Jun
28
El Doctor en Ciencias Pedro A. Valdés Sosa recibió el Premio de Cooperación Internacional en Ciencia y Tecnología de la República Popular China por sus contribuciones a las investigaciones sobre el cerebro.
«Felicidades querido compañero, expresó en su cuenta en la red social X, Eduardo Martínez Díaz, ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (Citma), al anunciar la entrega del célebre estimulo».
En respuesta y desde ese espacio, Valdés Sosa indicó: “Es un gran honor en realidad a los colectivos cubanos y chinos que han laborado por más de una década juntos. El querido amigo Agustín Lage Dávila recibió esta distinción de manos del Presidente Chino Hu Jintao en 2009”.
La presidenta del Grupo Empresarial de las Industrias Biotecnológicas y Farmacéuticas, Mayda Mauri Pérez, manifestó desde X: su congratulación a “nuestro querido Pedro. Orgullo de @BioCubaFarma y de la #CienciaCubana. Este resultado es fruto de su tenacidad, inteligencia y su capacidad para trabajar en proyectos internacionales, con equipos multidisciplinarios en beneficio de la humanidad”.
En declaraciones a medios de noticias, el director del Laboratorio conjunto China-Cuba de Neurotecnología, provincia de Sichuan, señaló que se trata de un reconocimiento que corresponde también al colectivo de investigadores del Centro de Neurociencias de Cuba, de BioCubaFarma.
Igualmente, a los colaboradores chinos que a lo largo de los años cooperaron en el estudio del cerebro y a los resultados específicos que benefician a la población.
Desde 2015, añadió, el laboratorio conjunto contribuye a la formación de estudiantes de ambos países y de otros miembros de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), además de ser centro para el trabajo del Consorcio Global del Cerebro, que agrupa a más de 30 naciones.
“El Centro de Neurociencias de Cuba y la Universidad de la Ciencia y la Técnica Electrónica de China crearon este laboratorio que se ha dedicado a compartir conocimientos para el uso de diagnóstico y prevención de las enfermedades del cerebro”, comentó.
Entre los resultados más destacados en este sentido, precisó aquellos que reflejan los efectos de la malnutrición temprana sobre el desarrollo cerebral durante toda la vida.
La institución ayuda a entender, prosiguió, cómo diagnosticar alteraciones cerebrales y trastornos del aprendizaje, enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y Alzheimer, y los efectos de infecciones en el cerebro.
Valdés Sosa recibió a finales del año pasado una carta de felicitación del presidente chino Xi Jinping por sus logros en las investigaciones que realiza como parte de la cooperación entre ambas naciones.
Xi Jinping señaló entonces que Pedro Antonio Valdés Sosa ha estado comprometido durante mucho tiempo con la mejora de las relaciones amistosas especiales entre Cuba y China.
Y con la promoción activa de la cooperación entre China y el extranjero en materia de investigación científica, logrando muchos avances y saludó al científico cubano y al equipo que lidera.
“Sinceramente espero que la cooperación entre China y Cuba en diversas áreas, incluida la tecnología, continúe profundizándose en esta nueva era, beneficiando aún más a nuestros respectivos pueblos”, escribió el mandatario.
Expuso que los países del mundo necesitan colaborar a través de la innovación tecnológica para impulsar conjuntamente la paz y el desarrollo de la humanidad y enfatizó en los aportes que en este sentido propició la IFR propuesta por él en 2013.
27 junio 2024 Fuente: Radio 26/ Noticias/ Salud
Jun
25
Después de ser probada en pacientes con enfermedades oncológicas, la vacuna terapéutica podría erradicar una variedad de tumores y no solo prolongar la vida de los enfermos.
Las pruebas clínicas de la vacuna rusa contra el cáncer comenzarán a mediados del 2025, informó el científico Alexánder Guíntsburg, director del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Moscú. Estas pruebas contarán con “participación de pacientes con enfermedades oncológicas”, mientras que actualmente la vacuna se está probando en ratones, dentro de una investigación preclínica.
Según Guíntsburg, se está desarrollando una tecnología no para simplemente prolongar la vida en dos o tres veces, sino para crear fármacos capaces de eliminar tumores. Cuando las pruebas terminen con éxito, la vacuna ayudará a quienes padecen de cánceres de pulmón, con la excepción del carcinoma microcítico, cánceres de páncreas, ciertas variedades de cáncer de riñón y melanomas, especificó.
