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De pequeño José Fernando era el médico que curaba y enseñaba a los demás niños del barrio. La labor de protegerles para que no enfermaran fue siempre su juego de roles preferido, hasta que ese estetoscopio de juguete se hizo real y tuvo que enfrentar enfermedades que hasta ese momento consideraba poco frecuentes como la tuberculosis, la esquistosomiasis y el paludismo.
José Fernando Placeres Hernández no tardó en convertirse en un médico de los buenos, de los que aman su profesión en todo tiempo, pero también de los que, en el afán de salvar, optan por transmitir a otros cuanto saben y lo entregan todo en el intento.
“Siempre quise ser médico, pero también enseñar medicina, confiesa a propósito de la celebración por el Día Mundial de los Docentes. Al graduarme fui seleccionado para trabajar como médico de familia en una escuela donde estudiaban jóvenes de Mozambique, Ghana y Sudán, en la Isla de la Juventud. Después continué como Médico de Familia en Pedro Betancourt, donde me hice Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral (MGI) y desarrollé actividades de promoción para la salud”, rememora.
Fue en 1993 cuando comenzó a impartir docencia, hasta convertirse en Profesor Auxiliar, esta última categoría adquirida en la Facultad de Ciencias Médicas Calixto García, de La Habana; aunque como él mismo destacara, en todos los casos tuvo que presentarse ante tribunales muy exigentes.
“Siempre quise ser profesor para transmitir los conocimientos que ya había adquirido, inculcar valores, y contribuir al desarrollo de las habilidades y destrezas de los futuros profesionales de la salud; así como la capacidad de tomar importantes y ágiles decisiones.
“Tengo como paradigma a mis hermanos, para mí, todos maestros en sus profesiones. También a varios de los que fueron mis profesores y después, muchos han sido mis colegas; entre ellos: Maritza Alonso, Olga González La Nuez, Gumersindo Suárez Surí, Meylins Pons, Lissette Acosta, Silvio Soler Cárdenas, Julio Font Tió, Ariel Jordán, Mayra Guerra, Erasmo Hernández, Ercilio Vento, Idalmis Salabert …”, explica el galeno, cuya lista, aunque aquí no la reproduzco en su totalidad, es mucho más extensa, como quien no quiere que se escape ninguno de esos nombres esenciales en su crecimiento.
Pero además de ellos, agradece la principal motivación a su madre, Juana Rosaura Hernández Moreno, quien le transmitió asimismo valores humanos, cultura y ética. “Me aportó herramientas que aún me permiten sacar lo mejor de mí para ofrecerlo a los estudiantes con esfuerzo y pasión”.
Fernando Placeres confiesa que, aunque algunos dicen que es de carácter fuerte, siempre trata de ponerse en el lugar de los alumnos, identificar sus problemas personales, familiares y sociales, lograr una buena comunicación y relación basada en el respeto mutuo; mientras trata de estimular el aprendizaje y el desarrollo de sus potencialidades intelectuales y creativas.
“Siempre he considerado que no solo debo instruir, sino también educar. Trato de mantenerme actualizado y de reinventarme en cada actividad docente. No me gustan las clases donde predomine la reproducción del contenido. Intento siempre interactuar activamente con los estudiantes, los provoco, trato de enseñarlos a hacer, que sean mejores hombres y mujeres; los obligo a pensar, a interpretar y también les doy elementos para que puedan desaprender, cuando sea preciso.
“Hay hechos que marcan. No se puede describir lo que se siente cuando al tiempo te reencuentras con algún alumno y te saluda con aquel ‘profee…’ que tanto disfrutas; o cuando te buscan para que seas el tutor de un trabajo científico o de su tesis de la especialidad. Recibirlos al iniciar el primer curso de estudios, acompañarlos durante más de un lustro de carrera o tres años de especialidad y poder tomarnos una foto el día de la graduación, eso satisface y se agradece mucho. Son momentos que no se olvidan”
-Estudioso de temas como la familia y el adulto mayor, el programa del Médico y Enfermera de la Familia (MEF), la formación de valores por solo citar algunos, ¿cómo transmite a sus alumnos, esa inquietud por la investigación?
“Efectivamente, esos son temas sobre los que investigo, junto a otros como la historia de la Medicina, la educación médica y el trabajo metodológico, la prevención de enfermedades transmisibles y no transmisibles. En cada periodo, vinculo a los interesados a los Grupos de Trabajo Científico Estudiantiles. Cada posible resultado por lo general se inicia con la revisión, por los estudiantes, de lo publicado anteriormente sobre ese tema.
Con la base de los saberes transmitidos en los talleres de metodología de la investigación, muchos de sus alumnos llegan a participar en eventos científicos estudiantiles de la Universidad, la provincia o la nación.
“Según su participación en la investigación, se convierten en coautores de trabajos divulgados en eventos científicos o publicaciones en revistas médicas. En muchas de mis intervenciones en jornadas y congresos o en artículos publicados, entre los coautores hay estudiantes de Medicina y Licenciatura en Nutrición, por ejemplo, residentes de MGI o Medicina Familiar y Comunitaria”.
