May
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El trabajo en equipo es la razón principal que permite a los Servicios de Cirugía Maxilofacial, de Sancti Spíritus, transmitir a los pacientes la confianza de que, quien llegue a ellos, saldrá con solución a su problema y una atención distintiva y muy profesional.
La certeza del doctor Miguel Ramírez Cruz llega con el matiz de la sapiencia, de quien atesora más de cuatro décadas formando estomatólogos y especialistas, con marcada vinculación con la cirugía.
De hablar pausado, pero con un verbo muy preciso, el hoy jefe del Departamento de Cirugía Maxilofacial del Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos, sabe de todas las carencias actuales, de las limitaciones que les imposibilitan acceder a tecnología de avanzada o a instrumentales más modernos, pero entiende de manera excepcional el poder de la vocación y la entrega.
Y entonces recurre a la memoria para llegar a esos inicios con el profesor Santiesteban, como se le conoce en el escenario de la medicina espirituana, quien fuera iniciador en la preparación de especialistas maxilofaciales en la referida institución hospitalaria.
Puedo hablar de exigencia, subrayó Ramírez Cruz, pero también de la ética, de la superación permanente, la dedicación, la profesionalidad, de los valores humanos, aspectos que aprendimos en el aula y en los salones.
Con la guía de los antecesores, nos adentramos en el mundo de la traumatología, ya fuera de mandíbula como de otras partes de la anatomía cercana, en la cabeza, acotó. Dominamos la manera de enfrentar los complejos trastornos temporomandibulares y la cirugía ortognática, encargada de corregir las deformidades dento-craneo-maxilofaciales mediante movimientos óseos maxilares y mandibulares, para lograr el equilibrio perfecto entre todas las características faciales del paciente.
Y en todo ello, puntualizó el entrevistado, combinaba mi preparación como especialista con la docencia, de la que nunca me he separado desde la segunda mitad de los años 80 del pasado siglo, cuando, casi recién graduado, asumo la responsabilidad de preparar a técnicos medios en Estomatología, en el policlínico número 2 de Cabaiguán.
Eso incluía el apoyo a los jóvenes en la gestión de sus tesis de grado, en las investigaciones y la realización final de los ejercicios para su graduación, aclaró.
Después llegó el trabajo como estomatólogo en el conocido Politécnico de la Salud y, posteriormente, lo ubican en la Clínica Estomatológica Provincial, inmerso todo el tiempo en la cirugía bucal, un anhelo primario.
Hasta que me hago especialista maxilofacial y paso a formar parte de un servicio de distinción en el sector de esta región central, pero sin desligarme de la actividad docente, destacó.
Cubrimos todas las necesidades de la provincia en el centro y con colegas que ofrecen sus consultas en Yaguajay y Trinidad, pues llegarle a todos los espirituanos es nuestra máxima, aseveró.
En 2010, arropado por la experiencia y los conocimientos renovados por el magisterio médico, el doctor Miguel Ramírez Cruz llegó a Venezuela, entre los tantos cubanos que prestaron colaboración médica.
Fueron tres años durante los cuales aprendí mucho más y de los que regresé siendo mejor profesional en todos los sentidos, reveló, y concluida esa misión, asumo la responsabilidad del Grupo Provincial de Cirugía Maxilofacial y del servicio del departamento, que aún ejerzo.
Por esa etapa cobraba vida aquí en Sancti Spíritus la Implantología, tecnología de avanzada que sólo existía en La Habana y, luego, en Santa Clara y Cienfuegos.
Colocar implantes daba solución efectiva a problemas muy puntuales de la salud dental, pero resultaba costoso y por los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos era imposible sostenerlos, situación que se agravó con la llegada de la COVID-19.
El reto mayor en ese momento, rememoró el galeno, fue mantener vivo el servicio en el Hospital Provincial porque en los municipios se detuvo y asumimos a todos los pacientes aquí.
Nuestro personal apoyó la parte asistencial y todo cuanto hizo falta en las salas, directamente con los enfermos, bajo el principio de no detener el quehacer de nuestras áreas, con prioridad para las urgencias y otras atenciones priorizadas, significó.
Como nunca antes las afectaciones de recursos se han arreciado, pero tampoco han dejado de atender a un paciente con cualquiera de los trastornos o enfermedades vinculados a la especialidad.
Y distingo aquí, insistió, la atención puntual al cáncer de cabeza y cuello, enfermedad de alta presencia y prioritaria en el desempeño del colectivo, que mantiene el cuidado a los enfermos, pese a la imposibilidad de acceder a muchos recursos, como consecuencia del cerco económico recrudecido.