El mismo científico explicó a comienzos de este junio que se trata de una vacuna terapéutica y no preventiva, basada en la tecnología de ARN mensajero (ARNm), la misma que las empresas Pfizer y Moderna emplearon en su lucha contra la pandemia del coronavirus. Para ese entonces, las primeras pruebas en ratones de la vacuna rusa contra el cáncer ya habían arrojado buenos resultados.
En febrero pasado, el presidente ruso, Vladímir Putin, reveló en el foro Tecnologías del futuro, celebrado en Moscú, que el país estaba “al borde de la creación de las vacunas contra el cáncer” y sugirió que los descubrimientos de esta clase en materia de la medicina “deben estar al alcance de las personas, usarse ampliamente en el eslabón primario de la sanidad”.
24 junio 2024 Fuente: Radio Caribe/ Noticias/ Salud
Jun
19
El 10 de junio apareció en las páginas de Cubadebate un artículo firmado por los compañeros Eduardo Martínez, ministro del CITMA y Armando Rodríguez, viceministro del mismo organismo, donde exponen algunas ideas sobre el perfeccionamiento del sistema de ciencia, tecnología e innovación (SCTI).
Entre otras cuestiones mencionaron:
- Orientar más los proyectos de ciencia e innovación a la solución de problemas concretos, lo que equivale a decir que se debe acentuar la orientación de los proyectos a la innovación.
- Definir prioridades a todos los niveles, es decir, no sólo en el plano nacional sino también en los planos sectorial y territorial.
- Lograr mayor integralidad en la concepción y ejecución de los proyectos. En buena medida el SCTI está organizado a través de proyectos. Lo que se debe acentuar ahora es la integralidad de esos proyectos que efectivamente nos ayuden a resolver problemas de la práctica social. Para ello hay que pensar desde el principio en los actores (empresas, cooperativas, gobiernos, territorios) a los que se dirigen esos resultados, lo que debe permitir cerrar el ciclo y puedan medirse los impactos generados. Para ello se necesita hacer análisis de factibilidad técnica y económica, entre otros aspectos.
Junto a todo esto, mencionaron diversos aspectos que también requieren máxima atención, como fortalecer el asesoramiento de los expertos, emplear incentivos, fomentar la inversión, potenciar el rigor en el debate científico, entre otras cuestiones, todas muy importantes.
Sin duda, el SCTI es una poderosa herramienta que bien gestionada puede ayudarnos mucho a rebasar las múltiples dificultades que enfrentamos y avanzar hacia una sociedad más prospera y sostenible y garantizar la soberanía de la nación.
«Dicho en breve: el perfeccionamiento del SCTI nos debe permitir avanzar hacia el ideal de una sociedad socialista basada en el conocimiento».
Es bueno subrayar que el SCTI no se reduce a los centros de investigación o entidades de ciencia, tecnología e innovación (ECTI) y las universidades que suelen tener el mayor peso en la producción de conocimientos. Juega un papel muy importante la esfera de la producción de bienes y servicios: empresas, incluidas las MIPYMES, estatales y no estatales; cooperativas, entre otros. También la administración pública que tiene que constituir un ámbito donde se multiplique la innovación. Los organismos de la Administración Central del Estado son clave, tanto los globales como los sectoriales. Las sinergias entre los actores, propiciada por un sistema regulatorio (leyes, normas, sistemas de trabajo, procedimientos, etc.) apropiado, es lo que hace posible el despliegue de la innovación y el buen desempeño del SCTI.
En el plano nacional, en los diferentes sectores y en los territorios, tanto provincias como municipios, los gobiernos constituyen actores claves del SCTI. El éxito del SCTI no depende solamente del CITMA, sino también del desempeño efectivo del conjunto de actores involucrados y sus interacciones.
Desde hace poco más de tres años, en la política gubernamental de nuestro país se introdujo otra herramienta que junto al SCTI puede permitirnos avanzar en la dirección deseada: el Sistema de gestión de gobierno basado en Ciencia e innovación (SGGCI).