Placeres Hernández, Especialista de Segundo Grado y Máster en Ciencias, estimula el trabajo en la comunidad, es presidente de la Cátedra de Historia de la FEU en la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas y coordinador del Taller de Historiografía del evento Ciencia Para Todos.
“La enseñanza uniblemente ligada a la investigación y a la extensión universitaria. Desde el año 2014 obtuve la categoría de Investigador Agregado y en 2022, la de Investigador Auxiliar. Mi mayor sueño, es seguir aprendiendo. Para poder enseñar, debo hacerlo. Es difícil que no dedique, diariamente, aunque sea un pequeño tiempo, a mi preparación”.
Incentivar en los médicos generales integrales el deseo de superarse es uno de sus retos. De aprobarse próximamente, debe coordinar la maestría en Atención Primaria de Salud (APS) en Matanzas. “Esa podría ser una gran oportunidad para muchos”, señala.
Mientras tanto el doctor José Fernando Placeres Hernández se prepara para el III Congreso Nacional de Medicina Familiar, preámbulo de los 40 años del inicio del programa MEF, a celebrarse el 4 de enero de 2024. Seguir esforzándose “para trabajar con mayor profesionalidad y amor”, será siempre su mayor preocupación como médico y docente.
9 octubre 2023|Fuente: radio26| Tomado de Ciencias Destacadas
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Diversos procedimientos y acciones encaminadas a mejorar la atención de los enfermos, se analizaron en el encuentro provincial del Programa de Atención Integral al Paciente con Úlcera de Pie Diabético, en esta ciudad.
El coordinador de dicho programa, Raúl Romay Buitrago, confirmó a la Agencia Cubana de Noticias, que se chequearon aspectos medulares para presentar un cierre de año con mejores resultados que los obtenidos hasta este momento, independientemente de que la provincia de Camagüey marcha puntera en la región oriental y en los primeros lugares a nivel de país.
Es preciso lograr mayor concientización por parte de la población, con el objetivo de que acudan precozmente a las consultas creadas al efecto y por ende que se haga el diagnóstico a tiempo de esta patología disminuyendo así el número de amputaciones, añadió el también jefe del servicio de Angiología del Hospital Universitario Manuel Ascunce Domenech.
Hasta la fecha se han tratado 541 pacientes de los 850 que incluye el potencial de acuerdo con estadísticas internacionales, cifra que representa el 88% del cumplimiento del plan anual, enfatizó Romay Buitrago.
El manejo de la úlcera de pie diabético y la aplicación del Heberprot-p centraron el debate, donde se resaltó la originalidad del producto con cualidades cicatrizantes de mucha efectividad, incluso, reduce el tiempo de estadía médica en las instituciones asistenciales.
Con más de 15 años de experiencia en el empleo del medicamento, dentro y fuera de la nación cubana, los especialistas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Camagüey compartieron conocimientos y sugerencias para acercar este efectivo proceder a la atención primaria.
Elevar el nivel de capacitación del personal para el abordaje del tratamiento, incrementar el recurso humano capacitado, así como aconsejar y persuadir a los camagüeyanos para la atención temprana de esta patología, fueron otras temáticas abordadas en el encuentro.
En la actualidad se desarrollan estudios que incluyen la mayor cantidad de diabéticos camagüeyanos, donde un porcentaje significativo corre el riesgo de padecer de úlcera en el pie.
Este programa nacional se encuentra presente en todos los policlínicos del territorio agramontino y continúa en el perfeccionamiento de sus técnicas y el personal especializado.
9 octubre 2023|Fuente: radiohc| Tomado de Noticias Salud
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Nacido en la ciudad de Matanzas, el 17 de octubre de 1947, el doctor Ercilio Vento Canosa atesora más de cinco décadas de meritoria labor profesional centradas, fundamentalmente, en la medicina legal, la espeleología, la antropología y la historia.
En las cuatro disciplinas tiene aportes significativos que le han valido el reconocimiento de la comunidad científica cubana y de otras naciones, como España, Italia y Estados Unidos, por mencionar algunas.
Figuran, entre ellos, la creación de un método para el cálculo de la edad, a través del estudio histológico de un hueso; el haber rescatado y conservado, para el patrimonio nacional, el cuerpo momificado de Josefa Ponce de León; el descubrir las primeras evidencias de una variante de sífilis distinta a la actual, entre los aborígenes de Cuba y las Antillas, antes de la llegada de los conquistadores españoles (formó parte de su tesis doctoral), y realizar el catastro de las cavidades subterráneas de Matanzas, con el descubrimiento de sitios arqueológicos, entre ellos Canímar Abajo, el más importante del Caribe insular.
Asimismo, identificó los caracteres negroides de una población aborigen en su provincia natal, hallazgo que confirmó el carácter multirracial de los aborígenes de América, y es el único cubano que ha realizado estudios microscópicos en restos óseos del hombre de Neandertal.