Esa situación se prolonga, pero nunca cerraremos una consulta, jamás renunciaremos a la atención a cualquiera que necesite de nuestras prestaciones, porque somos un equipo con vocación, entrega y dignidad, muy preparado profesionalmente y yo estaré todo el tiempo dispuesto, aseveró el hoy profesor consultante de la Universidad de Ciencias Médicas del territorio espirituano.
28 Abril 2025 Fuente: Escambray/ Noticias/ Salud
May
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A pesar del recrudecimiento de la política estadounidense contra Cuba, que ha ocasionado múltiples carencias materiales y afectaciones al sistema de Salud, en nuestro país unos 3 000 pacientes renales reciben servicio de hemodiálisis, como muestra de la voluntad del Estado de preservar la vida de esas personas –niños incluidos–, lo cual ha implicado un extraordinario sacrificio y gastos millonarios en dinero y recursos.
De igual manera, otro grupo significativo de personas son beneficiadas mediante las diálisis peritoneales, para cuyos procederes se cuenta con una amplia red de instituciones encargadas de favorecer a los enfermos renales, según declaraciones del doctor en Ciencias Luis Pérez-Oliva Díaz, presidente de la Sociedad Cubana de Nefrología.
En la actualidad, Cuba dispone de 56 servicios de Nefrología ubicados a lo largo y ancho del país, a los que acuden tres veces por semana los pacientes que necesitan ser dializados, explicó el especialista, quien detalló que también se mantiene el servicio de diálisis peritoneal –en su modalidad continua ambulatoria–, el cual favorece a un grupo de niños y adultos que así lo precisan, por ser un proceder menos complejo y más humano, al realizarse en el propio hogar del paciente.
En el mundo, un proceso de hemodiálisis puede llegar a costar unos 46 000 dólares cada año (alrededor de 200 dólares por sesión), y el precio actual de un riñón artificial en el mercado internacional es de 20 000 dólares, aproximadamente.
En la sostenibilidad de esta asistencia, de la que depende la vida de las personas que padecen de insuficiencia renal, ha desempeñado un papel significativo el crédito cedido por el Banco Francés de Desarrollo, que junto al esfuerzo de las autoridades cubanas por mejorar la salud de este tipo de pacientes, permitió sustituir en varios lugares la tecnología anterior por otra más moderna.
En ese sentido, el avezado especialista mencionó la entrega, en fecha reciente, de seis nuevos riñones artificiales al hospital Arnaldo Milián Castro, de Villa Clara, además de la instalación de dos plantas de tratamiento de agua que fueron ubicadas en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, y en el hospital Agostinho Neto, de Guantánamo.
Respecto al programa de trasplantes renales, el presidente de la Sociedad Cubana de Nefrología explicó que se encuentra bastante limitado, atendiendo al alto costo de ese proceder y a las limitaciones de recursos que nos impone el recrudecimiento del bloqueo, refirió el doctor Pérez-Oliva.
28 Abril 2025 Fuente: Escambray/ Noticias/ Salud
Abr
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Jusvinza, un fármaco fruto de la consagración de los hombres y mujeres de la ciencia cubana, devuelve la esperanza a pacientes afectados por la artritis reumatoide (AR) en el municipio de Trinidad.
Con dolor e inflamación crónica en las articulaciones de sus manos y pies, Matilde Alfaro, una psicóloga de 62 años, es el vivo ejemplo de las secuelas de un padecimiento por lo general invalidante. “Fui diagnosticada en el 2019 y mi evolución no ha sido de las más favorables. Las crisis son frecuentes, pero siempre me vuelvo a levantar”, dice y estremece su determinación.
Las mismas angustias pueden leerse en la historia clínica de Yolanda, Eduviges, Ángel y de muchas otras personas que viven con la enfermedad autoinmune más frecuente en Cuba y la de mayor tasa de deserción laboral. Ahora, una noticia esperanzadora abre nuevos caminos hacia la recuperación de estos pacientes.
Jusvinza en Sancti Spíritus
La fase de estudio clínico de este producto inmunomodulador, eficaz en la reducción de la inflamación en pacientes con AR, ha sido larga, incluida la etapa de la covid, en la que el fármaco —nombrado comercialmente como Jusvinza— fue empleado para tratar a los pacientes graves y críticos.
Registrado y con permiso para uso como medicamento por la entidad reguladora nacional, el fármaco comienza a incorporarse al sistema de salud como un tratamiento válido contra la enfermedad y desde hace algunas semanas ya se aplica en la provincia de Sancti Spíritus.
Afortunadamente, uno de los primeros municipios que pudo incluirse en este estudio abierto fue Trinidad. La doctora Mildrey Santos Ramos, especialista en Medicina General Integral (MGI) y Reumatología, la considera una oportunidad única para quienes conviven con la patología y también para quienes desde la ciencia se esfuerzan por mejorar sus síntomas más molestos.
