criterio del Grupo Nacional de Hematología, pues además de la anemia hemolítica, el alto recambio metabólico, energético y celular, presentan deficiencias nutricionales de vitaminas y minerales que no pueden suplementar con la alimentación habitual, añadió.

Explicó que entre los múltiples tratamientos para disminuir los daños por la enfermedad, destaca el profiláctico, que comienza desde el diagnóstico prenatal cuando se asesora a los progenitores sobre las pautas de atención establecidas y se propicia el seguimiento precoz del paciente. También están las penicilinas, en el tratamiento de las infecciones, y el medicamento hidroxiurea.

De igual forma, se les realiza rehabilitación, si es preciso se les administran diversos medicamentos para tratar las crisis vaso-oclusivas o disminuir los efectos del daño crónico, y a los individuos con cifras muy bajas de hemoglobina se les efectúan frecuentes transfusiones de sangre. Otros tratamientos contemplan la inclusión de agentes antipolimerizantes, de fármacos que incrementan la hemoglobina fetal y vasodilatadores, detalló.

Afirmó que los tratamientos curativos existen, uno de ellos es el trasplante de médula ósea, para lo cual se necesita un donante compatible idéntico, pero se trata de un procedimiento de alto riesgo para el paciente y en el mundo resulta muy costoso.

junio 20/2021 (Granma)

junio 21, 2021 | Maria Elena Reyes González | Filed under: De la prensa cubana | Etiquetas: , , |

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