Historiador de la ciudad de Matanzas, desde abril de 2009, notable políglota (domina diez idiomas), y merecedor hace pocas semanas del Premio Nacional de Espeleología 2023, el doctor Ercilio Vento reveló a Granma que su interés por los temas de ciencia surgió cuando tendría unos cinco años, y su papá lo llevó a pasear por el valle de Yumurí.
«En un momento del recorrido, me señaló una enorme piedra caída de lo alto del farallón, y afirmó que, debajo de ella, estaba enterrado un cacique indio. Fue el inicio de una curiosidad muy intensa que todavía me dura, y no exagero si digo que aún quisiera levantar aquella piedra.
«Luego ese afán por saberlo todo se canalizó por la lectura de los libros que mis padres me procuraban, no los clásicos cuentos infantiles, sino sobre los mayas, incas, aztecas, los antiguos griegos y romanos, las conquistas de Gengis Kan y mucho de arte. Así nació mi afición por la arqueología y la historia».
Como aseveró el doctor Ercilio Vento, más allá de su temprano apego hacia las referidas disciplinas, siempre quiso ser médico y hacerse legista.
«A los 13 años, un familiar me avisó de la realización de una autopsia por el médico forense municipal, y sugirió que le hablara para verla.
«De manera bastante ríspida, el doctor Alfredo Triolet dijo que ese no era espectáculo para niños. Insistí, y el Juez de Instrucción presente intercedió. Sin dejar de rezongar, el forense aceptó, pero dejó bien claro que, ante cualquier expresión de miedo, sería sacado de la morgue.
«Me mandó a ponerme los guantes y la bata de rigor. Así lo hice y, desde ese momento, pasé a ser su ayudante.
Según el doctor Ercilio Vento, matriculó la carrera de Medicina en el Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón, en La Habana, donde cursó los dos primeros años. El resto lo pasó en el Hospital Clínico Quirúrgico Docente José Ramón López Tabrane, de Matanzas.
«Empecé la residencia en anatomía patológica, pero luego la dejé por la especialidad de Medicina Legal, que terminé en mayo de 1980, defendiendo una tesis sobre Antropología Forense.
«Durante esa etapa me convertí en el primer latinoamericano y octavo en el mundo en aplicar un método personal de estimación etárea, basado en un estudio microscópico de un fragmento del borde anterior de la tibia. También tuve la ocasión de interactuar con las más célebres personalidades de la antropología mundial en aquel momento».
Resaltó que nada le ha enseñado tanto de la vida y su valor, como la Medicina Legal, especialidad no pocas veces incomprendida, y cuya divisa es honrar a la patria y la justicia, a través de la ciencia y la verdad.
Para el doctor Vento Canosa, la medicina legal es su sacerdocio, mientras la espeleología, a la cual lleva vinculado seis décadas, ha sido madre y maestra.
«Tuve el inmenso honor de asumir la Presidencia de la Sociedad Espeleológica de Cuba, luego del fallecimiento del doctor Antonio Núñez Jiménez, hacer el inventario de localidades con sitios de arte rupestre en Matanzas, crear los comités espeleológicos dentro de la Sociedad y el Espeleosocorro cubano».
Con 25 libros y 504 artículos publicados, hasta la fecha, en Cuba y en otros 12 países, entre ellos México, Argentina, Chile, España, Francia, Estados Unidos, Alemania y Suiza, el profesor Ercilio Vento no duda en calificar de experiencia extraordinaria el haber dedicado más de 20 años de trabajo al rescate y al ulterior estudio del cuerpo embalsamado de Josefa Ponce de León (la tuvo todo ese tiempo en un contenedor especial en la biblioteca de su casa), y corroborar también que María Mantilla era hija biológica de nuestro Héroe Nacional José Martí.
«A lo largo de más de seis lustros, y apoyado en el abundante material fotográfico disponible sobre ambas personas, la mayoría procedente de los archivos de la historiadora, periodista y escritora Nidia Sarabia, pude comparar 66 caracteres antropométricos en Martí y María Mantilla, prueba que mostró un 74,3 % de compatibilidad.
«La corroboración la hice aplicando métodos de antropología, que consulté con especialistas de nivel mundial, los cuales utilizo en mi función pericial en los tribunales que intervienen en los procesos de filiación.
«Cada cual considere lo que crea, pero negar la verdad, decía el propio José Martí, es un delito. No es mi propósito romper lanzas en este empeño, aunque hay investigadores cubanos que lo admiten, sin las reservas puritanas que privan al Apóstol de su condición de hombre pleno.
Amante de la música, en particular la clásica y la de los años 60, y de la ciencia ficción y los documentales históricos, el profesor Ercilio Vento agradece la inmensa suerte de compartir su vida con una persona excepcional, la doctora Maritza Toledo Ortega, también médico.
«Ella ha sido clave para mi desempeño profesional en las últimas dos décadas. Su aliento y su apoyo incondicional nunca me faltaron. Como decía Martí, no hay obra perfecta sin sonrisa de mujer».
9 octubre 2023|Fuente: Granma| Tomado de Ciencia