Nov
10
Por estos días se desarrolla en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheij otro evento mundial para tratar de proteger – ¡salvar! – a nuestro planeta del cambio climático, varias veces intentado, con resultados frugales, promesas incumplidas y sin el financiamiento que debe tener este tipo de cruzada para, reitero, salvar a la Humanidad, a todo lo viviente en el planeta Tierra.
No hay que evitar una guerra nuclear, ni un posible evento espacial ajeno a nuestras fuerzas en lo que concierne a la desaparición de la vida tal como la conocemos.
Y es porque nos estamos poniendo la soga al cuello, todos, quienes temen y los que no, porque no hay voluntad política, por mucho que se habla, y siga gravitando mayoritariamente este peligro sobre los miles de millones de habitantes de un sistema que provoca la desigualdad y el egoísmo, incapaz de renunciar a algunas de las riquezas que engendra con su explotación y son disfrutadas por quienes no tienen intención de deshacerse ni un ápice de sus ganancias mal habidas.
Para que se logre un resultado que tenga posibilidad de que se vaya por el camino correcto, habría que comprender las palabras del presidente venezolano, Nicolás Maduro, acerca de la necesidad de eliminar el sistema capitalista para que exista la posibilidad de enfrentar y vencer el cambio climático, mientras su colega colombiano, Gustavo Petro, expresaba que se debe llegar a un mundo en que no exista ni el carbón, ni el petróleo.
Otros dirigentes aprovecharon la tribuna para atacar a tal o más cuál nación sobre la presunta violación de lo derechos humanos, sin ir al meollo de lo que se debe hacer para revertir la actual situación, cada vez más grave por la inacción.
Ignorantes de un mundo que, tal como expresó el pastor evangelista norteamericano Ralph Waldo Emerson – opuesto a la guerra que Estados Unidos libró contra México para quitarle una gran parte de su territorio- hay que buscar a toda costa la armonía entre el hombre y la naturaleza, que en tal sentido se han pronunciado figuras como el actor norteamericano Leonardo DiCaprio y una de sus admiradoras, la activista sueca de 19 años, Greta Thunbergh, quien además de manifestarse contra el cambio climático, indica que esa lucha está ligada al combate contra el capitalismo impuesto por Occidente, al que tilda de racista y opresivo.
GRETA
Pidiendo una «transformación de todo el sistema», en el lanzamiento de su libro al respecto en Londres, afirmó que la «normalidad» actual del mundo, dictada por las personas en el poder, ha causado el colapso climático.
Dijo: «Nunca volveremos a la normalidad porque ‘normal’ ya era una crisis. A lo que nos referimos como normal es a un sistema extremo construido sobre la explotación de las personas y el planeta.
«Es un sistema definido por el colonialismo, el imperialismo, la opresión y el genocidio del llamado Norte global para acumular riqueza que aún da forma a nuestro orden mundial actual».
Thunberg agregó: «Si el crecimiento económico es nuestra única prioridad, entonces lo que estamos experimentando ahora debería ser exactamente lo que deberíamos esperar».
Expresando puntos de vista progresistas, agregó que la crisis climática «tiene sus raíces en el extractivismo racista y opresivo que está explotando tanto a las personas como al planeta para maximizar las ganancias a corto plazo para unos pocos».
GUTERRES
En la inauguración de la asamblea mundial sobre el clima, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, estimó que las necesidades anuales de adaptación oscilan entre 160 000 y 340 000 millones de dólares para el final de la década, y hasta 565 000 millones para el 2050.
El Secretario General de las Naciones Unidas se pronunció este lunes 7 de noviembre por un pacto histórico entre los países ricos y en desarrollo para combinar capacidades y orientar al mundo hacia la reducción de las emisiones de carbono, la transformación de los sistemas energéticos y evitar la catástrofe climática.
“La humanidad tiene que elegir: cooperar o perecer. Es un Pacto de Solidaridad Climática o un Pacto Colectivo”, dijo ante más de cien líderes mundiales reunidos para la primera sesión plenaria oficial de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático.
El Pacto requeriría que todos los países hicieran esfuerzos adicionales para reducir las emisiones de carbón, que las naciones más ricas y las instituciones financieras internacionales brindaran asistencia a las economías emergentes, que se pusiera fin a la dependencia de los combustibles fósiles y la construcción de plantas de carbón, que se ofreciera energía sostenible para todos, y que los países se unieran para combinar estrategias y capacidades en beneficio de la humanidad.
El titular de la ONU recordó que el planeta se acerca rápidamente a puntos de inflexión que pueden hacer irreversible el caos climático. “Estamos en una autopista hacia el infierno climático con el pie en el acelerador”, advirtió.
“Las dos economías más grandes, Estados Unidos y China, tienen una responsabilidad particular de unir esfuerzos para hacer realidad este Pacto. Esta es nuestra única esperanza de cumplir con los objetivos climáticos”, enfatizó el titular de la ONU.
Guterres dijo que pronto nacerá el habitante de la Tierra número 8 000 millones, e instó a reflexionar:
“¿Cómo responderemos cuando ese bebé tenga la edad suficiente para preguntar: ¿Qué hiciste por nuestro mundo, y por nuestro planeta, cuando tuviste la oportunidad?”?