Especialistas de Cuba en Oftalmología contribuyen hoy en el estado mexicano de Baja California Sur a la capacitación de personal de la salud y a la recuperación de la visión en pacientes de escasos recursos.

En diálogo con Prensa Latina, Teresa de los Ángeles Casanova, cirujana principal de ese equipo en el Hospital Juan María de Salvatierra, de la ciudad de La Paz, comenta las características de su trabajo y los resultados obtenidos como parte de la colaboración entre ambos países.

Según la integrante de la brigada médica de la isla en esta nación, el centro, considerado de referencia, recibe a pacientes con traumas oculares de toda la entidad, y allí tres profesionales de la mayor de las Antillas atienden desde niños recién nacidos hasta adultos ya longevos.

“Desarrollamos actividades quirúrgicas semanales, de ellas (las de) pterigion, catarata y otro tipo de enfermedades de causa ocular”, detalla la galena, quien destacó la realización en 2023 y 2024 de campañas de cirugía relacionadas con el segundo padecimiento.

Asimismo, los profesionales de la nación caribeña han participado “en proceso de ablación, de trasplante multiorgánico, a su vez con los cirujanos a nivel de riñón, córnea, precisamente procurando órganos para pacientes necesitados”, apunta.

“Nos hemos mantenido muy directamente vinculados con todos los servicios del hospital -refiere-, como pediatría, oncohematología en niños, precisamente la interacción y el seguimiento de estos niños, así como el servicio a nivel de ginecología, medicina interna” y otros.

Al aludir al propósito de su labor en estas tierras, encaminada a la prevención de la ceguera, la especialista con 33 años de experiencia manifestó su satisfacción al afirmar que posibilitaron a muchas personas recuperar la visión y alcanzar una mejor calidad de vida.

Historias emotivas tenemos muchas, sobre todo en la atención a niños, porque recibimos también infantes con traumas oculares y que un menor “no tenga una discapacidad o que no pierda un ojito es un valor altamente preciado y sin costo alguno”, expresó.

A su juicio, el pueblo mexicano no solo agradece la atención en cuanto a salud que puedan ofrecer los especialistas de Cuba, sino la sensibilidad y humanismo, así como el respeto a la profesión con los cuales actúan, “una característica reconocida en todo el mundo”.

“No solamente somos médicos; somos psicólogos, somos trabajadores sociales que podemos hasta cierto punto desarrollar o educar a estas personas que en determinado momento han tenido un desconocimiento general de sus enfermedades”, sostuvo.

Junto a la atención a los enfermos, el equipo de oftalmólogos de Cuba en el Hospital Juan María de Salvatierra también ha llevado a cabo talleres sobre la donación de órganos, específicamente de córnea, y ha trabajado en la formación de residentes para desarrollar un banco de esas membranas.

Desde 2022, con su llegada aquí, colaboraron igualmente en actividades vinculadas a la prevención y la educación sanitaria en aquellos pacientes con diabetes mellitus, en un contexto marcado por una alta incidencia de ese padecimiento en Baja California Sur.

Para Casanova, quien cuenta con experiencias anteriores en Yemen, Jamaica y Ecuador, México ha sido muy importante debido a la integración conseguida, y el aprendizaje sobre los protocolos, organización del servicio y las guías de prácticas clínicas establecidas en el país norteamericano.

Lejos de su tierra natal, la doctora añora a sus seres queridos, pero compensa esas ausencias con el orgullo de brindar a ciudadanos de esta nación la posibilidad de observar “la vida con un haz de colores” y responder así a la confianza depositada en ella.

Hace pocos días, la presidenta Claudia Sheinbaum reconoció el desempeño de los especialistas de la isla en México, los cuales suman actualmente más de tres mil, y aseguró que continuará la contratación de estos y de los provenientes de otros países.

Al referirse a visitas a centros de salud durante las giras realizadas por el territorio nacional, mencionó que ha visto a los médicos cubanos laborar en los lugares más apartados “con una convicción, un trabajo y una integración con todo el personal de salud muy importante para la población”.

4 Febrero 2025 Fuente: Tvsantiago/ Noticias/ Salud

febrero 7, 2025 | Arlenes Tamayo Osorio | Filed under: Colaboración, Cuba, De la prensa cubana, médicos cubanos, Mundo, Salud, Salud Pública | Etiquetas: , , , , , |

Ante las limitaciones de recursos a causa del bloqueo de los Estados Unidos a Cuba profesionales del servicio de Nefrología, del Hospital General Docente Ernesto Guevara de la Serna, garantizan la atención a personas con afecciones renales agudas y logran índices de referencia en los recuperados.

Con relación al Programa de Hemodiálisis durante el 2024 se reconoce la labor asistencial a 166 aquejados y la detección de 44 nuevos casos que llegaron por alguna patología, ya sea quirúrgica o desde la Terapia Intensiva necesitados de hemodiálisis.

En el período se realizaron 12 mil 90 sesiones de hemodiálisis, de ellas 11 mil 220 corresponden a casos crónicos y 870 a agudos, según se resaltó en el resumen del quehacer asistencial de la mayor institución de salud de la provincia de Las Tunas.

Actualmente la especialidad sostiene un seguimiento y la pesquisa de los casos que pueden tributar como crónicos al Programa de Hemodiálisis a partir de las proyecciones comunitarias de los cuatro policlínicos del municipio cabecera; mientras Majibacoa, Jobabo, Colombia y Manatí se cubren por consulta.

