Todo ejército, para ganar batallas, necesita una retaguardia efectiva que asegure las condiciones en el frente. El ejército de batas blancas, que salva miles de vidas y enfrenta enfermedades –no solo en Cuba, también en muchas partes del mundo–, tiene en sus electromédicos una parte de esa retaguardia que requieren los grandes combates.

Por eso en el Centro Provincial de esa especialidad aquí la premisa es recuperar todo cuanto sea recuperable, más en este tiempo, en que su labor vale doble, por la contribución que significa, monetariamente hablando. La búsqueda constante de soluciones llevó a sus 150 trabajadores, en 2023, a ahorrarle al país más de un millón de dólares.

“Hablamos de mucho más de un millón de dólares por año. Hay equipos que valen esa cifra, y a veces se recuperan a bajo costo, en moneda nacional. Lleva trabajo, pero hemos tenido la voluntad y la capacidad para arreglarlos”, dijo a Granma Rafael Ramírez Rodríguez, director del Centro.

Una estrategia contra la adversidad

El movimiento que genera la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) es motivación y empuje en esta batalla contra la adversidad, que los convierte en fieles guardianes de la infraestructura del sistema nacional de Salud.

José Daniel Abreu, presidente de la ANIR en esa institución, significó la importancia de la remuneración a los miembros de la organización para mantenerlos motivados, además de reconocer el impacto social de sus acciones, a fin de contrarrestar las carencias de insumos.

El especialista comentó que, entre los resultados del último año, están la recuperación de monitores a través de una adaptación sencilla para la iluminación frontal de estos, y de los sillones para la atención estomatológica. Además, reconstruyen las autoclaves para la esterilización y equipos de tecnología compleja, como el tomógrafo del Hospital Provincial Manuel Ascunce.

Ángel Rafael González Bermúdez lleva 42 años rescatando equipos para el sistema nacional de Salud, y es actualmente el jefe del Departamento de Equipos Médicos. Su área tiene la responsabilidad de mantener y de arreglar todos los equipos de salón y vacío, que incluye casi todo en el salón de operaciones, desde las mesas hasta las lámparas, además de los de estomatología y esterilización.

“Ya tuvimos la experiencia del periodo especial, que nos sirve para los momentos actuales, en los que hay que sacar de la nada para reparar y buscar soluciones. Estos equipos no se pueden parar porque una autoclave en un hospital es vital, lo mismo sucede con una lámpara de salón que detiene las operaciones. Con la inventiva nuestra hemos sacado una cantidad enorme de equipos, otros no hemos podido arreglarlos porque llevan piezas muy específicas, y no admiten adaptaciones”.

“Se ha hecho muy complejo adquirir piezas de repuesto, y las que están en almacén se agotan, por eso desempeña un rol cada vez más importante el talento de nuestros innovadores. Somos pocos compañeros y hay veces que no damos abasto; en ocasiones nos llevamos trabajos para la casa porque no alcanzan las horas laborables. Todos los días se inventa algo, se crea, se innova, pero también se aprende. Yo soy el menos joven del equipo, con una vida dedicada a esto, y aprendo cosas nuevas a cada rato”, expresó.

Por su parte, Guiorgui Ernesto Rivero Ramírez, electromédico del Departamento de Esterilización, asegura que es innegable el efecto del recrudecimiento del bloqueo en la adquisición de las piezas que se necesitan, pero ellos intentan cruzar las dificultades para que no se detengan los servicios.

“Nuestro trabajo no solo ha dado frutos en Cuba. Hace un año vine de misión internacionalista en Venezuela, un país igualmente bloqueado por el imperialismo y al que se le hace muy difícil adquirir tecnología”.

La táctica de salvar

De conjunto con un Departamento de Ortopedia Técnica, que también forma parte del Centro, este brinda otros servicios a la población en materia de reparación de equipos eléctricos destinados a la atención sanitaria.

Para su labor se apoyan con un Centro de Vigilancia Tecnológica que es crucial para el suministro del banco de problemas existentes, y al que se disponen a darle solución.

Isac Rodríguez Conde, subdirector técnico de la entidad, declaró a Granma que ha sido muy difícil sostener un trabajo con calidad, dos razones fundamentales inciden en esto: la falta de recursos y la disminución considerable de la fuerza de trabajo. “El país no ha podido importar las materias primas necesarias para nuestra labor. Además de la migración laboral hacia otros sectores con mejores ingresos de nuestra fuerza calificada, un electromédico lleva años de formación que no se pueden suplir tan fácil”.

“Sin embargo, los que quedamos no nos cansamos, en el empeño de asegurar los servicios médicos. El trabajo de la ANIR ha rescatado autoclaves que hoy pudieran estar de baja, los compresores de las clínicas estomatológicas están de alta, gracias al trabajo de nuestros aniristas, incluso equipos de rayos x que hace años no reciben piezas de repuesto se mantienen dando servicio a nuestra población, gracias a nuestro empeño de que no se paren”, agregó.

Para Oscar Batista Fernández, informático y secretario del núcleo del Partido del Centro, es fundamental el apoyo de la familia, “pues hay veces que hay que quitarle tiempo a la familia para hacer el trabajo. Cuando se rompe un equipo vital en un hospital hay que ir a la hora que sea, sin saber cuándo regresas a casa. Por eso, lo principal para trabajar aquí es el amor al trabajo y el sentido de pertenencia por lo que haces”.

