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Matanzas, 26 jul (ACN) Con la llegada a Cuba de la COVID-19 innumerables constituyen las historias de hombres y mujeres que realizan obras extraordinarias tal y como ocurre con la joven Damiselys Armas Socas, quien desde el laboratorio de biología molecular de Matanzas pone en riesgo su salud con el objetivo de salvar vidas.
Llevo tres meses en el laboratorio, primero como estudiante y desde hace casi un mes como trabajadora al graduarme de Especialista en Análisis Clínico y Medicina Transfusional de la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas (UCMM), donde me desempeño en la labor de extracción de ARN (ácido ribonucleico) en las muestras de COVID-19.
Todo en la vida conlleva sacrificio, mi perfil profesión consiste en desempeñarme en hospitales, pero debido a la necesidad que tenía la provincia el rector de la UCMM me confió, junto a compañeros de estudio, la responsabilidad de trabajar cerca del coronavirus (SARS-CoV-2), tarea que asumo con enorme motivación, acotó.
Armas Socas expresó que el accionar es intenso, turnos de 24 en la extracción del ARN con un alto nivel de concentración pues se analiza muestra por muestra para no caer en equivocaciones y que una persona reciba el resultado incorrecto, un resultado que representa el primer paso para la atención a los pacientes con coronavirus.
En ocasiones resulta difícil la jornada, hay tristeza al estar lejos de la familia o de que personas cercanas den positivo a una muestra, pero la motivación que aportan mis compañeros, mi madre y mi presidente por confiar en los jóvenes hacen olvidar todo lo demás, confiesa.
Según la natural del municipio de Jovellanos, medios de protección como escafandras, botas, caretas,sobre batass se convierten en aliados para la protección de la salud; el riesgo es elevado, no puede haber descuidos al tratarse de una enfermedad tan peligrosa para la vida, por ello la responsabilidad resulta vital.
Tras salir de turno tengo 72 horas para descansar, pero luego de dormir un poco asisto al centro bacteriológico a ayudar en la recogida de muestras de PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) y después de nuevo al trabajo con el fin de mantenerme útil, manifiesta.
Con experiencia también como voluntaria en tres ocasiones en centros de aislamiento, Damiselys Armas Socas evidencia el compromiso del personal de salud contra el llamado enemigo invisible pues es una joven que desde un laboratorio lucha contra la COVID-19.