Jun
13
Desde su puesta en funcionamiento, en junio del pasado año, más de 800 pacientes oncológicos provenientes de las provincias de Villa Clara, Sancti Spíritus, Cienfuegos y Ciego de Ávila, han sido favorecidos con la instalación del primer laboratorio de inmunohistoquímica que funciona en el interior del país.
Se trata, al decir del doctor Daniel Artiles Martínez, jefe del Departamento de Anatomía Patológica del hospital Arnaldo Milián Castro, de Santa Clara, de una moderna tecnología que resulta vital para el diagnóstico de diversos tipos de cáncer localizados en múltiples órganos y estructuras.
El equipo, que es capaz de personalizar cada tratamiento, emplea una técnica basada en la aplicación de anticuerpos o biomarcadores a un grupo de estructuras subcelulares, con cuyo proceder puede realizar análisis más detallados de una enfermedad que constituye una de las primeras causas de muerte en Cuba y en el mundo, reconoció el especialista.
Dedicado al diagnóstico y estudio del cáncer, el moderno laboratorio ya ha procesado muestras a 578 pacientes de Villa Clara, 122 de Cienfuegos, 93 de Sancti Spíritus y 11 de Ciego de Ávila, en lo fundamental de tumores de mama y linfomas.
Según el doctor Artiles Martínez, especialista de primer grado en Anatomía Patológica y jefe del laboratorio, los resultados obtenidos hasta la fecha han permitido orientar el tratamiento hacia una terapia más personalizada, además de realizar diferentes estudios referenciales, de confirmación o para hacer marcadores que luego tendrán una repercusión en el manejo de la enfermedad.
De momento, el laboratorio, que igualmente puede analizar otros tipos de padecimientos oncológicos, como el cáncer de pulmón, cerebro, estómago, melanomas, carcinomas y sarcomas, centra el trabajo en los análisis de linfomas y los tumores de mama, debido a la carencia de los reactivos necesarios en el país a causa del cerco imperial que se nos impone desde hace más de 60 años.
La existencia de un laboratorio de inmunohistoquímica en el centro del país reduce considerablemente el tiempo de espera de los pacientes, que antes tardaba más de un mes desde la toma de la muestra hasta la entrega de los resultados, algo que ahora se logra en una semana, reconoció el experto.
11 Junio 2025 Fuente: Escambray/ Noticias/ Salud
Jun
13
Hablar del cáncer de próstata en el marco de su jornada internacional, cuya fecha central es este 11 de junio, es más que señalar la relevancia de una efeméride; es reconocer la urgencia de actuar frente a una enfermedad que, pese a su alta incidencia, sigue detectándose en etapas avanzadas en buena parte del mundo, incluida Cuba, y que también visibiliza el compromiso de los profesionales médicos a favor de la vida.
«Detectar a tiempo es dar una segunda oportunidad», afirma el doctor Antonio Bouzó López, especialista en Urología y Profesor Auxiliar de la Facultad de Ciencias Médicas Manuel Fajardo de La Habana.
Destaca que uno de los momentos claves tras la sospecha diagnóstica es el proceso que implica estudios de química sanguínea, imágenes del abdomen y la pelvis, resonancias magnéticas e incluso gammagrafías óseas, de ser necesarias. «De estos análisis depende la clasificación del cáncer en una de sus etapas clínicas, desde la I y II —llamadas localizadas— hasta la IV, metastásica. El tratamiento en fases iniciales puede ser curativo, aunque personalmente prefiero hablar de controlar la enfermedad a corto, mediano o largo plazo», subraya el doctor, recordando que las etapas I y II ofrecen mayores posibilidades terapéuticas.
En la etapa III ya se requiere una combinación de tratamiento hormonal y radioterapia, mientras que en la IV, cuando el cáncer se ha diseminado, la realidad es mucho más compleja. No obstante, «incluso en etapa metastásica, se puede lograr un control de la enfermedad entre tres y cinco años», y posteriormente incorporar tratamientos adicionales que, aunque costosos, ayudan a prolongar la vida.
En este punto, Bouzó no elude la realidad: existen múltiples terapias a nivel internacional que son tan efectivas como inaccesibles por sus precios elevados. De ahí la importancia vital de la conciencia social. «Concientizar es dar luz donde aún hay sombras», insiste, convencido de que educar a la población puede marcar la diferencia entre una evolución positiva y un diagnóstico tardío.
El cáncer de próstata —explica— no cuenta con factores de riesgo modificables, como sucede con otras enfermedades, por lo que el envejecimiento y los antecedentes familiares siguen siendo los principales indicadores de alerta. Por ello, «mientras antes se detecte, más vidas podemos proteger», remarca.