El seguimiento y control a los pacientes posibilita que se mantengan en estadio pre-dialítico sin llegar al proceso de hemodiálisis. Por otra parte, el funcionamiento de 18 riñones artificiales posibilita satisfactorios procederes a 68 pacientes dispensarizados con enfermedades renales crónicas, unido a un servicio móvil que funciona en la Terapia Intensiva para los casos graves.

En la provincia de Las Tunas la hipertensión arterial y la diabetes mellitus figuran entre los factores de riesgo que se incluyen como las principales causas de insuficiencia renal crónica terminal con criterio de hemodiálisis.

4 de febrero de 2025 Fuente: Tiempo 21/ Noticias/ Salud

El diagnóstico de cáncer suele ser uno de esos momentos que se convierten en un punto de inflexión en la vida de las personas; todo su mundo cambia, se desmorona y tanto los enfermos como sus familiares comienzan una ardua batalla contra una de las enfermedades más temidas. El cáncer, más que un simple juicio médico, es un asunto profundamente personal.

Detrás de cada paciente oncológico hay historias de dolor, sufrimiento, sanación, resiliencia y mucho amor. Sentimientos compartidos por todos los que rodean al enfermo, desde los más allegados hasta el personal médico encargado de los tratamientos, pues para ser oncólogo hay que ser extremadamente sensible.

Desde hace varias décadas el cáncer se ha convertido en una de las principales causas de muerte a nivel global, además de ser una de las enfermedades que más años de vida potencialmente perdidos generan. Cuba comparte esas estadísticas con el resto del mundo, algo que también ocurre en Sancti Spíritus. Nuestra provincia es una de las que mayores tasas de incidencia registran al año, con la detección de aproximadamente 2 000 casos en un período de 12 meses, y alrededor de la mitad lamentablemente fallecen.

Conscientes de ello, los especialistas del servicio de Oncología del Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos ejercen su papel de médicos y amigos de forma abnegada. Cada día llegan a la sala con una sonrisa y una mano amiga lista para acariciar a sus pacientes, para darles las palabras de aliento que necesitan en esos momentos tan duros, además de acompañarlos en todos los procesos del tratamiento.

El especialista en Oncología tiene matices emocionales que son diferentes a los demás colegas de profesión; nunca es superior, más duro o triste como muchos aseveran, pero sí más especial. Ellos no tienen horario libre, pues, más allá de terminar el trabajo y quitarse su bata, se mantienen en contacto, siempre disponibles a las visitas a sus hogares, las llamadas en la madrugada y el teléfono constantemente encendido, además de los recurrentes pensamientos dedicados a quienes sufren en carne propia los estragos del cáncer.

Lo más duro para estos especialistas es ver que sus pacientes no evolucionan hacia la mejoría, el sufrimiento familiar y la impotencia de no tener disponibles todos los recursos para sus tratamientos. Esos días en que pierden a un enfermo la desesperación se apodera de ellos internamente y no pueden evitar llenar de lágrimas sus ojos.

Pero también llevan con ellos la satisfacción de que muchos superan esta batalla, que se recuperan y vuelven a su vida habitual profundamente agradecidos de las atenciones que los llevaron a ese momento y suelen volver a la sala donde una vez padecieron para agradecer.

El cáncer no discrimina edad o sexo, puede llegar en cualquier momento, sin esperarlo y comenzar a causar estragos. Como pacientes oncológicos saben de primera mano lo delgada que es la línea entre la vida y la muerte, lo difícil que es el camino que tienen por delante y la inconmensurable cantidad de fuerza que necesitarán parar desandarlo.

Los tratamientos son agotadores, el desconsuelo a veces supera la esperanza, los pronósticos no siempre son los deseados y el miedo suele ser la emoción predominante. Pero las personas que padecen esta enfermedad saben afrontarla con valentía y, luego de reponerse del impacto, del diagnóstico salen a pelear y luchar por la vida; aunque algunos no lleguen al final del camino de la sanación y vuelvan a la normalidad, todos sí se convierten en un ejemplo de superación para otros; una historia puede inspirar, pero muchas pueden cambiar el mundo.

No debe olvidarse que alrededor del cáncer aún se ciernen muchos estigmas y la gente lo cree una enfermedad incurable, cuando en materia de cáncer se ha avanzado mucho a nivel global. Hay patologías que se pueden curar, otras que pueden mejorar y tienen pronósticos alentadores, pero incluso para los más desfavorables hay cuidados dignos que garantizarán al paciente una mayor calidad de vida.

Por ello es tan importante que las personas se mantengan informadas en materia de cáncer, no pensar que es algo ajeno, pues puede afectar a cualquiera de nosotros cuando menos lo esperamos. Mantenernos informados con respecto a ese tema, llevar un nivel de vida lo más saludable posible, además de realizar chequeos médicos periódicos, pues un diagnóstico temprano puede marcar la diferencia en estos padecimientos. Así como mostrar empatía y solidaridad con los afectados y sus familiares, entender el momento que atraviesan y siempre tender una mano amiga que acompañe.

Así que unidos por lo único comienza la lucha contra el cáncer este año, no solo conscientes de los peligros que supone y las posibilidades de tratamiento. Esta vez enfocados en eso único que es el paciente, pues cada experiencia así lo es, y esa batalla nos necesitará a todos juntos para crear un mundo en el que miremos más allá de la enfermedad y veamos al verdadero protagonista.

4 Febrero 2025 Fuente: Escambray/ Noticias/ Salud