Por una parte, el SGGCI nació de la insatisfacción permanente por el insuficiente uso que damos al conocimiento. Es el clásico problema de los resultados científicos engavetados; de la limitada utilización del conocimiento experto en la toma de decisiones; el relativo desaprovechamiento del potencial humano que la Revolución ha formado, entre otros aspectos.
De forma más inmediata, el SGGCI nació de la experiencia de la pandemia de la COVID-19. Un problema de semejante magnitud y complejidad, enfrentado en medio de una guerra económica acentuada, exigió que recurriéramos a experiencias previas que nuestro país ha desplegado en diferentes momentos de su historia revolucionaria, con Fidel y Raúl a la cabeza. En ese peligroso contexto, la dirección del país asumió la tarea de coordinar ese enorme esfuerzo que demandaba movilizar y articular diversos OACE, OSDE, empresas, universidades, ECTI, gobiernos territoriales y muchos otros actores cuyo trabajo integrado, cohesionado, permitió una respuesta nacional a la pandemia de la cual podemos sentirnos orgullosos a pesar de lamentar la muerte de compatriotas.
De ahí salió una conclusión: ese mismo sistema de trabajo, al que denominamos SGGCI, conducido por las más altas autoridades del gobierno, el Estado y el Partido, a todos los niveles y en todos los ámbitos, debe constituirse en un estilo de conducción de los asuntos públicos que permita enfrentar de manera exitosa problemas que, por su relevancia y complejidad, así lo demanden.
«El SGGCI debe permitir fortalecer la coherencia y la integralidad de nuestros esfuerzos, pasar por encima de barreras sectoriales y formalidades burocráticas y movilizar de forma óptima los recursos de conocimientos, tecnologías, materiales, financieros y humanos con que contamos».
La contribución del SGGCI consiste en adjudicar a las más altas autoridades del gobierno y el Estado un rol determinante en esos procesos. Un par de ejemplos, pueden ilustrar lo que el SGGCI impulsa. Comencemos por un OACE.
En los OACE suele existir una dirección que atiende los asuntos de la gestión de CTI. Pero la máxima dirección de ese organismo tiene que asumir como parte de sus responsabilidades fundamentales, la atención de problemas clave que demanden conocimiento, ciencia, tecnología e innovación. Para ello debe ocuparse de la captación, formación y utilización óptima del potencial humano; deberá fomentar los proyectos que atiendan esas prioridades, con visión integral y orientados a la innovación; fortalecerá los nexos con ECTI y universidades; se asegurará que los consejos técnicos asesores tengan la composición adecuada y funcionen regularmente, entre otros aspectos. En todo ello la dirección especializada en CTI dará un apoyo importante, pero la máxima dirección del organismo no puede delegar en ella su responsabilidad fundamental.
En los territorios, el Partido, junto a las más altas autoridades del gobierno y el Estado, tiene un papel fundamental que cumplir. En municipios, provincias, comunidades, existen numerosos problemas que demandan conocimiento, ciencia, tecnología e innovación. De ellos hay algunos que pueden considerarse de máxima prioridad. Deben estar bien reflejados en las estrategias de desarrollo municipal y provincial y ellas deben constituir el punto de partida del accionar territorial.
Con frecuencia la solución de esos problemas más relevantes demanda el esfuerzo de varios sectores (agricultura, recursos hidráulicos, construcción, transporte, comercio, etc.); las coordinaciones entre los niveles nacional, provincial y municipal; la movilización de universidades, centros universitarios municipales (CUM), ECTI, que pueden proveer conocimientos y tecnologías; la utilización óptima de los consejos técnicos asesores; la contribución de los politécnicos territoriales y las escuelas de oficio y muchas cosas más. Definir prioridades, situar recursos, articular actores, fortalecer las políticas públicas, sistemas de trabajo y otras regulaciones y rutinas, entre otras cuestiones, son tareas que las máximas autoridades territoriales deben priorizar. Esa es la perspectiva del SGGCI cuyo aprendizaje debe ocupar un lugar fundamental en la formación de nuestros cuadros.
Para concluir: el SGGCI y el SCTI comparten propósitos similares: movilizar al máximo conocimiento, ciencia, tecnología e innovación para solucionar los problemas que nuestro desarrollo demanda. Son complementarios y convergentes. Es tarea de los revolucionarios cubanos aprovecharlos al máximo.
18 junio 2024 Fuente: Cubadebate/ Noticias/ Salud