Aunque cuando salen al mercado suelen anunciarse como productos no dañinos para la salud, la gran cantidad y diversidad de sustancias químicas utilizadas en la industria moderna es, según expertos, la causa fundamental de que las dermatosis se ubiquen entre las primeras cuatro enfermedades de tipo profesional en el mundo.

Los plásticos y resinas sintéticas, los artículos derivados de la goma, los plaguicidas y fertilizantes, así como los relacionados con la industria farmacológica y la cosmetología son sustancias con un determinado poder de irritación o sensibilización que pueden ocasionar daños cutáneos con disímiles manifestaciones tales como grietas, eczemas, escamas, manchas, inflamación o algún trastorno en la coloración de la piel”, explica el doctor Juan Antonio Castellanos Ortiz, especialista en Medicina del Trabajo del Instituto Nacional de Salud de los Trabajadores.

Al referirse a la incidencia de estas afecciones entre nuestra población, el doctor Castellanos asegura que son igualmente frecuentes, sobre todo en constructores y mecánicos.

Las sustancias alcalinas manipuladas por los trabajadores de la construcción, las que poseen bicromato de potasio como elemento constituyente de los cementos, actúan sobre la capa licuidal de la piel y la irritan. Además, al perder su manto defensivo, la epidermis se torna más vulnerable a la acción de bacterias y hongos que pueden también infectarla. En el caso de los mecánicos aparecen síntomas semejantes debido al uso de solventes para remover las grasas”, apunta.

Asimismo, menciona el especialista las afectaciones que con regularidad padecen las personas que realizan labores de higiene, debido a la acción de algunos detergentes y sustancias limpiadoras que provocan lesiones o inflamación en la raíz de las uñas.

No pocos trastornos cutáneos de este tipo son vistos por la población como “inevitables”. Muchas personas no acuden al médico a tiempo y sufren un agravamiento con los años, fundamentalmente cuando la dermatosis está relacionada con su trabajo. De ahí que la recomendación primera sea que ante cualquier alteración en la piel el interesado consulte al dermatólogo para evitar que se convierta en una afección crónica y aparezcan entonces engrosamiento, grietas, escamas o cambios de coloración.

Ni imprevisible, ni irremediable

Cuando una persona aspira a un puesto de trabajo en el que se manipulan sustancias químicas, debe ser examinada previamente por el médico, quien evaluará sobre todo el estado de la piel. Un individuo con manifestaciones dérmicas que revelen cierta sensibilidad no debe permanecer en contacto con productos irritantes.

Si se trata de un trabajador con una piel sana, se le chequeará periódicamente, en dependencia del riesgo, con el propósito de detectar prematuramente una posible dermatosis. En caso de observarse alguna alteración, es preciso definir primero si cumple o no las medidas de protección, pues si las pone en práctica y aun así muestra lesiones, la alternativa será cambiarlo de puesto, precisa el doctor Castellanos.

Posteriormente, puntualiza, a esa persona lesionada se le debe realizar un examen médico preventivo de reintegro, para determinar su reincorporación al empleo habitual o su traslado definitivo a otro.

No pocas veces cuando se hurga en el origen de tales afecciones afloran violaciones de las medidas de protección individual. Por eso, la educación sanitaria del trabajador es esencial para evitar que se enferme. En cada centro laboral deben cumplirse estrictamente las normas generales de higiene que incluyen ante todo el abastecimiento de agua y la limpieza de cada puesto, reglas que pueden ser más específicas si se trabaja con plaguicidas o productos similares, añade.

Después de manipular componentes irritantes, el especialista insiste en el uso inmediato de agua y jabón para eliminar cualquier resto nocivo, así como restituir las sustancias humectantes y grasas del manto ácido y del estrato córneo de la piel.

En el verano —alerta finalmente— dichos compuestos se mezclan con el sudor y permanecen durante más tiempo en la piel. Por tanto, si existe alguna lesión o herida pequeña pueden ser absorbidos más fácilmente y desencadenar procesos aún más perjudiciales.

marzo 05/2020 (Trabajadores)

 

marzo 6, 2020 | Maria Elena Reyes González | Filed under: De la prensa cubana |

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