Jul
24
“Doctor, ¿usted cree en Dios?” –pregunta un albañil de unos cincuenta años al Dr. Alberto Bermúdez, jefe de Servicio de Cirugía General del Hospital Provincial General Docente Dr. Antonio Luaces Iraola de Ciego de Ávila.
El médico sonríe ante la inesperada pregunta. “Crea en Dios… y en nosotros”, se auto responde, con esa seguridad contagiosa de quien además de cumplir promesas, domina a la perfección su oficio. “El día 26 le entregamos la sala lista”.
La sala de Cirugía General del hospital Dr. Antonio Luaces Iraola está inmersa en una reparación capital, incluidos los seis salones de operaciones. “El servicio cuenta con una capacidad de 30 camas. En estos momentos tenemos en funcionamiento 18, hasta que se concluya la obra constructiva. El proceso de reapertura se ha realizado por etapas: inicialmente inauguramos 12 camas, y recientemente, el domingo 6 de julio, pudimos habilitar 6 camas adicionales”, explicó a Cubadebate el doctor Bermúdez.
El servicio cuenta con un equipo de 21 especialistas. “Aunque tenemos una plantilla aprobada de 41 cirujanos, actualmente estamos trabajando con el 51.2% de este personal”, agregó.
El doctor aseguró estar satisfecho con las obras de reparación realizadas, aunque aún queda trabajo pendiente con el mobiliario clínico. “Este aspecto lo estamos resolviendo progresivamente, encontrándonos actualmente en proceso de retocar la pintura y reparar nuestros muebles”.
La sala en este tiempo no ha suspendido ninguna de sus actividades. Mantienen activo el programa docente, con estudiantes de 4° y 6° año y el servicio continúa operando en el área de emergencias.
“Estamos optimistas de que en un futuro próximo podremos reiniciar también la cirugía programada, completando así toda nuestra capacidad operativa”, concluyó.
Cirugía General no es la única sala del Luaces Iraola a la que se le ha dado mantenimiento en el marco de los festejos por el 26 de Julio, del que Ciego es la provincia sede. “El hospital dispone de 507 camas, de las cuales 410 están en funcionamiento. Ejecutamos un amplio plan de remodelaciones para modernizar y mejorar las condiciones de nuestra infraestructura”, dijo el Dr. José Carlos Echarte Leiva, director del hospital.
Paralelamente a la rehabilitación de la unidad quirúrgica, se avanza en la puesta en marcha de una nueva unidad de Medicina Natural y Tradicional, cuya reposición era urgente tras años de uso intensivo. También están renovando por completo la biblioteca del hospital, un espacio fundamental para la formación de su claustro profesoral, integrado por especialistas, instructores y 92 doctorantes en formación.
“Entre las obras ya concluidas, se destaca la remodelación de la Sala Infantil de Recuperación Nutricional para la atención a menores con dos años, así como la puesta a punto del salón de cirugía menor, donde ya operan cinco especialidades: proctología, ortopedia, dermatología, oftalmología, cirugía pediátrica y cirugía plástica. Además, hemos finalizado la construcción del centro de higiene y microbiología, que ya está operativo, y hemos recuperado una sala de rehabilitación que había quedado inutilizable tras los estragos de la pandemia”.
Con la inauguración del Salón para la Implantación de Marcapasos, el Luaces Iraola podrá atender a la lista de espera de Cardiología.
“Cabe recordar que, durante la covid-19, varias áreas del hospital sufrieron deterioro, y es imprescindible recuperar esos espacios. Aceleramos los trabajos para garantizar que el hospital luzca en óptimas condiciones para el 26 de Julio, aseguró el directivo.
Aunque los frecuentes apagones y la escasez de recursos médicos –males que azotan por igual a todo el país– no perdonan al Hospital Provincial “Dr. Antonio Luaces Iraola”, todo el personal tiene el mismo propósito: ofrecer siempre medicina con excelencia y calidez humana.
Más allá de las limitaciones materiales, los trabajadores de este centro hospitalario ha convertido la dedicación en su mejor insumo. Médicos, enfermeros y personal de apoyo se aferran a tres principios inquebrantables: escuchar cada preocupación del paciente, brindar atención con humanidad y luchar con todas sus fuerzas por cada vida que llega a sus manos.
Sobre los desafíos que enfrenta la institución, el Dr. José Carlos Echarte Leiva, director del hospital, explicó a Cubadebate: “Para garantizar la continuidad de los servicios durante los apagones, contamos con dos grupos electrógenos que entran en funcionamiento inmediatamente cuando falla el suministro eléctrico principal”.
En cuanto a la disponibilidad de insumos médicos, el doctor reconoció que se trata de una problemática nacional, pero destacó que el centro ha implementado estrategias para minimizar su impacto. Un caso particularmente crítico es el del clorosodio, que, aunque presenta escasez a nivel país, el hospital mantiene siempre un stock mínimo que cubre al menos 72 horas de demanda, lo que asegura que ningún paciente quede desatendido.