En resumen, aunque la ciencia aporta herramientas valiosas, es el conocimiento ciudadano y el acceso a controles regulares lo que puede revertir una tendencia que aún preocupa. «Porque mientras antes se detecte, más tiempo se gana y más vida se honra.»
El cáncer de próstata constituye una de las enfermedades oncológicas más frecuentes entre los hombres, compitiendo incluso con el cáncer de pulmón por el primer lugar en incidencia, manifiesta Bouzó López, Especialista en Urología y Profesor Auxiliar de la Facultad de Ciencias Médicas Manuel Fajardo de La Habana.
Como Jefe de Servicio de Uroncología del Instituto de Oncología y Radiobiología de Cuba (INOR) reconoce que «en muchos casos, las estadísticas muestran que el de próstata supera en frecuencia al pulmonar, lo que ha encendido las alarmas de especialistas y sistemas de salud, sobre todo en contextos donde los recursos son limitados».
Una de las principales dificultades que presenta esta enfermedad radica en la ausencia de factores de riesgo modificables. A diferencia del cáncer de pulmón —relacionado con el tabaquismo o la exposición a sustancias tóxicas—, el de próstata, refiere el especialista, tiene un origen más ligado al envejecimiento y a los antecedentes familiares, lo que lo convierte en un enemigo silencioso, difícil de prevenir mediante cambios en el estilo de vida.
Continúa expresando que el diagnóstico temprano es crucial, principalmente en hombres mayores de 50 o 70 años se requiere la realización de análisis complejos, como el antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés). No basta con conocer su valor total: también se deben analizar su fracción libre, la relación entre ambos y la densidad del PSA, para tener una lectura precisa del estado prostático.
Este análisis, sin embargo, necesita ser interpretado por personal altamente capacitado, ya que el PSA no es un marcador específico de cáncer, sino de la próstata en general. Puede elevarse por múltiples causas benignas —como infecciones urinarias, agrandamiento prostático o incluso una eyaculación reciente—, y mantenerse dentro de rangos normales incluso ante tumores altamente agresivos, aunque estos últimos representan menos del 1% de los casos.
En este escenario, consideró cuán relevantes resultan la sensibilización, la educación sanitaria y el fortalecimiento de programas médicos, como herramientas imprescindibles para enfrentar una enfermedad que, pese a su silencio, puede tener un impacto devastador si no se detecta a tiempo.
11 Junio 2025 Fuente: Radio Rebelde/ Noticias/ Salud
Abr
29
El diagnóstico de un carcinoma hepatocelular o hepatocarcinoma a partir del uso del biomarcador conocido como PIFKA II, representó una segunda oportunidad de vida para Oscar Rosell Rodríguez Borjas.
Tras varias complicaciones asociadas al estómago y el hígado, sin motivos aparentes, este holguinero, abogado de profesión, fue uno de los candidatos al estudio nacional de diagnóstico oportuno del cáncer, desarrollado en el Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras de La Habana.
Hoy, agradece a los doctores y la medicina cubana por su entrega y superación constante para mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos, pese a las carencias de insumos y las limitaciones en la tecnología ocasionadas por el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba.
Dayron Páez Suárez, médico gastroenterólogo de la institución habanera, señaló a la ACN que el PIFKA II es un estudio que ha beneficiado desde el 2023 a más de 191 pacientes de varias provincias del país, con una edad promedio de 62 años.
La investigación consiste en realizar una prueba en sangre cada seis meses a enfermos de cirrosis hepática, con ultrasonidos y exámenes de alfafetoproteína negativos, con el propósito de detectar anomalías que indiquen la presencia de un tumor en su etapa temprana, señaló el también Máster en Hepatología Clínica.
Este resultado permite mayores posibilidades de sobrevida y la realización de terapias encaminadas a revertir los efectos de la dolencia, como fue el caso de Óscar, argumentó.
El carcinoma hepatocelular es el tipo más frecuente de cáncer primario de hígado y está entre las principales causas de muerte por esa enfermedad a nivel mundial, pues un alto por ciento de los pacientes diagnosticados se encuentra en estadios avanzados.
Por ello, el Ministerio de Salud Pública en Cuba prioriza la incorporación de terapias y protocolos enfocados en la detección precoz y el tratamiento a tiempo, a partir de la investigación y el desarrollo de ensayos clínicos.
25 Abril 2025 Fuente: ACN/ Noticias/ Salud