A 20 años de su primera aplicación, el Heberprot-P se consolida como fuerte aliado contra la diabetesEl 1ro. de junio de 2001 la paciente santiaguera Elsa Cabrales Soto, ingresada en el centro desde el 27 de abril, se convierte en la primera persona en recibir este promisorio medicamento.

Era el primero de junio de 2001 cuando Elsa Cabrales Soto, junto a otros 28 pacientes del Instituto de Angiología y Cirugía Cardiovascular, comenzarían un tratamiento experimental que, de ser efectivo, contribuiría a disminuir el índice de amputaciones por úlceras de pie diabético en Cuba.
Al respecto, el profesor, doctor José Ignacio Fernández Montequín, en aquel entonces director del Instituto de Angiología y Cirugía Cardiovascular, hoy, pionero en la aplicación de este medicamento en la Isla, rememora para Granma sobre las circunstancias que lo llevaron, como líder de las investigaciones relacionadas con angiopatías diabéticas, a impulsar los ensayos clínicos con este fármaco.

Por esa época, aclaró, las cifras de amputaciones en Cuba por complicaciones en las úlceras de pie diabético eran altas. La institución contaba con 43 camas para el ingreso de estos pacientes y, regularmente, el 50 % de los que ingresaban perdían alguna extremidad, de forma parcial o completa.

Ante esta situación, relató el doctor Montequín, Cuba siempre estaba buscando alternativas, se llevaban a cabo investigaciones y se estudiaba qué estaba ocurriendo en el mundo para ver qué innovaciones podían ayudar a disminuir esa cifra de amputaciones, una verdadera tragedia familiar. A pesar de la existencia del bloqueo económico de EE. UU., no se escatimaron esfuerzos en este empeño.

Heberprot-P: Una terapia revolucionaria y esperanzadora

Es así que, como parte de estas investigaciones, el grupo del Proyecto de Cicatrización y Cito protección del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), dirigido por el doctor Jorge Berlanga Acosta, líder científico del Heberprot-P, trabajaba aceleradamente con ratas y animales para estudiar el uso del factor de crecimiento epidérmico en terapéuticas neuropáticas y curación de heridas.

En 2001, explicó, luego de varios años demostrando la eficacia y bioseguridad de la nueva terapia en animales, y comparando las ventajas que representaba inyectar el factor de crecimiento epidérmico en las heridas contra aplicarlo tópicamente, se solicitó a la Autoridad Regulatoria cubana el permiso para pasar a un ensayo clínico en humanos.

«Ante esta situación, teníamos que dar el paso al frente y a mi equipo le correspondió ser líder del primer ensayo clínico Fase I, que se realizó en 29 pacientes del Instituto Nacional de Angiología y Cirugía Vascular, que tenían úlceras complejas en sus extremidades con alto criterio de amputación».

Es entonces, el 1ro. de junio de 2001, según apuntó el doctor Montequín, cuando la paciente santiaguera Elsa Cabrales Soto, ingresada en el centro desde el 27 de abril, se convierte en la primera persona en recibir este promisorio medicamento.

Cabrales Soto, con síntomas de isquemia, ya tenía una amputación transmetatarsiana, o sea que había perdido la mitad del pie, sin embargo, aún conservaba la planta y el talón, y era lo que los médicos intentaban salvarle.

«Recuerdo que la primera vez que tuve que hacerle la inoculación le dolió mucho, y es que era una inyección en la misma lesión, pero ella lo soportó, quería conservar su extremidad, y lo logramos», agregó nuestro entrevistado.

Tras 20 años de trabajo con este medicamento -continuó- ya se ha perfeccionado la técnica, y existen variantes de cómo usarlo de manera menos dolorosa.

A Cabrales Soto le siguieron los restantes 28 pacientes del ensayo, y finalmente, de los 29 pacientes, 19 salvaron su extremidad; esto representó que aproximadamente el 58 % de los casos tratados logró resultados favorables.

«Y esa fue la primera aplicación que se hizo de un factor de crecimiento epidérmico, de forma recombinante, como lo es el Heberprot-P, no solo en Cuba, sino en el mundo», afirmó el doctor Montequín, quien en la actualidad se desempeña como profesor del Instituto de Angiología y Cirugía Cardiovascular.

Asimismo, puntualizó, que luego de finalizada la primera prueba, desde 2001 hasta 2008, se iniciaron y concluyeron los ensayos clínicos fase II y III en diferentes centros del Sistema Nacional de Salud, y en estos escenarios se logró que cerca del 86 % de los pacientes lograse sanar sus heridas, mostrando altos porcientos de granulación efectiva y de cicatrización total.

Después de obtenido el registro sanitario de la terapia en la Isla, se comenzó a capacitar al personal de la Salud en el manejo terapéutico del Heberprot-P, con el entrenamiento a cirujanos vasculares, angiólogos, podólogos, enfermeras e intensivistas, agregó.

«Hoy es un orgullo decir que 26 países han registrado el Heberprot-P, fármaco cubano que ha favorecido la calidad de vida de casi 450 000 personas que lo han recibido a nivel mundial, entre ellos a 90 000 cubanos», concluyó.

junio 01/2021 (Granma)

junio 1, 2021 | Maria Elena Reyes González | Filed under: De la prensa cubana | Etiquetas: , , |

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