Respecto a los servicios quirúrgicos, informó que actualmente manejan una lista de espera de aproximadamente 3 000 pacientes, clasificados en dos categorías: aquellos con menos de 30 días de espera y los que llevan más de un mes aguardando su intervención.
“La próxima puesta en funcionamiento de la remodelada unidad quirúrgica, que contará con seis salones electivos, permitirá atender esta demanda acumulada, beneficiando no solo a los residentes de Ciego de Ávila sino también a pacientes referidos de otras provincias”, dijo.
“La niña de los ojos” del hospital avileño es la sala de implantes de marcapasos, inaugurada el pasado junio. Antes, el tiempo jugaba en contra. Pacientes con el corazón en peligro aguardaban su turno en listas interminables, sin una esperanza a la mano, mientras los días se acumulaban. Cada implante postergado era una batalla perdida contra el reloj biológico.
El 20 de junio, RHC informaba que 20 pacientes ya habían recibido los beneficios. 20 vidas salvadas. 20 corazones latiendo.
El doctor Antonio Manuel Sánchez La Rosa, contó en entrevista al Periódico Granma, que este nuevo salón marcó un antes y después en la atención cardiológica de la provincia. “Ahora podemos ofrecer a nuestros pacientes mayor rapidez, seguridad y comodidad”, explica mientras detalló las ventajas: desde la reducción de tiempos de espera hasta la disminución de riesgos de infección.
Ya no deberán competir por espacio con otras especialidades quirúrgicas, como ocurría antes cuando compartían quirófano con ortopedia y urología: los cardiólogos calculaban, constantemente, cómo encajar un marcapasos entre fracturas y apendicitis.
El Hospital Provincial “Dr. Antonio Luaces Iraola” desempeña un rol fundamental en la red de salud del territorio, ya que además de atender a la población local, funciona como centro de referencia para servicios especializados como la unidad de quemados (única en la provincia), atención al niño grave, terapia intensiva (que recibe casos de todo el territorio, incluyendo Morón), perinatología y hematología.
Como unidad docente, integra la formación académica con la práctica asistencial.
“La estructura docente está organizada en todas las unidades de servicios del hospital, donde los profesores, distribuidos según sus especialidades médicas, guían el proceso formativo de estudiantes y residentes. Los alumnos desarrollan su formación mediante rotaciones por las diferentes especialidades y adquieren experiencia práctica bajo la supervisión directa de los facultativos”, explicó el Dr. José Carlos Echarte Leiva, director del hospital.
Un aspecto fundamental de su labor docente es el trabajo del comité científico del hospital. “Este comité desarrolla proyectos de investigación con impacto institucional y contribuye, no solo a la formación académica de los profesionales en formación, sino también al avance continuo de la calidad asistencial. Los proyectos científicos que se generan tienen aplicación directa en la mejora de los servicios que ofrecemos a la población”.
Como hospital general, añadió Echarte Leiva, su principal fortaleza radica en la cobertura integral que ofrecen en todas las especialidades médicas.
“Contamos con servicios completos en pediatría, medicina interna, neurología, nefrología, cirugía general y especializada, traumatología y oncología (este último como servicio provincial de referencia). Además, mantenemos un servicio de consultas especializadas que funciona diariamente en horarios de mañana y tarde, donde se realiza el seguimiento de pacientes tanto de áreas médicas como quirúrgicas”.
Esta estructura integral les permite cumplir con un triple objetivo: brindar atención médica especializada a la población, formar a las nuevas generaciones de profesionales de la salud en un entorno real de práctica médica, y desarrollar investigación aplicada que mejore continuamente los protocolos y resultados asistenciales para la provincia.
En el Luaces Iraola no esperan condiciones ideales para ejercer la medicina: reinventan su práctica cada día. Sortean apagones y carencias con profesionalismo y convierten limitaciones en soluciones creativas para seguir salvando vidas.
El Dr. Bermúdez podría haber respondido muchas cosas cuando el albañil le preguntó sobre Dios. El obrero –por su parte–, eligió hablar de plazos concretos: “el 26 estará lista”. En este hospital, la fe se mide en baldosas colocadas, en camas habilitadas, en marcapasos implantados.
En los pasillos hay un ir y venir constante: pacientes pidiendo respuestas, problemas buscando soluciones y dolencias en busca de alivio…
En medio de la incertidumbre, se respira diferente, se sabe que, aunque por arte de magia no tendrán un hospital nuevo, los servicios se van recuperando, y las listas de espera tendrán menos números. No es medicina ideal, pero sí profundamente humana. En este lugar, con sus paredes medio pintadas y sus salones a medio rehabiliar, hasta los apagones parecen hacer pausas para dejar pasar la vida.