“Logramos captar a unos veinte pacientes con los criterios de selección para la fase actual de ensayo clínico que se realiza en el Hospital Provincial Camilo Cienfuegos. En el primer mes deben ir un día a la semana, en este caso el jueves, y los siguientes cinco, una vez al mes.
“El medicamento se aplica subcutáneo y no posee reacciones adversas. Lo más importante es que no se puede perder ninguna de las dosis para estudiar la evolución de la enfermedad. Queremos que mejoren su calidad de vida”.
Con varios años de experiencia profesional, la doctora Mercedes de León Castillo, también especialista en MGI y Reumatología, valida en la práctica médica un criterio que en no pocas ocasiones retrasa el diagnóstico y tratamiento de la AR.
De acuerdo con la especialista, no se conocen las causas de esta enfermedad sistémica autoinmunitaria crónica que afecta las articulaciones y suele comenzar con síntomas generales e inespecíficos, como cansancio, debilidad y en ocasiones fiebre baja. Esto se acompaña de dolor, rigidez e hinchazón de las articulaciones.
“En algunas ocasiones no se identifica a tiempo y los pacientes pasan por múltiples especialidades hasta llegar a nosotros; por ello, en las clases con los estudiantes de Medicina insistimos mucho en la importancia del diagnóstico temprano. El ochenta por ciento de los pacientes presenta algún tipo de anormalidad articular permanente en los primeros diez años”, alerta la reconocida profesional.
La evolución de Matilde ilustra la preocupación de la doctora. “Comencé con una inflamación muy grande en los pies, consulté con la uróloga, el nefrólogo, el ortopédico… hasta llegar a la reumatóloga. Ya no solo es el dolor sino la deformación de las articulaciones”, refiere y muestra sus manos como evidencia.
El caso de Ángel González tiene muchas coincidencias. Al dilatarse el diagnóstico, las crisis fueron más frecuentes. Hoy con 68 años y otras patologías asociadas recibe el tratamiento con el producto cubano. “Me siento muy optimista”, declara a Escambray.
La esperanza tiene nombre
Diagnosticada desde hace 26 años, Yolanda Polo fue una de las primeras pacientes trinitarias escogidas para probar la eficacia de Jusvinza. “Estuve trabajando hasta los 48 años y sufrí mucho cuando tuve que jubilarme por criterio médico. Ahora tengo otras complicaciones, pero he luchado contra ellas; soy muy disciplinada y trato de llevar una vida normal, a pesar de mis limitaciones”.
El camino hacia la mejoría evidente de los síntomas apenas comienza, mas ella y el resto de los pacientes sienten que la vida les da otra oportunidad. “Nos explicaron que a partir de la quinta dosis es que se deben ver los resultados”, comenta Yolanda.
Sin embargo, Adriana Ponce, después de la segunda aplicación, se siente “un poquito mejor”. La doctora de profesión, y ahora paciente, fue diagnosticada hace solo tres años. “Es muy difícil cambiar de rol porque conocemos las complicaciones de la enfermedad, pero confiamos plenamente en la ciencia cubana y en la dedicación de las doctoras Mildrey y Mercedes, dos especialistas excepcionales que tenemos en Trinidad”.
Ángel se siente también muy feliz. “He notado alguna mejoría, incluso pude bajar la dosis del medicamento que antes tomaba. En el hospital converso con otros pacientes que comenzaron primero con el tratamiento y están recuperándose muy bien”.
“Me siento altamente esperanzada”, confiesa Matilde, y Yolanda tampoco se queda atrás: “Somos muy felices, ha sido maravilloso ser parte de esta experiencia y estamos muy agradecidos. Al final queremos hacer un maratón porque tenemos la certeza de que vamos a salir adelante”.
Por el momento, los pacientes trinitarios escogidos para esta fase del ensayo clínico deben ir por su cuenta al hospital provincial y es, sin duda, una limitante en cuanto a costos de transportación y accesibilidad. “Quisimos dar a conocer primero la noticia y los beneficios, para luego buscar apoyo desde la Dirección de Salud en el municipio”, acota la doctora Mercedes.
Más adelante, podría incluso administrarse en las propias instalaciones sanitarias de la localidad gracias a este estudio que abre nuevas posibilidades para tratar a la población local; según Biocubafarma más de 66 000 cubanos que conviven con la AR recibirán el novedoso producto de factura nacional. La esperanza tiene el nombre de Jusvinza.
26 Abril 2025 Fuente: Escambray/ Noticias/ Salud