“Aquí es fundamental el trabajo en equipo, y eso se ve hasta en el trabajo que hacemos desde el núcleo del Partido; nosotros acompañamos a la administración en su labor, en la toma de decisiones, y acompañamos también al colectivo, porque la unidad es clave para enfrentar las situaciones que atravesamos, y escuchar las inquietudes de los trabajadores”.

Llevar toda una vida laboral en el mismo lugar es algo que hoy no se ve mucho, asegura Eduardo Aguilar Suárez, especialista a en sistemas de electromedicina. Bajo su responsabilidad está la reparación de los equipos de soporte vivo: las máquinas de ventilación mecánica, las de anestesia, los tomógrafos, rayos x y todos los dispositivos de diagnóstico clínico en una sala de terapia intensiva.

“Estos equipos están sometidos a niveles altos de explotación, muchos de su tipo en el mundo ya están en desuso, pero nosotros los mantenemos en servicio porque es lo que necesitan el sistema de Salud y nuestra gente”.

Explica que siempre hay algunos que requieren piezas muy específicas, de la electrónica compleja, que no se puede resolver con inventiva por la exactitud de los parámetros que miden, pero los “que podemos arreglar con soluciones propias lo hacemos, sería ingenuo ponerse a esperar por la pieza exacta”.

Contó que “hay veces que te llaman a cualquier hora porque se rompió el tomógrafo o un ventilador mecánico, y hay que venir, porque de esos equipos depende la vida de alguien, a veces no hay otro ventilador y hay que arreglarlo en tiempo real”.

Eduardo agregó que “no siempre tenemos la solución, somos ingenieros, especialistas, pero no magos, y en ocasiones tenemos que esperar, pero la mayoría los sacamos”. Ellos también han asumido el arreglo de los glucómetros y esfigmos digitales particulares, dos equipos para los que a menudo no hay repuesto, y la gente agradece mucho cuando se le alarga la vida útil de los que tienen.

Con táctica y estrategia, el Centro Provincial de Electromedicina en Camagüey tiene en su hoja de servicios haber salvado, desde el anonimato, cientos de vidas. Arreglar un equipo imprescindible en un salón de operaciones o en una unidad de cuidados intensivos implica también vidas salvadas, muchas veces a deshoras y luchando hasta contra el reloj, porque cada minuto de demora es un paciente en peligro.

11 Junio 2024 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud

CAMAGÜEY.- Equipos como el tomógrafo del Hospital Provincial Manuel Ascunce Domenech, las autoclaves para la esterilización del material médico y más de 20 sillones de Estomatología se han beneficiado en los últimos meses del empeño cotidiano de los trabajadores del Centro Provincial de Electromedicina, en Camagüey.

Con las horas extras necesarias cuando la urgencia lo impone y la jornada laboral habitual, los electromédicos aseguran el respaldo al equipamiento de varias áreas, por ejemplo, de Estomatología, Óptica, Esterilización y Salón de Operaciones, con el concurso de 150 trabajadores, precisó el director del centro Rafael Ramírez Rodríguez.

Del departamento de Vigilancia Tecnológica, donde se recepcionan y remiten los equipos con roturas, parte la búsqueda de soluciones en las que juega un rol imprescindible la labor que conduce José Daniel Abreu Blanco, presidente en esa entidad de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores.

El joven especialista explicó que se trabaja en la estimulación de los aniristas con retribución material, en el reflejo de su impacto social y el desarrollo de los foros de base, el próximo previsto para realizarse en junio venidero con más de una docena de investigaciones.

Gracias a su inventiva se mantienen funciones esenciales del sistema de Salud Pública de la provincia como la realización de los procesos de hemodiálisis, o la atención estomatológica, para la cual se ha recuperado la posibilidad de levantar los sillones a la altura necesaria para trabajar, y se han sustituido con adaptaciones los bombillos usados para la iluminación en el área bucal.

A estos se suman otros indispensables, dígase las autoclaves, con las que también se apoya el trabajo del sector industrial y empresarial como parte de los servicios a terceros que presta la entidad, y el arreglo con la urgencia con que sean llamados, de los útiles de ambulancias para los primeros auxilios, los ventiladores para quienes requieren respiración artificial o los monitores que lo mismo se demandan para un ultrasonido que para el seguimiento a los signos vitales de pacientes en terapia intensiva.

De este modo, los electromédicos camagüeyanos salvan vidas a diario, además de ahorrar en años, como el pasado, más de un millón de dólares al país, con menos reparaciones de las habituales, producto a las carencias de piezas de repuesto que nos obliga a sufrir el bloqueo.

Por otro lado, el centro brinda servicios directamente a la población, en reparaciones de sillas de rueda, esfigmomanómetro u otros aparatos afines, todos con adecuaciones de lo que tienen a la mano en el contexto actual, logradas con experiencia y talento.

Las severas restricciones económicas, financieras y comerciales impuestas por Estados Unidos a Cuba son obstáculo permanente para una mayor capacidad de generar soluciones del Centro Provincial de Electromedicina.

No obstante, sus trabajadores también las superan en la vida cotidiana con alternativas que permiten la sostenibilidad de los servicios de Salud Pública.

24 abril 2024 Fuente: adelante.cu/ Noticias